Milagro en el Hudson, 10 años de una historia sobre la intuición y la pericia

Se van a cumplir 10 años del llamado Milagro en el Hudson. Ahora bien, para los psicólogos lo realizado por el capitán Sully, no fue un milagro, fue una acción realizada por una mente experta que se guió por su acertada intuición y gran pericia.
Milagro en el Hudson, 10 años de una historia sobre la intuición y la pericia
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 14 noviembre, 2022

Les habla el capitán, póngase todos en posición de impacto. Así se dirigió Chesley B. Sullenberger (“Sully”) a sus 150 pasajeros antes de llevar a cabo lo que se conoce como el milagro en el Hudson. Tras chocar con una bandada de pájaros y perder el control de los motores, aquel experimentado piloto desoyó órdenes y siguió únicamente a su intuición: aterrizó con éxito sobre el mismísimo Hudson.

Permanece en el recuerdo colectivo aquel incidente del que ahora van a cumplirse ya diez años. Para muchos, fue el desembarco más exitoso en la historia de la aviación. Para otros, en cambio, fue toda una imprudencia. Aún hay quien cree que lo más acertado hubiera sido volver al aeropuerto y no haberse arriesgado a que una proeza con final feliz se convirtiera en toda una tragedia con vistas Nueva York.

Ahora bien, es precisamente aquí donde, desde un punto de vista psicológico, se abre lo más interesante de esta historia; de este milagro en el Hudson. Expertos en el campo del sexto sentido, inteligencia e intuición como Malcolm Gladwell han estudiado este caso para demostrarnos que el capitán Sully, en realidad, no llevó a cabo ningún “milagro”.

Lo suyo fue la proeza de todo un experto. La propia tripulación describió poco después que el capitán actuó en todo momento con una serenidad fuera de lo normal. A pesar de que su Airbus 320 se había quedado sin motores, él se comportaba como si tuviera pleno control sobre su nave. Y de hecho lo tenía.

El milagro en el Hudson aconteció en poco más de tres minutos. En aquel corto periodo de tiempo, su mente valoró la situación, analizó opciones y llevó a cabo la que él decidió que era la más idónea.

Desde el control de tráfico aéreo en LaGuardia pudieron ser testigos de un hecho escalofriante: vieron pasar el Airbus a menos de 270 metros por encima del puente George Washington

Sully y el Milagro en el Hudson

Milagro en el Huston, la historia

El relato sobre el milagro en el Huston se inicia a las 3:25 p.m. de un 15 de enero de 2009. Estamos en el aeropuerto de LaGuardia, en Nueva York. El día había amanecido frío y despejado y no se adivinaba impedimento alguno para que el vuelo 1549 de US Airways despegara.

Al mando estaba el capitán Sullenberger, “Sully”, un ex piloto de la Fuerza Aérea de los EE. UU de 57 años. Contaba tras de sí con más de 20.000 horas de vuelo, pero aún así nunca pudo imaginar que tendría que vivir aquella extraña experiencia. A los dos minutos de despegar, una bandada de pájaros golpeó la cabina del Airbus.

Eran gansos canadienses, la cabina se oscureció y los pasajeros empezaron a escuchar el impacto de unos golpes muy fuertes. A los pocos segundos, ocurrió algo inusual. Que estos animales choquen de vez en cuando con los aviones es algo tristemente recurrente. Ahora bien, lo que ya no lo es tanto, es que los motores lleguen a desactivarse.

Esto mismo fue lo que sucedió.

Valorando la mejor opción

Tras el impacto, la aeronave comenzó a descender, alcanzando una velocidad de 390 km/h a una altitud de unos 500 metros. Los controladores se ponen a trabajar en el aeropuerto de LaGuardia. Se da prioridad al vuelo 1549 para que regrese. Sin embargo, para sorpresa de todos, el capitán Sully avisa a la torre de que no va a volver. Desoye órdenes.

Segundos después, le avisan de que el aeropuerto más cercano es el de Teterboro en el condado de Bergen. Sin embargo, Sully junto con su copiloto, deciden hacer lo mismo: dar una negativa.

No podemos hacerlo, no vamos a ir a ningún aeropuerto. Vamos a aterrizar en el río Hudson.

Avión en el Hudson

Sully valoró la mejor opción en poco más de un minuto. Volver al aeropuerto de LaGuardia era una temeridad sin tener motores. Ir al de Teterboro no era una muy estrategia acertada. Se trataba de un aeropuerto con pistas muy cortas para un jet comercial tan grande como su Airbus. La salida más idónea era el propio río Hudson: iban a amenizar.

En toda la historia de la aviación hasta ese 2009, solo un avión comercial de gran tamaño había logrado amerizar con éxito. Fue el Tupolev Tu-124 en el año 1963. Ahora bien, el capitán Sully lo logró con una pericia fuera de lo normal, originando así el milagro en el Hudson.

Milagro en el Hudson, un ejemplo de intuición, experiencia y habilidad

Herbert Simon, célebre experto en ciencias sociales, señaló que las personas con experiencia en una materia determinada desarrollan una mente altamente eficaz e intuitiva. El capitán Sully es sin duda un ejemplo de ello. Ahora bien, por curioso que nos resulte, los meses posteriores a esa exitosa experiencia fue todo un infierno para el capitán del Airbus 320.

Tal y como nos mostró Clint Eastwood en la película Sully, las investigaciones realizadas pusieron en serias dudas sobre si aquella, había sido una maniobra acertada. Finalmente y tras un riguroso proceso, se demostró que el capitán hizo uso de su dilatada experiencia para ejecutar la mejor respuesta, la que salvó a 150 pasajeros y a la tripulación.

No fue un milagro, fue la maniobra de un experto

Efectivamente, hablar de maniobra es quitarle mérito a su protagonista. Así, Malcolm Gladwell explica que estas personas son capaces de reaccionar con elevada eficacia en momento de necesidad, al hacer uso de diversas estrategias:

  • Reconocimiento de patrones. Aunque no vivan siempre las mismas situaciones, saben reconocer estímulos semejantes de experiencias previas y hacer uso de respuestas que en el pasado les sirvió de ayuda.
  • Son perfiles con una elevada autoseguridad y templanza en momentos complicados.
  • Aplican a su vez, la intuición experta. Gary Klein destacado psicólogo del comportamiento, realizó un interesante estudio para demostrarnos algo llamativo. Nos señala que las mentes expertas no se preguntan qué hacer cuando hay una dificultad (no dudan). Se limitan a entender la situación en la que se encuentran, la analizan y después, saben exactamente cómo actuar.

Chesley B. Sullenberger, “Sully”, es un gran ejemplo de este tipo de perfil.

Clint Eastwood y Tom Hanks rodando el Milagro en el Hudson

Para concluir, se van a cumplir 10 años del llamado milagro en el Hudson. Recordar esta historia nos demuestra no solo la existencia de auténticos héroes, sino de personas que confían plenamente en su experiencia, en su intuición y sexto sentido para llevar a cabo auténticas proezas.


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  •  Sources of Power, How People Make Decisions, by Gary Klein. The MIT Press. 1999.
  • Zaslow. Jeffrey (2009) My Search for What Really Matters, by Captain Chesley “Sully” Sullenberger Harper-Collins.

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