El peligro de decirle a un adolescente que puede conseguir cualquier cosa

El peligro de decirle a un adolescente que puede conseguir cualquier cosa
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 22 septiembre, 2016

Muchos padres dicen a su hijo adolescente: “Tú serás capaz de conseguir cualquier cosa”. Todos los padres deberíamos animar a nuestros hijos a seguir sus intereses y a no sentirse limitados por la visión que la sociedad tenga de sus capacidades. Sin embargo, este tipo de actitud tan positiva y aparentemente motivadora puede tener inconvenientes inesperados.

Para empezar, no es cierto que cualquier persona puede llegar a ser lo que quiera, o quizás sí pero el camino de sacrificios es tan grande que el adolescente debería conocer también lo que le espera en él. Quizás quiera ser un deportista de élite, porque le encanta el dinero que ganan o lo conocidos que son, pero ni le gusta en realidad el deporte ni siente ningún tipo de atracción por la vida espartana que exige.

A la hora de la verdad, cuestiones como la dotación genética o nuestra capacidad de sufrimiento nos dejan fuera. También hay que considerar que la suerte y el azar juegan un papel muy importante: nuestro cuerpo es relativamente frágil y no es complicado que, si le pedimos demasiado, empiecen a aparecer las lesiones. Cuando elige un camino, el adolescente tiene que ser consciente de esto.

Además, la investigación muestra que cuando creamos metas altamente ambiciosas, esos objetivos pueden llegar a ser perjudiciales. Esto es lo que, por ejemplo, lleva a un comportamiento poco ético, como el dopaje, con el fin de cumplir con estos ambiciosos objetivos o lo que nos lleva a sentirnos como unos fracasados cuando no los alcanzamos.

Crear un visión sin hoja de ruta es perjudicial para el adolescente

Decir a los adolescentes que ellos pueden hacer cualquier cosa sin ayudarles a crear la hoja de ruta tiene connotaciones muy negativas. Animarles a establecer una meta elevada sin darles ninguna información ni ayuda sobre la forma de lograrlo puede dar lugar a grandes frustraciones, con las que quizá no estén preparados para convivir o simplemente no quieran.

Madre hablando con su hija adolescente

Por otra parte, a los adolescentes les cuesta mucho valorar por ellos mismos si se están esforzando suficiente. Es más, pueden incluso llegar a pensar con querer algo ya es suficiente o a pensar que la facilidad que tengan para algo en concreto les va a acompañar siempre de forma natural.

Es mejor reconocer que los logros significativos serán difíciles de alcanzar, incluso ayudarles a aceptar que la suerte juega un papel clave en la vida (para bien y para mal), y luego dar a los adolescentes una hoja de ruta para que puedan avanzar en sus objetivos. Erica Reischer, autora del libro What Great Parents Do: 75 simple strategies for raising fantastic kids, propone lo que ella llama la ruta de “las tres P”.

Las tres P

En lugar de decirle al adolescente que puede hacer cualquier cosa, Erica Reischer propone enseñar las tres P: práctica, paciencia y perseverancia.

  • Práctica: El esfuerzo junto con la retroalimentación es fundamental para el desarrollo de la maestría y el logro de la excelencia.
  • Paciencia: El dominio y logro significativo ocurren durante un período de tiempo largo.
  • Perseverancia: Los obstáculos son probables y los contratiempos son comunes en cualquier empresa.

Erica Reischer dice que hay que destacar a los hijos que el éxito se define por el esfuerzo y el progreso paso a paso, no por comparación con los demás.

Antes de ser adolescente, es niño

Cuentan que una vez a Thomas Edison le sorprendió un colega en su lugar de trabajo rodeado de miles de experimentos fallidos. Antes esta situación, Edison le dijo a su amigo: “Lo he intentado todo. Pero no he fallado. Acabo de encontrar diez mil maneras que no funcionan”. Esto es optimismo y capacidad de aprender de los errores.

Cuando tu hijo se muestre impotente y pesimista y diga que no es capaz de hacer algo, en vez demostrarle cómo se hace para que vea que es posible, cuéntale esta historia. Después, dile que cualquier reto o desafío requiere de tiempo y esfuerzo, y que cuanto más tiempo y esfuerzo le dedique más cerca estará de conseguirlo. 

Niña pequeña mirando por la ventana

Tu hijo podrá llegar muy lejos solo si es capaz de enfrentarse a los desafíos que día a día se le presentarán y si es capaz de sentir que avanza. Tu hijo no necesita respuestas, sino oportunidades para aprender y para enfrentarse a sus frustraciones. 

Pero, por encima de la meta final, cuando hablamos de niños, lo que necesitan es divertirse haciendo lo que hagan. Pueden querer ser futbolistas, pero antes tienen que jugar muchos partidos con sus amigos y disfrutar simplemente de eso. La exigencia que forma aparte de las profesiones de alto nivel solo debe empezar en la adolescencia y de manera muy paulatina.

Antes de ser adolescente, el niño tiene que divertirse y mientras la exigencia y la frustración no aparezca, el niño puede soñar con ser lo que quiera. Incluso cambiar cada día de sueño y nosotros disfrutar de lo que nos propone. Esta en una etapa de descubrimientos y para él esta es una forma, como otra cualquiera, de explorar el mundo con su imaginación y de nuestra mano. Piensa que cuanto más lo haga más conocerá, mejor podrá elegir cuando llegue el momento.


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