Miedo a los ratones o musofobia: síntomas y tratamientos

¿Conoces a alguien con miedo a los ratones o musofobia? ¿Sabes qué síntomas conlleva esta fobia específica y cómo se trata? ¡Descúbrelo aquí!
Miedo a los ratones o musofobia: síntomas y tratamientos
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 21 septiembre, 2020

Las fobias específicas son más comunes de lo que la mayoría de la gente piensa; aunque los datos de la prevalencia de estos trastornos varían en función de los estudios, esta se sitúa en torno al 5-15 % de la población. Además, la fobia específica es considerada el trastorno de ansiedad más prevalente en la población general. De manera más concreta, y según el DSM-5, su prevalencia en Europa se sitúa alrededor del 6 %.

Existen tantas fobias específicas casi como personas en el mundo, ya que se puede desarrollar una fobia prácticamente hacia cualquier cosa. Una de ellas es el miedo a los ratones o musofobia, de la que hablaremos en este artículo. Conoceremos en qué consiste, cuáles son sus síntomas predominantes y qué tratamientos han demostrado mayor eficacia hasta la fecha.

Miedo a los ratones o musofobia: definición

El miedo a los ratones o musofobia es una fobia específica, las cuales se incluyen dentro de la categoría de trastornos de ansiedad. Los síntomas predominantes de una fobia específica son: un miedo o ansiedad intensa (además de irracional y desproporcionada) ante un determinado objeto o situación fóbica, la evitación de dicho objeto o situación y la interferencia en la vida diaria y el sufrimiento. Su duración, para poder diagnosticarse, es de mínimo 6 meses.

Se puede desarrollar una fobia hacia a prácticamente cualquier elemento: animales (de cualquier tipo), situaciones sociales, personas, objetos, eventos naturales, sangre, payasos, sitios abiertos, sitios cerrados, etc. En el caso de la musofobia, el miedo se extrapola a los ratones y roedores en general. 

Debe quedar claro aquí que para poder diagnosticar una fobia es necesario que el miedo o la ansiedad cumpla todos estos requisitos (es decir: sea desproporcionado e irracional, además de intenso) y que los síntomas interfieran verdaderamente en la vida de la persona o produzcan un intenso malestar. Es decir, no es lo mismo tener miedo a algo (los miedos son muy comunes) que tener una fobia, lo cual constituye un trastorno clínico.

“El hombre que tiene miedo sin peligro inventa el peligro para justificar su miedo”.

-Alain Emile Chartier-

Mujer gritando por miedo a los ratones

Tipos de fobias

Tanto el DSM-IV-TR (2000) como el DSM-5 (2013) enumeran diferentes tipos de fobias específicas. Como veremos, el miedo a los ratones pertenece a una fobia de tipo animal:

  • Animal: según Antony y Barlow (1997), los animales más temidos son las arañas, serpientes, insectos, pájaros, ratas y ratones (musofobia) y gatos.
  • Ambiental: incluye fobia a las tormentas, al agua, viento, oscuridad…
  • Sangre/inyecciones/daño: agrupa las fobias a estos tres tipos de estímulos.
  • Situacional: se trata del miedo a diferentes situaciones, tales como ir en transporte público, volar en avión, subir a un ascensor, etc.
  • Otro tipo: aquí se agrupan las fobias que no pueden incluirse en los grupos anteriores.

Síntomas de la musofobia

Volviendo a la fobia que nos ocupa, el miedo o la ansiedad intensa hacia los ratones que caracteriza la musofobia se acompaña de otros síntomas psicofisiológicos, tales como: palpitaciones, mareos, náuseas, vómitos, etc. Además, a los síntomas psicofisiológicos se le añaden síntomas cognitivos (miedo a morir, a volverse loco o a perder el control) y síntomas conductuales (evitación del animal).

Por otro lado, otros de los síntomas del miedo a los ratones incluyen: que la persona tienda a comprobar todos los sitios para asegurarse de que no hay ratones cerca, que lleve ropa sobreprotectora para evitar que los roedores les toquen -aunque éstos no aparezcan- (por ejemplo para pasear por el campo), que necesite ir acompañada de otra persona si existe posibilidad de ver un ratón, que necesite llevar consigo un amuleto, etc.

El miedo y el resto de los síntomas en la musofobia se manifiestan ante la visualización o presencia del ratón o roedor, o ante la anticipación del mismo (pensar que veremos un ratón). Es decir, no es necesario que tengamos el ratón delante para desencadenar todos estos síntomas. Esta características forma parte de las fobias específicas.

“El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son”.

-Livio-

Tratamientos psicológicos para el miedo a los ratones

¿Qué opciones terapéuticas encontramos para combatir el miedo a los ratones o musofobia? Vamos a hablar de los tratamientos psicológicos más eficaces y utilizados:

Terapia por exposición

Según la Guía de tratamientos eficaces de M. Pérez (2010), el único tratamiento bien establecido (realmente eficaz) para la fobia específica es la exposición en vivo (terapia de exposición). Recordemos que la terapia de exposición implica exponer al paciente al estímulo fóbico de forma progresiva, a través de una jerarquía con los ítems fóbicos.

Estos ítems, en el caso del miedo a los ratones, incluirán su aproximación al animal; por ejemplo, podríamos empezar (ítem 1) por que el paciente vea fotos de ratones; después (ítem 2), vídeos de los mismos; seguidamente (ítem 3), que los vea desde lejos o a través de un cristal, etc. Es decir, se hará con el paciente una lista de las situaciones fóbicas que le generen ansiedad, y se irá exponiendo al paciente a las mismas (empezando por las situaciones menos fóbicas).

El objetivo final es que el paciente se acabe exponiendo al ítem final (ratones) sin ansiedad; es decir, que el estímulo fóbico (ratones) y las reacciones psicofisiológicas que manifiesta el individuo ante él (miedo, ansiedad…) acaben quedando desemparejadas.

Así, a través de la terapia por exposición (con tiempo y entrenamiento), el estímulo y la respuesta asociada quedan desasociados. Como complemento a este tipo de terapia para combatir el miedo a los ratones se utilizan también otras técnicas, tales como el entrenamiento en respiración, la relajación o la reestructuración cognitiva.

Programas multicomponentes cognitivo-conductuales

Como segunda opción terapéutica (según M. Pérez, considerados tratamientos probablemente eficaces), encontramos los programas multicomponentes cognitivo-conductuales.

Este tipo de programas, como su propio nombre indica, incluyen una serie de componentes, como la reestructuración cognitiva, el entrenamiento en relajación, la psicoeducación, etc. Son programas bastante completos y se adaptan a cada tipo de paciente.

Tratamiento por exposición a través de realidad virtual

Finalmente, según la Guía de M. Pérez (2010), encontramos la exposición a través de realidad virtual. Dicho tratamiento se considera en fase experimental a la hora de tratar las fobias específicas, como el miedo a los ratones (esto quiere decir que su eficacia aún se está probando). Sin embargo, los resultados son prometedores.

Básicamente, el tratamiento es el mismo que el de terapia por exposición pero a través de la realidad virtual, lo que ofrece mucha flexibilidad, un menor coste y múltiples posibilidades a la hora de crear entornos virtuales.

Paciente en consulta con el psicólogo

Tratamiento farmacológico

En cuanto al tratamiento farmacológico de las fobias específicas, como lo sería el miedo a los ratones, los fármacos no se consideran eficaces para combatirlas. Sin embargo, sí se emplean de forma puntual las benzodiacepinas y los betabloqueantes como complemento a la terapia de exposición.

Por otro lado, los últimos estudios muestran que la d-cicloserina, un antibiótico utilizado para el tratamiento de la tuberculosis, puede mejorar la terapia por exposición. Finalmente, como siempre decimos, lo ideal será realizar un tratamiento multidisciplinar acudiendo a los profesionales adecuados, sin olvidar nunca la vertiente psicológica para trabajar debidamente en las causas del miedo.


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  • American Psychiatric Association -APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid. Panamericana.
  • American Psychiatric Association -APA- (2000). DSM-IV-TR. Diagnostic and statistical manual of mental disorders (4thEdition Reviewed). Washington, DC: Author.
  • Pérez, M., Fernández, J.R., Fernández, C. y Amigo, I. (2010). Guía de tratamientos psicológicos eficaces I y II:. Madrid: Pirámide.

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