Negligencia parental, una forma de maltrato infantil

La negligencia es una forma de maltrato infantil que deja secuelas tanto físicas como psicológicas en los niños, las cuales pueden perdurar hasta la adultez.
Negligencia parental, una forma de maltrato infantil
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 26 mayo, 2022

Si bien la mayoría de padres asumen adecuadamente el cuidado, la educación y la protección de sus hijos, también lo es que hay otros padres que no poseen las competencias suficientes para cuidarlos de forma óptima. O que, por otros motivos, no los cuidan bien o incluso, los maltratan; es lo que se conoce como negligencia parental.

La negligencia parental es lo opuesto al cuidado integral del niño; supone no atender sus necesidades y en casos más graves, ejercer maltrato hacia ellos. Por ello hablamos, en realidad, de una forma de maltrato infantil que ejercen los padres, los tutores o los cuidadores hacia los niños.

Este maltrato o esta falta de cuidado se sostiene en el tiempo y tiene un impacto innegable en el bienestar y el desarrollo del niño, que necesita ser querido, protegido y cuidado. ¿Qué más sería bueno conocer sobre este tipo de maltrato? ¿Cuáles son sus causas y consecuencias? ¿Qué tipos de negligencia existen?

La negligencia parental

La negligencia parental, también llamada negligencia infantil, es una forma de maltrato de los padres (o tutores) hacia sus hijos. Esta forma de maltrato se manifiesta de diferentes maneras: falta de cuidado en sus necesidades básicas, cuidado inadecuado, abuso o maltrato físico o psicológico, etc.

Los padres que ejercen negligencia parental hacia sus hijos son incapaces de detectar las necesidades y los cuidados que requieren sus hijos para crecer de forma saludable a nivel físico y mental. También pueden considerar sus propias necesidades (como padres) más importantes que las de sus hijos. Pero, ¿cuáles son las causas de esta negligencia?

Niño triste por negligencia parental
Los padres negligentes son incapaces de detectar las necesidades de sus hijos.

Causas de la negligencia parental

Las causas de la negligencia parental son diversas. Entre las más habituales encontramos:

Falta de recursos

La falta de recursos en los padres, tanto económicos como emocionales, puede ser una de las causas de la negligencia parental. Esta ausencia de recursos dificultaría su capacidad para atender a las necesidades y al cuidado de sus hijos.

Existencia de trastornos mentales no tratados

Los padres con trastornos mentales, sobre todo, aquellos que no se están tratando ni psicológica ni farmacológicamente también están en el fondo de muchas situaciones de negligencia parental.

Y es que, para poder cuidar y educar adecuadamente a un hijo, es fundamental que la salud mental esté preservada. Por otro lado, no es lo mismo de hablar de problemáticas o dificultades de salud mental que de trastornos mentales (más graves).

Actitudes parentales inadecuadas o estilos de crianza tóxicos

Los estilos de crianza también tienen una influencia en la aparición de una situación de negligencia parental, así como las actitudes parentales. Por un lado, hay estilos de crianza que pueden ser muy negativos para los niños, como rigidez excesiva, autoritarismo o, en casos extremos, castigo y maltrato.

Las actitudes parentales (aquellas que nos permiten educar de forma saludable) también son importantes en estos casos; si estas son nulas o deficitarias, es más probable que se produzca una situación de negligencia parental.

Competencias parentales ausentes

Un concepto similar al anterior es el de las competencias parentales. En un artículo de López, Martín, Cabrera, y Máiquez (2009), estas son definidas como “ aquel conjunto de capacidades que permiten a los padres afrontar de modo flexible y adaptativo la tarea vital de ser padres, de acuerdo con las necesidades evolutivas y educativas de los hijos“.

Pero si estas competencias están ausentes, no se han aprendido nunca o son deficitarias, es cuando puede surgir la negligencia parental. A su vez, las causas de esta incompetencia pueden ser varias:

  • Historias familiares, personales y sociales anteriores (en los padres) de maltrato, abandono o exclusión social.
  • Pérdidas o rupturas importantes en la infancia de los padres y madres de estos niños.
  • Protección inadecuada o inexistente en estos padres, durante su infancia.

Tipos de negligencia parental

A grandes rasgos, podemos hablar de tres tipos de negligencia parental:

  • Negligencia física: conductas que dificultan el adecuado desarrollo físico del niño (por ejemplo, ofrecerle una mala alimentación).
  • Negligencia psicológica: no estimular de forma adecuada las capacidades cognitivas y emocionales del niño; ignorarle, menospreciarle, etc.
  • Negligencia educativa: no proporcionarle al niño una educación formal (impedirle que vaya a la escuela).
Niño triste
La negligencia parental deja una huella emocional en los niños que puede extenderse a la vida adulta.

Consecuencias emocionales del maltrato

La negligencia parental tiene un impacto negativo en el bienestar emocional del niño, que un día crecerá y se hará mayor. Por ello es tan importante detectar este tipo de situaciones de mala crianza, y, sobre todo, prevenirlas. En esta línea, y a nivel de consecuencias, la Sociedad Español de Psiquiatría (SEPSIQ) ha evaluado los efectos emocionales más frecuentes de la negligencia parental.

Según los expertos, la parte emocional es crucial, y a menudo los niños que sufren este tipo de situaciones crecen con la creencia de que sus padres no les quisieron. Muchos otros también sienten culpa.

Además, esta situación también puede generar un trauma infantil con efectos a corto y largo plazo durante la vida, problemas de autoestima, dificultades para vincularse de forma saludable, etc.


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  • López, Ma., Martín, J. Cabrera, E. y Máiquez, Ma. (2009). Las competencias parentales en contextos de riesgo psicosocial. Psychosocial Intervention, 18(2), 113-120. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179814021003
  • Pérez-Muga, O. (2007). Negligencia: discriminación y desprotección de la infancia. Psicología sin fronteras.

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