Lo único constante en la vida es el cambio

Lo único constante en la vida es el cambio
Ana Couñago Sobral

Revisado y aprobado por la psicóloga Ana Couñago Sobral.

Última actualización: 23 marzo, 2020

El cambio es lo único constante en la vida. A lo largo de los años, pasamos por multitud de experiencias, que pueden afectarnos positiva o negativamente, dependiendo de la interpretación que hagamos de las mismas y del modo que tengamos de afrontarlas.

Algunas veces nos sentimos menos fuertes y con pocas habilidades para superar esos “baches” cotidianos, lo que nos lleva a sentir frustración, estrés, miedo y desánimo. Creemos, de forma errónea, que las cosas negativas que nos suceden son eternas.

Sin embargo, existe una forma más saludable, tanto para nuestro bienestar físico como mental, de enfrentarse a los cambios en la vida y consiste en adaptarse a la situación y considerarla como una oportunidad de enriquecimiento personal. Puesto que de todas las experiencias se puede aprender algo que nos permite avanzar y desarrollarnos.

Esta manera de afrontar los cambios, nos ayudará a tener una visión diferente de la vida, una visión menos terrible o catastrófica.

“Si cambias el modo en que miras las cosas, las cosas que miras cambian.”

-Wayne Dyer.-

Mujer en la luna soñando con un cambio

Aceptar el cambio

Asumir la posibilidad de que las experiencias son cambiantes nos ayuda a aceptarlas con más facilidad. Una vez consigamos aceptar lo que nos ocurre, estaremos preparados para distanciarnos emocionalmente de los problemas y pondremos todos nuestros recursos para empezar a buscar cómo solucionarlos.

Lo mismo ocurre con nuestro pasado, con todas las experiencias que han ido conformando nuestra personalidad y nuestra manera de ser. Ya que las personas también cambiamos a lo largo de la vida, o al menos así debería de ser. Todos podemos cambiar y mejorar día a día, pero necesitamos estar dispuestos a hacerlo con esfuerzo y perseverancia, para corregir nuestros hábitos disfuncionales y ser cada vez más felices.

“Nosotros tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo.”

-Mahatma Gandhi-

Aprender de las experiencias vividas

Desde pequeños vivimos experiencias de todo tipo, las primeras en el seno de nuestra familia. Los vínculos afectivos que se establecen con los progenitores en los primeros años de vida, son fundamentales para el desarrollo futuro. En este sentido, cabe destacar la importancia de que los padres cuiden, den cariño y estén pendientes de las necesidades de sus hijos, para que estos crezcan sanos y felices.

Así, a medida que pasa el tiempo, iremos formando diferentes “esquemas” o conjuntos de ideas sobre el funcionamiento de las personas y del mundo que nos rodea. Estos esquemas tendrán una gran influencia en la manera en que interpretamos nuestro día a día, y nuestra vida.

Pero no debemos identificarnos solo con nuestras experiencias, pues aunque forman parte de nuestro pasado, no tienen porqué seguir controlando nuestro presente. Percibir la posibilidad de cambio en nuestras vidas nos hace sentir más libres y menos atados al sufrimiento.

Mujer soñando con un cambio en la vida

Podremos cada vez ser personas más valientes y aprender de cada error y conseguiremos ser seres más independientes y valientes. Con ello no sentiremos más capaces en todos los aspectos de nuestra vida. Ganaremos en autoconfianza y autoeficacia.

El cambio es constante en la vida

Lo único constante en la vida es el cambio y de este podemos sacar muchos aprendizajes. Para ello, tenemos que ser críticos con nosotros mismos, evaluando los propios comportamientos, sentimientos y pensamientos. Lo que nos permite aprender, desaprender y reaprender diferentes formas de actuar, hasta que encontremos la combinación más realista, positiva y, en consecuencia, adaptativa.

En nuestras manos está la capacidad para mejorar y conseguir así que mejore también nuestra manera de percibir la realidad. En consecuencia, conseguiremos estar cada vez más cerca de nuestro ideal de vida.

La posibilidad de conseguir la combinación que nos haga ser más felices está al alcance de nuestras manos. No hay que tener miedo, el cambio es bueno. Sé el arquitecto de tu vida.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.