¿Por qué nos entristecen los días grises?

¿Te sientes eufórico los días soleados y tu estado de ánimo decae ante la falta de luz solar? Exploramos el origen de este fenómeno.
¿Por qué nos entristecen los días grises?
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 26 julio, 2020

¿Eres de esas personas que acusan de forma importante los cambios de clima? Cuando el día amanece nublado, ¿notas un claro descenso en tu estado de ánimo? Tranquilo, no estás solo ni te sucede nada extraño; son muchas las personas a quienes les entristecen los días grises. Y esto tiene una explicación tanto biológica como psicológica.

Es necesario recalcar que no todos experimentamos este fenómeno. Hay quienes disfrutan los días de lluvia, las temperaturas más bajas y el estilo de vida que este clima trae aparejado. Pero, para otros, los meses de otoño e invierno suponen un duro golpe anímico que puede ser difícil de remontar. Por eso hoy trataremos de explicar lo que ocurre en el organismo de quienes muestran esta tendencia.

Mujer con depresión mirando por la ventana

¿Por qué nos entristecen los días grises?

Neurobiología

Desde un punto de vista biológico, tengamos en cuenta que el cuerpo funciona en base a los ritmos circadianos. Estos, entre otras cosas, regulan nuestros ciclos de sueño-vigilia. Así, podríamos decir que el organismo se sincroniza cada día en función de los cambios en la luz solar que recibe.

Una mayor iluminación nos indica el inicio de una nueva jornada y un descenso en la misma nos prepara para finalizar el día y descansar. Además, existen dos importantes sustancias que juegan un papel relevante en este proceso:

  • La melatonina se encuentra en nuestro organismo en distintas concentraciones en función de la luz solar. Así, cuando oscurece, se produce una mayor liberación de esta hormona que nos relaja y nos adormece. Nuestra temperatura corporal disminuye y nos preparamos para el sueño. De esta manera, los días grises con su falta de luz solar generan el mismo proceso, por lo que nos sentimos apáticos y desganados ya que nuestro organismo comienza a desactivarse.
  • La serotonina es el neurotransmisor de la felicidad. Su presencia nos activa, aumenta nuestro estado de ánimo y nos predispone a las relaciones sociales. Además, disminuye el número de pensamientos negativos que podemos llegar a tener. No obstante, la falta de luz solar hace que nuestros niveles de serotonina desciendan de forma importante, de modo que el decaimiento, la tristeza y la nostalgia hacen acto de presencia.

Psicología

Sin embargo, si nos entristecen los días grises no es directamente por el efecto de estas sustancias, sino por los cambios cognitivos y conductuales que experimentamos. Es decir, en última instancia, son nuestros pensamientos y comportamientos los que hacen que esa tristeza y apatía se mantengan.

Quienes experimentan los efectos del clima en el estado de ánimo tienden a replegarse sobre sí mismos durante los días nublados, fríos o lluviosos. Se vuelven más inactivos, más solitarios y más centrados en pensamientos circulares disfuncionales. Realmente reducen su actividad, restringen su contacto social y su diálogo interno se vuelve más pesimista y disfuncional.

Depresión estacional

Para algunas personas, este fenómeno va mucho más allá de tener ciertos días malos. Aquellos que padecen depresión estacional experimentan en algún grado los síntomas típicos de un trastorno depresivo durante los meses de otoño e invierno, desapareciendo durante la primavera y el verano.

Durante estos meses más grises, en los que los cielos nublados son más frecuentes, sufren tristeza, falta de energía y alteraciones en el sueño y el apetito. Además, caen en el pesimismo y adoptan una perspectiva de desesperanza respecto al futuro. También pueden sentirse irritables y alimentar pensamientos de culpa.

En muchas ocasiones, este padecimiento se trata con fototerapia: la persona se expone cada mañana a una brillante luz artificial durante un periodo de tiempo con el fin de paliar los efectos de la ausencia de luz natural. Aun así, esta estrategia no siempre da resultado.

Hombre triste mirando por la ventana

¿Qué hacer si nos entristecen los días grises?

Ya que no está en nuestra mano cambiar las condiciones climáticas, habremos de incidir en los factores cognitivos y conductuales. Si has detectado que te entristecen los días grises, haz un esfuerzo consciente por no caer en la apatía y el pesimismo.

Así, trata de vencer la inercia y actívate; realiza actividades que te resulten placenteras tanto dentro como fuera de casa. Organiza reuniones con tus amigos y familiares o dedica más tiempo a alguna afición que hayas descuidado. Igualmente, presta atención a tus pensamientos e intervén cuando identifiques dinámicas negativas. Ante todo, si no puedes hacerlo solo, busca ayuda.


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