Psicosis esteroidea: ¿puede la cura ser peor que la enfermedad?

¿Puede algún tipo de fármaco provocar episodios de psicosis? Este es uno de los posibles efectos secundarios derivados del tratamiento con corticoides.
Psicosis esteroidea: ¿puede la cura ser peor que la enfermedad?
Cristina Girod de la Malla

Escrito y verificado por la psicóloga Cristina Girod de la Malla.

Última actualización: 14 mayo, 2020

Los corticosteroides o corticoides se emplean en el tratamiento de trastornos inflamatorios y autoinmunes y de procesos alérgicos. A pesar de todos los beneficios, el tratamiento con corticoides conlleva riesgo de aparición de efectos secundarios, algunos de ellos graves. Entre los posibles efectos secundarios de tipo psiquiátrico podemos encontrar la psicosis esteroidea o psicosis inducida por esteroides.

Las hormonas esteroides son unas hormonas que produce naturalmente nuestro organismo y que son necesarias para su correcto funcionamiento. Se producen en las glándulas suprarrenales. En concreto, la corteza suprarrenal secreta mineralcorticoides (aldosterona) y glucocorticoides (corticosterona, hidrocortisona y cortisol). Los glucocorticoides tienen efecto antiinflamatorio, antihistamínico e inmunosupresor.

Los corticosteroides imitan el efecto natural de las hormonas suprarrenales y, por sus efectos, se utilizan para tratar trastornos autoinmunes, para el tratamiento de enfermedades inflamatorias y para las alergias, entre otros muchos usos. Además, son el tratamiento principal en casos como la enfermedad de Addison, en la que las glándulas suprarrenales no son capaces de producir sus hormonas.

En concreto, estos fármacos están indicados para enfermedades como la dermatitis atópica, el lupus, el cáncer, el asma o la artritis reumatoide, entre otros. La dosis y forma de administración de los corticosteroides depende de la enfermedad que se vaya a tratar con ellos.

Corticoides

Psicosis esteroidea y otros efectos secundarios provocados por corticoides

Estas hormonas sintéticas o semisintéticas son el tratamiento central de muchas enfermedades sistémicas. Sin embargo, su administración (sobre todo a largo plazo) puede provocar diferentes efectos secundarios, en algunos casos graves, como pueden ser los siguientes:

  • Alteraciones oftalmológicas, como glaucoma o cataratas.
  • Retención de líquido, hinchazón o aumento de peso.
  • Aumento de la presión arterial.
  • Aumento de la propensión a contraer infecciones, por el efecto supresor sobre el sistema inmunológico.
  • Osteoporosis y aumento del riesgo de sufrir fracturas.
  • Alteraciones de memoria y deterioro cognitivo.

Respecto a los trastornos mentales inducidos por corticoides, se calcula una prevalencia de entre el 3 y el 6 %, siendo el doble de frecuente la aparición en mujeres. La posibilidad de desarrollo de síntomas psicóticos es dosis-dependiente, es decir, aumenta la probabilidad conforme aumenta la dosis de fármaco. El DSM-IV incluía los siguientes trastornos inducidos:

  • Trastornos del ánimo, tanto del polo maníaco como del polo depresivo.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Delirium.
  • Psicosis.

Los cuadros de psicosis inducida por esteroides se caracterizan por la aparición de perplejidad, confusión, agitación, ideación delirante y alucinaciones. Este cuadro fue descrito por primera vez en los años 50 del siglo XX.

Las manifestaciones de psicosis inducida por esteroides pueden darse en cualquier momento, tanto al inicio del tratamiento como durante el tratamiento o tras el cese del mismo. Sin embargo, es más frecuente que se desarrolle dentro de los primeros once días de tratamiento con corticosteroides.

Tratamiento de la psicosis esteroidea

En la mayoría de los casos, la psicosis esteroidea no sigue el curso clínico habitual, lo cual dificulta el diagnóstico y el abordaje de la sintomatología. Si se sospecha que la causa de la psicosis es el tratamiento con costicosteroides, el médico revisará la dosis y la reducirá si es necesario y de manera segura.

Normalmente, tras el ajuste o suspensión de la toma de estos fármacos, los síntomas desaparecen en el plazo de dos semanas en el 50 % de los afectados y en un plazo de seis semanas en el 90 %.

Si la reducción de la dosis no fuera suficiente para reducir los síntomas psicóticos, podría ser necesario iniciar un tratamiento con antipsicóticos atípicos. Entre los más indicados para estos casos están la olanzapina, la quetiapina y la risperidona.

Mujer con ansiedad

Conclusiones sobre la psicosis esteroidea y su abordaje clínico

A pesar de los beneficios del tratamiento con corticoides para determinadas patologías, la existencia de los efectos secundarios antes mencionados puede provocar que algunas personas se nieguen a usarlos por miedo a ellos. Además, este miedo impide poder valorar los beneficios que reportaría el tratamiento con éstos. Es lo que se conoce como corticofobia.

No debemos olvidar que los médicos conocen el riesgo y, por ello, controlarán estrechamente cualquier cambio detectado durante el tratamiento y, si es necesario, podrán realizar a tiempo los ajustes necesarios en la dosis o en la duración del tratamiento. Esto permitirá reducir al máximo los síntomas secundarios sin perder efectividad en el tratamiento de la enfermedad para la que fueron descritos.

Es cierto que algunos síntomas secundarios, como la psicosis esteroidea, pueden llegar a ser muy molestos y alarmantes, casi más que la enfermedad que tratan. Sin embargo, sabemos que es más probable su aparición en tratamientos prolongados en el tiempo. Además, sin esta opción terapéutica, muchas enfermedades sistémicas no contarían con un tratamiento que permitiera manejarlas adecuadamente.


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