Cómo evitar el efecto de un compañero tóxico

Cómo evitar el efecto de un compañero tóxico
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 28 julio, 2019

El psicólogo Rafael Santandreu dice que “no es mala idea apartarse de las personas inmaduras que sostienen un sistema de valores equivocado. Es una forma de combatir esos valores trampa en nuestra sociedad y evitar su influencia”. Ahora bien, ¿realmente es fácil evitar el efecto de un compañero tóxico?

Obviamente, no es sencillo evitar los efectos de un compañero tóxico. Sin embargo, tampoco es imposible. Solo hay que saber cómo hacerlo y tener la suficiente fuerza mental y moral para ello. Es un acto que redundará en tu beneficio y tu salud psicológica.

No hay que olvidar que el poder evitar a un compañero tóxico, ya sea en el puesto de trabajo, en los estudios e incluso si compartes apartamento, redundará en tu motivación, en tu sentido del humor y, en definitiva, en tu día a día.

“Las emociones perturbadoras y las relaciones tóxicas han sido identificadas como factores de riesgo que favorecen la aparición de algunas enfermedades”

-Daniel Goleman-

Identificar a un compañero tóxico

Tal vez tengas un buen trabajo pero no eres capaz de motivarte. Igual no terminas de sentir toda la comodidad que necesitas para ser productivo y sentirte bien. Notas que algo no va bien, aunque no ves nada especial que pueda provocar esta situación. Tal vez tienes un compañero tóxico.

El compañero tóxico se caracteriza por crear muy mal ambiente en su entorno, ya sea laboral o personal. Impregna todo a su paso de negativismo. Si sientes una situación similar, lo más importante es identificar a la persona en cuestión. Para ello, observa a tu alrededor y busca:

  • Personas excesivamente cotillas que están más preocupadas por lo que hacen los demás. Los compañeros tóxicos suelen evitar el compromiso y carecen de objetivos válidos y valorables.
  • Si notas que en tu entorno hay alguna persona envidiosa, que menosprecia el éxito de los demás y que solo busca su propio bien personal a través de atajos poco loables, estás ante un compañero tóxico.

“Desprecia la opinión de la gente tóxica, sé libre de los críticos y serás libre de cada una de sus palabras y de sus acciones. No idealices. No esperes nada de nadie”

-Bernardo Stamateas-

Hombre manipulando a otro a través del lenguaje
  • El victimismo y la falta de capacidad para asumir responsabilidades también son un claro ejemplo de compañerismo tóxico. Huye de las teorías conspirativas.
  • El exceso de control de un individuo suele mostrar un perfil manipulador que tiende a buscar personalidades con baja autoestima para manejar las situaciones que se presenten.
  • Si das con un perfil que siempre se queja de todo y trata de localizar a cualquier tipo de individuos a los que transmitir su negatividad, intenta alejarte.
  • La arrogancia también suele ser una parte importante de la personalidad de un compañero tóxico. Su autoestima está inflada artificialmente para ocultar sus debilidades e intentar mostrarse siempre por encima, marcando las inseguridades ajenas.

Claves para evitar al compañero tóxico

Ahora que hemos sido capaces de identificar a un compañero tóxico, llega la parte compleja, pues no es gente de la que es fácil distanciarse. No olvidemos que los compañeros tóxicos necesitan alimentarse de la debilidad de cuantos les rodean, pues es su equivocada manera de superar sus miedos e inseguridades.

Marca los límites

Según la personalidad del compañero tóxico, debes identificar su estrategia y desactivarla para poder marcar los límites. El arrogante tratará de sentirse superior a ti, el victimista te querrá contar todas y cada una de sus desgracias vitales, el envidioso menospreciará los logros de cada persona que le rodea…

Hombre haciendo equilibrismo por la nariz de otro

Reduce el contacto

Lidiar con una persona tóxica implica que os encontraréis más de una vez al día por obligación. Ya seáis estudiantes, compañeros de trabajo o de piso, etc., no quedará más remedio que cruzarse de vez en cuando. No obstante, puedes limitar el contacto al mínimo profesional, como en reuniones, lugares comunes o clases. Intenta que el trato no vaya más allá de lo cordial.

Pide ayuda

Por desgracia, no siempre somos capaces de desenvolvernos por nosotros mismos para evitar el contacto con un compañero tóxico. Llega el momento de pedir ayuda. Un buen amigo o la mediación pueden arrojar luz y objetividad para encontrar estrategias adecuadas a seguir.

Mejor solo que mal acompañado

Nunca olvides que ante un compañero tóxico, siempre será mejor estar en soledad que con mala compañía. Si una persona no te beneficia en nada y no sientes que tenga el más mínimo interés en mejorar su actitud, evita al máximo el contacto.

El compañero tóxico es una figura más habitual de lo que nos gustaría admitir. Además, suele aparecer en todo tipo de ambientes. No obstante, cuanto más clara y positiva sea nuestra actitud, más fácil es identificarle y evitarle.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.