¿Cómo se ve el mutismo selectivo en adultos?
El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad que, aunque es más habitual en niños, también puede manifestarse en adultos. Las personas afectadas son capaces de hablar y comunicarse en ciertos contextos o con personas específicas, pero no pueden hacerlo en otros. ¿Te suena extraño o tal vez familiar?
En este artículo exploramos sus causas subyacentes, los síntomas que lo caracterizan, su impacto en la vida cotidiana y las diferentes formas en las que se puede abordar. Empecemos.
Mutismo selectivo en adultos
Un artículo difundido en Psychiatria Polska destaca un cambio significativo en la última versión del Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM-V) con respecto al mutismo selectivo. Este se trasladó de la categoría «trastornos de la infancia y adolescencia» a «trastornos de ansiedad», lo que abrió la posibilidad de diagnosticar adultos.
En este contexto, no se distingue de manera específica entre niños y adultos, ya que se presenta de manera similar en ambos grupos etarios, aunque con algunas diferencias. Profundicemos en ellas.
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Diagnóstico
El diagnóstico del mutismo selectivo en adultos tiene su base en la observación de ciertos patrones de comportamiento, que deben cumplir con los criterios establecidos en el DSM-V. Entre ellos, se incluyen la interferencia notable en el rendimiento educativo, social o laboral y la incapacidad persistente de hablar en situaciones específicas en las que se espera que lo haga.
Se requiere que esta alteración persista durante al menos un mes y no pueda atribuirse a otro trastorno de la comunicación ni a la falta de conocimiento con el lenguaje hablado.
Causas
De acuerdo con un trabajo compartido en Der Nervenarzt, el mutismo selectivo suele iniciar en la primera infancia con una especie de mudez en ciertas situaciones. Es posible que los episodios de este tipo se extiendan hasta la edad adulta.
Su origen se considera multifactorial, con influencias genéticas, psicológicas y relacionadas con el desarrollo del lenguaje. A menudo, se acompaña por otros trastornos o condiciones como el autismo, la ansiedad o fobia social y la depresión. Entonces, la combinación de estos factores contribuiría a la aparición y persistencia del mutismo selectivo.
Algo esencial a resaltar es que el silencio no suele ser una elección consciente y voluntaria por parte de la persona, sino que se origina como una respuesta de ansiedad abrumadora ante situaciones concretas.
Síntomas
Además de las características definitorias según los criterios diagnósticos, es común observar otros síntomas más específicos en adultos con mutismo selectivo. Por ejemplo, los siguientes:
- Tendencia a evitar encuentros sociales, aislándose de los demás.
- Timidez excesiva y el temor al rechazo, lo que complica todavía más la interacción social.
- Los adultos con mutismo selectivo suelen sentirse más cómodos en contextos en los que no se espera que hablen, como en el cine o el teatro.
- Síntomas físicos de ansiedad como palpitaciones, sudoración excesiva, temblores y tensión muscular, ante situaciones que desencadenan el mutismo selectivo.
- Incapacidad de hablar en reuniones de trabajo, eventos sociales o lugares públicos, a pesar de comunicarse con total normalidad con personas de confianza o en contextos que consideran seguros.
Bajo este complejo escenario, es importante mencionar que el estrés, la frustración y el malestar en general son reacciones comunes en estas personas, agravando aún más el panorama.
¿Cómo impacta en la vida cotidiana?
Este problema puede tener un impacto fuerte y negativo en diferentes áreas de la vida. En el ámbito laboral, la persona enfrenta desafíos al ser incapaz de comunicarse en reuniones, presentaciones o al interactuar con colegas.
La vida social también se ve trastocada. Las dificultades en la participación social desarrollan un circuito perjudicial y complejo en el que la persona se retrae, desperdicia oportunidades para establecer nuevos lazos afectivos y, con el tiempo, pierde la confianza en sí misma para interactuar.
Por otro lado, la preocupación por situaciones que desencadenan el mutismo selectivo contribuye con problemas de salud mental, como la depresión y el aumento de estrés. Asimismo, es posible que la timidez y el miedo a la desaprobación limiten el crecimiento personal y la autoestima.
En resumen, el mutismo selectivo tiene repercusiones significativas en diversos aspectos de la vida cotidiana, lo que destaca la importancia de comprender y abordar este problema.
Tratamiento para el mutismo selectivo en adultos
La forma de tratar el mutismo selectivo en adultos varía según las comorbilidades o causas específicas que incidan en el trastorno. El abordaje debe ser personalizado, de acuerdo con las necesidades singulares de cada persona.
Por ejemplo, el tratamiento de un paciente con mutismo selectivo que, a su vez, presenta fobia social requiere un enfoque diferente al de alguien que experimenta depresión o ansiedad generalizada. O al de aquellos que enfrentan una combinación.
No obstante, el abordaje siempre debe centrarse en la psicoterapia como piedra angular del tratamiento. En este sentido, conforme a la investigación difundida en Nordic Journal of Psychiatry, la terapia cognitivo-conductual es uno de los métodos más utilizados para ayudar a desarrollar estrategias de afrontamiento y comunicación.
En algunos casos, son necesarios ciertos medicamentos en combinación con la terapia. La decisión de incluir un tratamiento complementario psicofarmacológico tiene que tomarla un profesional de la salud mental y dependerá de las necesidades de cada persona.
¿Este tema resuena contigo?
Si presentas síntomas de mutismo selectivo o alguien cercano lo padece, es fundamental que busques apoyo y orientación.
Hay profesionales especializados que pueden ofrecerte la ayuda necesaria para superar este desafío. No tienes que enfrentar el proceso en soledad.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
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