¿Por qué hay tanta violencia en el fútbol?

La violencia entre los aficionados al fútbol es un fenómeno que observamos con demasiada frecuencia. ¿A qué se debe este comportamiento? En este artículo nos adentramos en algunas teorías que lo abordan.
¿Por qué hay tanta violencia en el fútbol?
Francisco Javier Molas López

Escrito y verificado por el psicólogo Francisco Javier Molas López.

Última actualización: 01 febrero, 2022

¿Por qué hay tanta violencia en el fútbol? Más concretamente entre los aficionados. Con demasiada frecuencia vemos en las noticias terribles acontecimientos entre hinchadas rivales. El último acontecimiento violento se ha visto en la final de la Copa Libertadores que enfrentaba a los equipos argentinos River Plate y Boca Juniors.

Como consecuencia de la violencia que se generó entre varios grupos de aficionados, la final, en lugar de jugarse en Argentina, tuvo que jugarse en España. Mucha gente muestra su perplejidad y asombro ante este tipo de comportamientos colectivos y no entienden las razones que hacen que ocurra.

No obstante, la psicología lleva muchos años estudiando el comportamiento social de los grupos, por lo que en este artículo trataremos de arrojar luz a lo que se esconde detrás de estas conductas tan violentas y agresivas.

Violencia en el fútbol desde el proceso de desindividuación

No existe una única teoría que reúna todas las razones que den explicación a estos hechos, pero sí existen teorías que los abordan. En primer lugar, para explicar la violencia en el fútbol abordaremos el proceso de desindividuación. Este proceso no explica en sí la violencia, pero sí el comportamiento en grupo.

Aficionado al equipo de fútbol

Imaginemos que estamos presenciando un partido de fútbol y un jugador del equipo rival está cerca de nosotros. Si tenemos intención de insultarle pero estamos rodeados de aficionados del equipo contrario, con toda probabilidad no lo haremos. Ahora bien, ¿qué ocurriría si estuviéramos rodeados de aficionados de nuestro mismo equipo?

Si los aficionados que nos rodean son del mismo equipo y sus intenciones también son de insultar, al final acabaremos todos agrediendo verbalmente al jugador del equipo rival. ¿Cuál es la diferencia entre las dos situaciones? El anonimato y la responsabilidad.

“La violencia es el último recursos del incompetente”.

-Isaac Asimov-

Como señalan Moral, Gómez y Canto (2004), “en estas situaciones, el anonimato, el grupo y la auto-conciencia individual reducida llevarían a las personas a tener comportamientos desinhibidos, impulsivos y antinormativos”.

Cuando gozamos de anonimato nos volvemos más proclives a realizar acciones violentas. Si nadie sabe que somos nosotros los que insultamos, lo haremos con más probabilidad que si somos el centro de atención. Por otro lado, al estar en grupo la auto-conciencia disminuye, esto es, nuestra responsabilidad la trasladamos al grupo. Dejamos de ser nosotros y nos volvemos el grupo, por lo que lo que se suele pensar es “no sólo insulto yo, sino el grupo“.

Proceso de conformismo

El conformismo es otro proceso que podría explicar la violencia en el fútbol. Este proceso consiste en la modificación de la respuesta de un individuo acercándola a aquella que expresa una mayoría de personas. Es decir, cambiar nuestra conducta para adaptarla a la del grupo.

Como señalan Paéz y Campos (2003), “el conformismo es el cambio de creencias o conductas debido a la presión de un grupo, que modifica las disposiciones previas del sujeto en la dirección de la norma establecida por el colectivo en cuestión”.

En los grupos podemos encontrar varios tipos de normas, entre ellas: la norma descriptiva, que hace referencia a cómo se actúa dentro del grupo. Y la norma prescriptiva, que alude a cómo se espera que se actúe. El conformismo es un tipo de influencia normativa, ya que el individuo es capaz de cambiar su conducta personal para adaptarla a la del grupo. Es capaz hasta de llevar a cabo conductas totalmente opuestas a las que llegaría a cabo de forma individual.

“La victoria obtenida por la violencia es equivalente a una derrota porque es momentánea”.

-Gandhi-

Por lo tanto, si nuestro grupo de referencia se comporta de forma violenta, no sería extraño que nosotros adoptásemos ese comportamiento. Este conformismo aumenta a medida que se elevan los niveles de control del grupo sobre sus miembros y la interdependencia entre ellos. También aumenta cuando se da cierta incertidumbre o ambigüedad, esto es, “cuando no sé qué hacer, adopto la conducta del grupo”.

El conformismo aumenta cuando existe similitud entre el grupo y el individuo. Si alguien se siente muy identificado con un equipo de fútbol y con la ideología violenta de un grupo de aficionados, estará más conforme en llevar a cabo conductas violentas.

Personas viendo un partido de fútbol

Reflexión final

La violencia en el fútbol es una realidad que vivimos de forma demasiado frecuente. Expectativas desmesuradas en estímulos externos provoca que depositemos nuestra felicidad en acontecimientos como un partido de fútbol.

Si no hemos recibido una educación adecuada y estamos acostumbrados a resolver las diferencias por el camino de la violencia, no será difícil que ante una desavenencia actuemos con agresividad. Por tanto, una educación correcta y respetuosa con los demás es una base importante para evitar este tipo de comportamientos.

Un mundo interior rico y una mente abierta y reflexiva también nos aportarán solidez en nosotros mismos y reducirá nuestra necesidad de formar parte de un grupo. Detrás de esta necesidad, en muchas ocasiones se esconde una falta de autoestima que intentamos paliar perteneciendo a un grupo.

El sentimiento de pertenencia nos da la sensación de plenitud emocional, por lo que la plenitud personal que no he desarrollado en mi interior, la busco fuera.

Aprender, conocerse a sí mismo, será fundamental para no caer en grupos donde la violencia es una de sus máximas. Ya que cuánto más baja sea nuestra autoestima y más “fuerte” sea el grupo, más necesidad de pertenencia tendremos. Así pues, si comenzamos a respetarnos a nosotros mismos y a los demás, este tipo de acontecimientos serán cosa del pasado.


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