Desde los 30 años debe aumentar el cuidado del cerebro, según la ciencia

Nos preocupamos del cuidado de nuestra salud física, pero, por norma, no demasiado de nuestra salud mental. Así, hoy queremos hablar de algunas estrategias o prácticas que puedes implementar en tu día a día para cuidar de tu vida mental.
Desde los 30 años debe aumentar el cuidado del cerebro, según la ciencia
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 01 agosto, 2022

Catalina Hoffman es una especialista en estimulación cognitiva y en el cuidado del cerebro. Desde hace 20 años trabaja en estos temas, y por eso se le considera una autoridad en la materia. De hecho, desarrolló su propio método de entrenamiento cerebral, el cual recibe el nombre de Método neurofitness.

Esta especialista explica que la diferencia entre el cerebro de un niño de 4 años y una persona de 50 no está en el número de neuronas, como se creía antes. Lo que en realidad marca un contraste es la cantidad de conexiones neuronales. Sin embargo, si se realizan las acciones adecuadas para el cuidado del cerebro, esta diferencia será mucho menor.

Hoffman indica que en ese proceso del cuidado del cerebro hay un momento crítico: entre los 30 y los 40 años. De por sí, este órgano tiende a ahorrar toda la energía que puede, pero a esa edad comienza a trabajar menos todavía. En todas las edades es importante la estimulación de los procesos cerebrales, pero a partir de los 30 resulta mucho más decisivo.

Mi pasión es mostrarle al mundo que aprender a cuidar nuestro cerebro es posible y que el cerebro tiene muchísimas más capacidades y posibilidades de lo que nosotros creemos”.

-Catalina Hoffman-

Cerebro iluminado

El cuidado del cerebro

La primera clave para cuidar el cerebro consiste en sacarle de vez en cuando de su zona de confort, en particular, a partir de los 30 años. Todos tenemos neuronas que están completamente sanas, pero se mantienen inactivas. ¿Por qué? Es posible que no las necesitemos en el día a día o que simplemente estemos tan atados a una rutina que ni siquiera intentemos usar otras zonas cerebrales.

El punto es que esa inactividad afecta funciones, como la agilidad mental, la capacidad de tomar decisiones en contextos cambiantes e incluso la serenidad. El antídoto para esto está en sacar al cerebro de lo habitual y exponerlo a desafíos y novedades.

Lo que se gana con el cuidado del cerebro, en especial desde los 30 años, es retrasar el deterioro de este órgano. También, protegerlo de patologías que pueden sobrevenir con la edad. Así mismo, mantenerlo activo hace que una persona tenga mejor calidad de vida.

¿Cómo cuidar el cerebro?

Como ya lo señalamos antes, Catalina Hoffman tiene su propio método para cuidar el cerebro. Indica que lo más importante, en todo caso, es realizar actividades que cuesten algo de esfuerzo intelectual. Esto es indicador de que se está haciendo algo que reactiva las neuronas sanas, pero “dormidas”.

Por lo demás, su consejo es implementar cuatro rutinas esenciales para el cuidado del cerebro. Son las siguientes.

1. Hidratación

La hidratación tiene mucho que ver con el cuidado del cerebro. De hecho, este órgano está compuesto en un 70 % por agua. Muchas veces la sensación de fatiga mental  viene dada por no tomar una cantidad de líquidos suficiente. Por lo tanto, el consejo es beber un vaso de agua al levantarse por la mañana. Luego, a lo largo del día, beber dos litros más.

2. Oxigenación

La oxigenación es otro de los caminos para mantener un buen cuidado del cerebro. Se podría decir que el oxígeno es el “alimento” esencial de este órgano. En este caso, lo más recomendable es practicar la respiración consciente, que incluye tres sencillos pasos:

  • Inspirar por la nariz, llenando de aire el pecho primero, luego el diafragma y por último la panza. Hacerlo poco a poco.
  • Contener el aire por unos segundos.
  • Expirar, siguiendo el recorrido inverso a la inspiración. Esto es: desalojar el aire de la panza, llevarlo al diafragma, luego al pecho y por último a la nariz.

La recomendación es practicar este tipo de respiración tres veces, antes de salir de la cama en las mañanas.

Mujer con los ojos cerrados

3. Poda neuronal

Hoffman llama “poda neuronal” a una especie de “limpieza” cerebral que nuestro cerebro hace con frecuencia. Es muy sencillo y, dice la experta, sirve para recortar o eliminar “las sinapsis que para nuestro cerebro son innecesarias”.

Hay varias técnicas para colaborar con este proceso natural, pero una de las más sencillas es la de llevar un “cuaderno de emociones”. Cada vez que se experimente un pensamiento o una emoción que sean perturbadores o agobiantes, lo indicado es describirlos de la manera más detallada posible, por escrito, en el cuaderno. Así, para Hoffman, podríamos influir en ese proceso de poda de una manera que nos beneficiara.

4. Meditación y música binaural

Para Hoffman, tanto la meditación como la llamada “música binaural” serían formas de ejercer el cuidado del cerebro. Esa música, con determinados ritmos, podría modificar las ondas cerebrales y, de este modo, ejercer un efecto positivo en los estados de conciencia.

Además de todo lo anterior, y como se ha venido señalando, lo más indicado es realizar alguna actividad que nos plantee un desafío nuevo todos los días. No es necesario dedicarle mucho tiempo. Con cinco minutos sería suficiente. ¿Qué actividades? Un cálculo matemático, caminar hacia atrás, tomar una ruta distinta de camino a casa, etc.


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  • López, Á. G., & Calero, M. D. (2009). Predictores del deterioro cognitivo en ancianos. Revista española de geriatría y gerontología44(4), 220-224.
  • Swaab, D. (2014). Somos nuestro cerebro. Plataforma.

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