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3 consejos útiles para mejorar tu memoria
La memoria no es simplemente una capacidad estática e innata. Puede entrenarse y mejorarse con unas sencillas técnicas

¿Crees que sería bueno para ti aprender en pocos minutos 3 técnicas para mejorar tu memoria? Frecuentemente escuchamos las excusas: “No, es que tengo muy mala memoria”, “No se me quedan las cosas”, o incluso, “no sirvo para estudiar”. Este artículo no pretende hacer creer que todo el mundo tenga la misma capacidad para el aprendizaje, ni mucho menos para la retención de datos, porque no tiene que ser así. Sin embargo, podréis mejorar vuestra capacidad de retención si seguís unos fáciles consejos.
La memoria es una gran desconocida para la gente, sin embargo es una función cognitiva central en nuestro potencial intelectual. Por ello, queremos empezar definiéndola, aunque sea muy someramente.
¿Qué es la memoria?
Una función cognitiva e intelectual y, a la vez, un fenómeno de la mente que permite al organismo codificar, almacenar y evocar la información del pasado. Surge como resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes neuronales. Estas redes, cuando se estimulan repetidamente -sea por la evocación, sea por el repaso-, propician un fenómeno llamado potenciación a largo plazo.
La buena noticia es que la memoria es una función cognitiva que puede entrenarse y, por consiguiente, mejorarse. Aducir falta de memoria ya no volverá a ser una excusa para ti, pues en este artículo queremos mostrarte:
3 consejos útiles para mejorar tu memoria
Toma nota, pues nunca has estado tan cerca como ahora de mejorar tu memoria:
1. Considerar la información a memorizar, interesante y atractiva
A menudo nos sorprendemos cuando alguien es capaz de recordar un suceso ocurrido años atrás con todo lujo de detalles. O, por ejemplo, viendo como algunas personas son capaces de memorizar largas listas de datos sin apenas esfuerzo.
Esto ocurre sencillamente porque a estas personas la información les resulta muy atractiva, por lo que sea. Tal vez les apasione el derecho y sean capaces de memorizar el código civil o el penal sin apenas esfuerzo. O, tal vez les guste mucho la historia y sean capaces de recordar la lista de los reyes godos (incluido el año en el que reinaron).
Si consideramos aquello que estudiamos como emocionante, y nos gusta aquello de lo que trata, aumentaremos nuestras probabilidades de recordarlo. No obstante, somos conscientes de que muchas veces es imposible considerar el estudio como algo apasionante y lleno de sentido. En estos casos, puede ser de utilidad un sencillo consejo de, nada más ni nada menos que Einstein:
“Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber…”
Debemos encontrar la motivación suficiente para hacer del estudio algo útil y valioso para nosotros.
2. Repetir los conceptos una y otra vez
Es el método por excelencia del estudiante. Pero no por ello el menos importante. Repetir los conceptos importantes una y otra vez refuerza la sinapsis del circuito neuronal creado al efecto, por lo que el acceso al contenido y su evocación estará garantizado. Obviamente, este método requiere mucho esfuerzo y tiempo.
Es mucho mejor grabarse la lección con el móvil u otro dispositivo y después escucharlo a la vez que lo lees de los apuntes. La información que se recibe por 2 sentidos de forma simultánea, mejorará la memorización del contenido.
3. Disminuir la complejidad de los temas convirtiéndolos en lineales y sencillos
Este debe ser el primer paso. Es mucho mejor empezar por los elementos más sencillos (tal vez podrás descomponer la tarea en partes más o menos asequibles). No te satures, intenta memorizar un poco cada día, pues la memoria se satura si debe procesar demasiados datos en un mismo momento.
También puedes asociar temas a colores. Utilizar subrayadores de diferentes tipos y colores. O utilizar frases o palabras claves que puedas desarrollar fácilmente o asociar a elementos o epígrafes del tema. De igual modo, puedes hacer dibujos que puedas transformar en una historia con el contenido del tema.
En definitiva, el trabajo y la concentración son claves en el aprendizaje, pero debemos intentar ayudarnos de diferentes trucos o técnicas que nos resultarán útiles.
De esta manera aumentaremos nuestras probabilidades de tener una verdadera memoria de elefante.
Licenciado en Psicología por la Universidad de Jaén en el año 2010. Máster en Psicología Clínica por la Universidad de Almería (2011) y Máster en Psicología Jurídica y Forense por el COPAO, Granada (2012). Doctorando en Ciencias Humanas y Sociales por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha publicado 8 artículos científicos y es autor de los siguientes libros: "Psicopatología General", "Neurociencias: etiología del daño cerebral" y "Evaluación Psicológica". Además, es coautor del libro "Modelo ROA: Integración de la Teoría de Relaciones Objetales y la Teoría del Apego". Ha participado en congresos internacionales sobre psicología clínica y forense. Desde 2010 ha ejercido profesionalmente como psicólogo clínico y forense, escritor, formador y profesor universitario. Actualmente, colabora con diversos medios digitales.