7 formas en que te invalidas emocionalmente

Hay infinitas maneras en que te haces daño sin darte cuenta, infravalorando los mensajes que tus emociones están dándote a gritos. ¿Qué tal si empiezas a respetarte un poco más?
7 formas en que te invalidas emocionalmente
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 16 noviembre, 2022

¿Han invalidado o menospreciado tus emociones alguna vez? Es muy posible que así sea. En muchas de nuestras relaciones, incluidas las familiares, es común que una o varias figuras ridiculicen, ignoren o infravaloren lo que sentimos. Este tipo de dinámicas constituyen una forma de abuso y maltrato que todos debemos identificar.

Ahora bien… ¿Y si te dijéramos que también tú puedes estar maltratándote a diario? Es más, ¿Y si te comentáramos que la forma más frecuente y extendida de agresión psicológica es la autoinvalidación emocional? Así es. Cada uno de nosotros llevamos a cabo estrategias de las que no somos conscientes y que actúan como auténticos boicots contra nuestro bienestar.

Es muy posible que ahora mismo te encuentres en una época en que las emociones te están llevando al abismo de la autocrítica, la vergüenza y la devaluación personal. Tomar conciencia de cómo te relacionas con el complejo universo de las emociones te permitirá adquirir un mejor control sobre tu vida.

Porque ya es bastante complicado lidiar con quien nos hace daño, para ser nosotros también cómplices de otro tipo de sufrimiento como es el automaltrato. ¿Y si dejamos de hacerlo comprendiendo primero cómo funciona este último mecanismo?

La invalidación emocional es el sustrato de muchos de nuestros trastornos psicológicos, como por ejemplo, la ansiedad y la depresión.

Chico triste pensando en las formas en que te invalidas emocionalmente
Te invalidas a ti mismo cuando niegas tu experiencia emocional.

Formas en que te invalidas emocionalmente y no lo sabes

Las personas solemos fijarnos más en cómo nos tratan los demás que en cómo nos tratamos a nosotros mismos. Nos resulta más fácil y también mucho más cómodo. Sumergirnos en el tejido del propio es un camino intrincado y pedregoso que no solemos transitar demasiado. Sin embargo, ahí está la forma más usual de malestar, como es la autoinvalidación emocional.

La negación, la alteración y el desprecio de los propios estados emocionales es un área que, hasta el momento, no ha investigado demasiado la ciencia. Sin embargo, en vista de que actúa en muchos casos como esas raíces que hacen germinar condiciones como la ansiedad y la depresión, contamos ya con un trabajo tan interesante como útil.

Las doctoras Regina Schreiber y Jennifer C Veilleux han desarrollado este mismo año la escala de autoinvalidación por emoción. Con este instrumento podemos medir esa tendencia a menudo tan común de percibir nuestras emociones como “inadecuadas”. Y debemos poner atención a mecanismo, porque quien asume que hay algo mal en cómo se siente, se ve a sí mismo como menos respetable y digno como persona.

Conocer cómo llevamos a la práctica esta tendencia nos será de gran ayuda.

La práctica de invalidar aquello que sentimos es consecuencia directa de cómo nos han tratado en algún momento de nuestra vida.

1. Cuando escapas de tu tristeza porque te produce incomodidad

Cuando atravesamos, por ejemplo, con una ruptura de pareja, la tristeza es esa entidad pegajosa que todo lo colapsa. Nos peleamos con ella, la negamos, la escondemos y nos decimos que estar triste no es cómo estar enfermo y que, por tanto, debemos volver a nuestra vida de siempre. Y, sin embargo, nos resulta imposible.

Así es, una de las formas en que te invalidas emocionalmente es cuando niegas y desplazas tu tristeza, angustia o melancolía. Cuanto más la eludas, mayor será su presencia en tu vida.

2. Comparar cómo reaccionan los demás y cómo reaccionas tú

¿Quién no lo ha hecho alguna vez? En ocasiones, cuando dos o más personas viven una misma situación adversa, cada una reacciona de un modo diferente. Si en tu caso lo hace siempre sintiéndote más afectado, es posible que pienses que hay algo “malo” en ti. ¿Por qué mi hermana superó antes la muerte de mi padre y yo aún lidio con el duelo?

Tengámoslo presente. Cada uno de nosotros reaccionamos y procesamos lo que nos ocurre de manera diferente y eso no significa que haya algo problemático en nosotros.

3. Silenciar lo que sientes cuando algo te indigna, duele o enfada

“Esto no es nada, no le daré importancia”. En nuestras interacciones con los demás actuamos muchas veces reprimiendo lo que sentimos para no contradecir, confrontar o decepcionar a los demás. Es importante tener en cuenta que, entre las formas en que te invalidas emocionalmente, esta es la más recurrente.

En nuestro intento continuado por “llevarnos bien” con todo el mundo, acabamos dañándonos a nosotros mismos, escondiendo lo que nos duele y molesta. Con ello, no solo reforzamos gota a gota el propio malestar, sino que, además, construimos relaciones poco saludables. Porque nada es tan necesario como ser asertivos para que los demás conozcan nuestros límites y, de este modo, el trato sea más digno y respetuoso.

4. Vergüenza hacia ti mismo por “ser muy emocional”

Son muchas las personas que sienten que hay algo defectuoso en ellas porque todo les emociona y todo les hace reaccionar de manera particular. Por lo general, la forma en que nos relacionamos con nuestras emociones, tiene que ver con cómo otras personas las validaron o invalidaron.

Haber sido criados por unos padres fríos emocionalmente, por ejemplo, hace que tengamos una visión negativa muchas veces sobre cómo nos sentimos. Recuérdalo, todos somos seres emocionales y lo último que debemos hacer es devaluar lo que sentimos, porque de ese modo nos invalidamos como seres humanos.

Chica con vergüenza tapándose la cara pensando en las formas en que te invalidas emocionalmente
Hay emociones incómodas que nos paralizan, sin embargo, debemos conectar con ellas para saber cómo reaccionar en cada situación.

5. Cuando en lugar de ser compasivo contigo mismo, te criticas

Entre las formas en que te invalidas a ti mismo está cuando eres tu peor juez. Ejemplo de ello son esas veces en que, en lugar de abrazarte y tener compasión por ti a raíz de un error o un fracaso, te criticas. Esta es una forma lenta de autodestrucción en que no te permites aceptar lo sucedido.

Todas esas ocasiones en que te limitas a poner el dedo donde más duele, llamándote “torpe o fracasado” estás actuando en tu contra. No lo hagas, cambia dicha dinámica. Nada es tan necesario como ser compasivos con nosotros mismos para manejar de manera adecuada todas esas emociones complicadas.

Al final, nuestro cerebro se habitúa a invalidar lo que sentimos. Separar de nosotros las emociones y hacer como si no estuvieran, entorpece nuestro desarrollo y pone en jaque la salud mental. 

6. Pensar que podría ser peor que, por tanto, no puedo quejarme

Si hay algo a lo que estamos acostumbrados es que los demás nos digan aquello “no es para tanto, podría haber sido peor”. Ejemplo de ello, es perder el trabajo y que nos digan que al menos “nuestra pareja aún conserva el suyo”. Sucede lo mismo cuando una mujer tiene un aborto y alguien, con poco acierto y empatía, le señala que “puede volver a intentarlo”.

Lo llamativo es que también nosotros caemos en esta trampa. Muchos invalidamos nuestras emociones presentes al decirnos que las cosas podrían haber ido mucho peor. Evitemos este pensamiento. Lo que nos duele, frustra, enfada o entristece está sucediendo ahora, no lo infravaloremos.

7. Cuidado con asumir que “puedes con todo”

Es posible que seas de ese tipo de personalidades. Las que se dicen a sí mismas que nada les afecta en exceso y que ellas, pueden afrontarlo todo. Asumir que tenemos un carácter fuerte y que estamos habituados a los golpes de la vida, también puede actuar como invalidación emocional.

Puede darse el caso de que lo que realmente estemos haciendo es poner bajo llave nuestro sufrimiento y esto, tarde o temprano, nos afectará de algún modo.

Para concluir, aprendamos a validar aquello que sentimos. Hacerlo no eliminará las emociones sentidas, pero nos permitirá aceptarlas y manejarlas mucho mejor para comprendernos, para querernos como merecemos.


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  • Schreiber, R.E., & Veilleux, J. C. (2022). The Self-Invalidation Due to Emotion Scale: Development and psychometric properties. Psychological Assessment, 34(10), 937–951. https://doi.org/10.1037/pas0001155

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