Las 5 reglas del bienestar, según el budismo tibetano

Los budistas insisten en la idea de que solo se puede ser feliz si se tiene paz interior. Y que solo se puede tener paz interior, si se aplican unas sencillas reglas del bienestar. Estas tienen que ver con saber aceptar, amar y dar.
Las 5 reglas del bienestar, según el budismo tibetano
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 04 marzo, 2019

El budismo tibetano es una filosofía pacifista en la que la felicidad humana ocupa un lugar central. Sin embargo, a diferencia de los occidentales, los budistas no creen que la felicidad sea un estado de plenitud o excitación. Todo lo contrario. Para que haya felicidad, primero debe haber paz interior. Y para lograr esta, se deben seguir las cinco reglas del bienestar.

Los budistas diseñaron las reglas del bienestar con base a lo que llaman “los venenos” de la vida. Se trata de todos esos sentimientos y situaciones que se apoderan del ser humano, lo invaden y ya nunca lo dejan estar en paz. Dichos venenos son el odio, la angustia, la soberbia, el egoísmo y la inconformidad.

Las cinco reglas del bienestar están orientadas a expulsar esos cinco venenos de la vida . Mientras estén dentro de nosotros, tal y como lo haría un veneno, nos intoxican de emociones que nos hacen daño. Que finalmente van en contra de nosotros mismos. Por lo tanto, si queremos tener paz interior, debemos observar dichas reglas. Son las siguientes.

Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora”.

-Buda-

1. Liberar el corazón del odio   

El odio es un sentimiento complejo y muy profundo. Está compuesto de ira, rechazo, resentimiento y aversión, entre otros. Por eso mismo, también es un sentimiento muy invasivo, que termina impregnando nuestra forma de ver el mundo. No se puede estar bien, mientras se albergue odio en el corazón.

Por eso, una de las cinco reglas budistas del bienestar es liberar el corazón del odio. Obviamente, es más fácil decirlo que hacerlo. Para lograrlo se necesita de una fuerte dosis de empatía.

Se trata de mirar a quien odiamos desde un punto de vista compasivo, tratando de comprender sus carencias y sus limitaciones. Esto nos permite perdonar y dejar de odiar.

Mujer triste pensativa

2. Liberar la mente de las preocupaciones

Las preocupaciones son una anticipación ansiosa del futuro. En otras palabras, la expectativa de que ocurrirá algo desagradable, que nos causará dolor, aflicción o alguna forma de malestar. No se trata de una perspectiva racional. Si lo fuera, simplemente buscaríamos los medios para conjurar el riesgo que se avecina.

La mejor manera de liberar la mente de las preocupaciones es ubicándonos en el presente. En lugar de estar pensando en eso que podría sobrevenir, más bien deberíamos dedicarnos a hacer de este momento actual, lo mejor que pueda ser. Esto no solo alivia la angustia, sino que también nutre el sentimiento de auto-poder.

3. Liberar el espíritu de la soberbia

Uno de los aspectos más paradójicos de la soberbia es que vuelve muy vulnerable a quien es víctima de ella. Esto sucede porque quien se siente superior a los demás es más proclive a fustigarse por cualquier error que cometa. También resulta fácilmente vencido por los halagos o artificialmente humillado por las críticas.

Tomarse a uno mismo demasiado en serio solo conduce al malestar. Esto se evita si somos lo suficientemente humildes como para comprender que ni toda la vida nos va a alcanzar para aprender todo lo que nos gustaría ni para alcanzar todas aquellas metas a las que aspiramos. Sin la soberbia, la vida es más ligera.

4. Aprender a dar, una de las reglas del bienestar

Los budistas insisten en que una de las reglas del bienestar consiste en aprender a actuar con generosidad. Esta virtud es propia de quienes confían en sí mismos y desean que el sufrimiento no esté ni en su propia vida ni en la de los que le rodean. El generoso enriquece cualquier entorno en el que esté.

Dar es una forma de poder personal. Quien da de sí y de corazón, se siente más fuerte al hacerlo. Expande su ser y es generador de bienestar. Eso es lo que finalmente va a cosechar: bienestar para sí mismo y para quienes le rodean.

Manos de una persona cogiendo las de otra

5. Aceptar más y esperar menos

Una de las más importantes reglas del bienestar, a la luz del budismo tibetano, es la de aprender a aceptar cada una de las experiencias que se nos presentan. Cada persona y cada situación que llega a nuestra vida traen consigo un regalo. Lo que pasa es que no siempre logramos identificarlo.

Si en lugar de renegar o rechazar lo que nos sucede, nos ponemos más bien en actitud de aprendizaje, se incrementará nuestro bienestar. Lo mejor de todo es que en verdad tendremos la capacidad de darle vuelta a los hechos negativos, convirtiéndolos en fuente de crecimiento.

Las reglas del bienestar según el budismo tibetano son un catálogo de vida. A veces complicamos la existencia, sin ninguna necesidad. Estas reglas nos recuerdan que, en el fondo, solo se trata de vivir con sencillez, humildad y buena actitud hacia nosotros mismos y hacia los demás.


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  • Loy, D. (2004). El gran despertar: una teoría social budista. Editorial Kairós.

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