
La génesis de la depresión es un fenómeno estudiado por la psicología, pero que muchas veces no parece tan claro a la hora de interpretar. De hecho, se atribuyen muchos orígenes a este trastorno del ánimo, algunos erróneos y otros…
Escribir para nosotros mismos, es una forma de llegar a lo más profundo de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones.
A través de éste buceo personal nos descubrimos, nos conocemos y a veces, nos sorprendemos al encontrar en nosotros mismos sentimientos de los que no éramos del todo conscientes.
Escribir es dedicarnos un tiempo a escucharnos, a expresarnos y a descubrirnos, lo que conlleva conocernos mejor y más profundamente.
Debido al ritmo de vida que llevamos, con frecuencia no dedicamos ni un minuto a ser conscientes de lo que pensamos o sentimos, no sabiendo, en muchos casos, por qué nos comportamos de determinada manera.
Elige tu momento y tu lugar, y descúbrete.
Empieza escribiendo lo que te apetezca, cómo te sientes, lo que quieres hacer…
La escritura automática es aquella en la que no hay interferencias ni normas para escribir aquello que sentimos y que nos sale desde lo más profundo de nuestra alma.
En muchos casos, escribir es una forma de hacer consciente lo inconsciente, ya que, dedicar un tiempo a dejar salir las emociones y sentimientos más profundos, es hacerlos conscientes, es darnos cuenta de que estaban ahí, ya que antes, probablemente, los desconocíamos o no sabíamos su intensidad o trascendencia en nuestra vida.
Procura no pensar en lo que escribes, plasma lo primero que pienses o sientas en ése momento, sin censurarte a ti mismo.
Escribir para hacer terapia es hacerlo sin pensar, sin pretender cumplir normas ortográficas o de escritura correcta, es una forma de trasladar al papel emociones, sentimientos y los anhelos más internos y ocultos.
Puedes sentir que has desahogado o que te has quitado un peso de encima, ya que quizás te has hecho consciente de un problema, un miedo o un bloqueo.
Y esto es una de las formas que tiene de terapéutico escribir, ya que te permite llegar a un descubrimiento personal y al alivio y la descarga de sacarlo fuera.
Después de un rato de descanso o pasados unos días, vuelve a leer lo que escribiste, es posible, que descubras otras explicaciones distintas a tus conflictos.
Tras leer lo que expresaste de forma automática, vuelve a escribir en busca de soluciones o pasos a seguir en tu vida. Hazlo de la misma forma en la que lo hiciste anteriormente, dejándote llevar por el bolígrafo.
Escribir también puede ser una forma espontánea e intuitiva de encontrar soluciones a nuestros problemas, ya que al “sacarlos fuera de nosotros mismos”, los vemos delante, y no encima, podemos leerlos, y no solo pensar en ellos, y esto es un buen camino para darles una solución;
De la misma forma, que cuando un amigo tiene un problema, no dudamos en darle posibles soluciones o consejos, ya que lo vemos fácil desde fuera, y que para nosotros mismos, en ocasiones, no seríamos capaces de ver tan claramente.
O si ya has encontrado lo que buscabas, puedes destruirlo.
Anímate a escribir y déjate llevar por lo que aflore, te sorprenderás.