7 reglas mnemotécnicas para estudiar de manera efectiva

Estudiar puede hacerse cuesta arriba si tienes que memorizar ítems sin contexto ni asociaciones. Echa un vistazo a estas técnicas para hacerlo un poco más eficiente y llevadero.
7 reglas mnemotécnicas para estudiar de manera efectiva
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 01 septiembre, 2023

Por desgracia, es imposible evitar la memorización bruta de algunas partes de los apuntes. La buena noticia es que existen muchas de reglas mnemotécnicas para estudiar y ahorrar esfuerzo cognitivo al mismo tiempo.

No es necesario sufrir mientras aprendes. Asegurar una memorización efectiva y ahorrar tiempo no solo te dejará más momentos libres, sino que restará ansiedad en el momento del examen. Por eso, no te pierdas ninguno de estos trucos para retener información; seguro que alguno te sirve.

¿Qué es una regla mnemotécnica?

Una regla mnemotécnica es una frase corta, construida de manera artificial, que sirve para recordar conceptos con facilidad. Se basa en la tendencia que tenemos a recordar mejor lo novedoso o lo infrecuente. Por tanto, si logras construir una frase lo suficientemente extravagante, es muy probable que no tengas problemas en recordarla.



Reglas mnemotécnicas para estudiar mejor

Dicho esto, vamos con algunas técnicas para construir estas reglas que ayudan a recordar aquello que tiene que memorizarse sin remedio. No te pierdas ninguna.

1. Relacionar números y letras

Esta regla es útil al recordar fechas y datos numéricos. Consiste en hacer una frase donde cada palabra tenga las mismas letras que cada uno de los números. Por ejemplo, si tu clave del banco es 2256, puedes elaborar esta frase: «Es(2) un(2) lindo(5) gatito(6)». Si la recuerdas, solo tendrás que contar las letras de cada palabra.

2. Convertir

Esta es una de las reglas mnemotécnicas para estudiar un poco más compleja, pero muy beneficiosa al acordarse de cifras que no tienen conceptos asociados y elaborar contraseñas. Se trata de sustituir cada número por una letra que tenga un aspecto similar. Un ejemplo de ello sería 8470, que podría transformarse en «GATO».

3. Tomar la primera letra

Una de las más populares reglas mnemotécnicas para estudiar es la de tomar la primera letra de una lista de palabras a memorizar y formar con ellas una frase. A continuación, un ejemplo.

Tienes que memorizar los principales ríos de España: Miño, Duero, Tajo, Ebro, Guadiana, Guadalquivir, Júcar y Segura. Por tanto, tienes las letras MDTEGGJS.

Se podría transformar en «Muy Dentro de Ti Están Guardiola y Goya Jugando al Solitario». De esta forma, la frase es fácil de recordar porque es extravagante. Solo tendrías que atender a las primeras letras para rememorar los ríos.

4. Método LOCI

Aunque este método es más complejo que los anteriores, a algunas personas les da muy buen resultado. Para llevarlo a cabo se relacionan lugares físicos con la lista de ítems que se deben recordar.

Imagina que tienes que memorizar una sucesión de reyes. Para usar el método LOCI toma como referencia tu escuela, por ejemplo. Desde ese punto, cada nuevo rey en la línea sucesoria sería un emplazamiento diferente; digamos, en este caso, las paradas de la línea de metro hasta tu casa.

Como curiosidad, esta técnica también se emplea para ayudar a recuperar información autoafirmativa y positiva en personas con depresión, señala un artículo de Clinical Psychological Science .

5. Encadenar sílabas

Este método es similar al de tomar la primera letra de cada palabra, pero empleando sílabas relevantes en su lugar. Es beneficioso para recordar asociaciones y normas. Uno de los ejemplos más famosos es el que se usa en química: «Cuando el OSO toca el pITO, PerICO toca el silbATO».

Con esta fórmula, es fácil acordarse de que los ácidos con un nombre terminado en «oso» forman sales que terminan en «ito». Los ácidos que terminan en «ico», por el contrario, forman sales con terminación «ato».

6. Estimular la creatividad

Otra de estas reglas para memorizar requerirá algo de imaginación. Para aquellas personas que tienen facilidad de recordar asociando conceptos y dotando de sentido a las sucesiones, esta es una de las favorables.

Consiste en crear un pequeño relato con los conceptos a memorizar. Así, se añade contexto y emocionalidad a datos en bruto. Si vinculas una lista de nombres de personajes históricos con una escena en una oficina, por ejemplo, te será más fácil dar con las palabras recordando ese relato.

7. Inventar palabras

Si te cuesta recordar las historias que produces o las palabras que enlazas a los ítems, esta regla mnemotécnica solventará esos problemas. Basta con juntar las primeras sílabas de la lista que tienes que memorizar y construir una palabra con ellas. 

Un ejemplo: ¿tienes que memorizar los gases nobles? Helio, neón, argón, kriptón, xenón, radón y oganesón. Prueba con HENEARKIP XERAOGA. Lo atípico de la palabra te ayudará a retenerla mejor.



¿Sirven las reglas mnemotécnicas para estudiar menos?

Sí y no. Por un lado, te ayudarán a retener de forma más rápida, pero no sustituyen al resto de técnicas de estudio. Su utilidad reside en dotar de sentido y notoriedad a datos que se tienen que retener sin un contexto ni asociación, pero no basta con memorizar los apuntes para adquirir conocimientos. El objetivo es asentar datos en la memoria que sean recuperables a largo plazo.

Por eso, no olvides que la mejor manera de estudiar es combinar las técnicas que más te funcionen, organizar bien el tiempo y mantener tu salud física y mental en un estado óptimo. Mucho ánimo con esas horas que pasan entre apuntes.


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