El amor derriba muros
El amor es el sentimiento más poderoso que conoce el ser humano. Mucho más allá del poder de la jerarquía o la capacidad de convencer a otras personas por la acción de la palabra, hay una emoción que es capaz de cambiar a las personas: el amor.
Los muros más altos que el hombre ha creado en derredor, sin pensar únicamente en los físicos, han sido derribados por este poderoso sentimiento. El amor tiene un enorme poder, capaz de producir un cambio profundo y permanente en nosotros.
Los muros de la incomprensión
El muro más alto que ha creado el ser humano, es sin duda el de la incomprensión. Enarbolando doctrinas, tradiciones, costumbres, leyes y creencias, cualquier persona es capaz de parapetarse tras un tabique de sordera.
No hay más sordo que quien no quiere oír, igual que no hay más ciego que quien no quiere ver. Así, por más palabras sabias y bondadosas que le ofrezcas, una persona aferrada a una antigua costumbre o creencia, raramente cederá ante la razón, porque en su cabeza niega la posibilidad de trabajar con ella.
Es ahí donde entra en juego el amor. Porque una persona que ha levantado -a su alrededor- un alto e inexpugnable muro, basado en lugares comunes e ideas preconcebidas, puede encontrar compresión, cariño y flexibilidad en un sentimiento tan sincero y noble como el amor. El amor será la estrategia que dotará de flexibilidad a los muros de la incomprensión.
El amor te descubre tu verdadero ser
Es curioso como, a veces, nos llenamos de razones para describirnos a nosotros mismos. Buscamos ideas de aquí y de allá, generalmente gestadas por otras personas que creemos que nos representan, y no nos preocupamos de mucho más.
Creemos que por enarbolar esta u otra idea, que suena coherente y rimbombante, no necesitamos nada más. Precisamente en eso nos escudamos, tras el muro de seguridad que nos dan las creencias, costumbres y pensamientos ajenos que interiorizamos.
Este es un ejercicio peligroso, porque nos aleja de los caminos del autoconocimiento. Buscando la seguridad y comodidad de las ideas ajenas, solo obtenemos un lejano reflejo de quiénes somos en realidad.
Después, cuando llegan los terremotos emocionales que barren los cimientos de nuestra misma existencia, rara vez estamos preparados para entenderlos y absorberlos. En esta tesitura, y con un panorama tan descorazonador, desaprovechamos grandes oportunidades que nos brinda la vida, puesto que no somos capaces de afrontar por nuestra incapacidad para entender a nuestro propio corazón.
“El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.”
-Jorge Bucay-
El amor derriba los muros de las creencias
Las creencias adquiridas nos alejan de nosotros mismos, y nos acercan a cuanto otros desean que pensemos. Pero eso no nos hace libres, ni felices, ni plenos.
Sin embargo, cuando aparece un verdadero amor, y sentimos que flotamos en el aire con cada paso que damos por la felicidad que embarga nuestra alma y corazón, sientes que todo cuanto habías aprendido y adquirido, pierde su contenido e importancia.
De repente, el amor aparece como un terremoto que desvirtúa tus posesiones, ideas preconcebidas y lugares comunes. En tu corazón arde un sentimiento que te grita que más importante es esa persona que te ama y a la que amas con toda la fuerza de tu alma.
“Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama.”
-Alfred de Musset-
Y ahí es cuando te das cuenta de que jamás debes volver a ser quien eras. El amor te ha cambiado. El amor ha derribado todos los muros que has levantado para protegerte, creyendo que estabas seguro tras ellos.
Sin embargo, el amor no necesita muros, protección ni escudos. Tu propia felicidad que invade cada poro de tu piel te hará sentir la persona más plena y completa del universo, sin necesidad de buscar ideas ajenas.
Aprende a recibir al amor con los brazos abiertos
No obstante, si no estás preparado para recibir el amor, llegarán momentos de inseguridad en los que puedes dudar y tener miedo. En ese caso, puede que este maravilloso sentimiento se diluya poco a poco, provocando que vuelvas a tus viejas costumbres de falsa seguridad.
Solo un gran auto-conocimiento de ti mismo y un profundo amor por la persona que está junto a ti, en la que debes confiar ciegamente, te permitirán salir de los pozos y charcos en los que ocasionalmente puedas verte inmerso. Aunque te veas en esta situación, casi, sin querer.
Así pues, no tengas ningún miedo a abrir tu corazón al amor. Deja que derribe los muros que has creado con los años y que enquistan tu capacidad de sentir la verdadera felicidad y libertad que te produce el sacar fuera tus verdaderas emociones.