Siempre creo que estoy enfermo: ¿qué me sucede?

¿Has pensado alguna vez "siempre creo que estoy enfermo"? En ciertos casos, los malestares físicos sin explicación podrían ser señal de problemas emocionales no resueltos.
Siempre creo que estoy enfermo: ¿qué me sucede?
Ebiezer López

Escrito y verificado por el psicólogo Ebiezer López.

Última actualización: 01 febrero, 2022

La salud física condiciona de manera significativa nuestra calidad de vida y por eso es recomendable hacernos una revisión con frecuencia. Sin embargo, en algunos casos, la preocupación por la salud puede llegar a extremos que no son positivos. “Siempre creo que estoy enfermo” es algo que dicen las personas que viven esta situación, pero no encuentran la raíz de su problema. Para ese punto, lo más probable es que no exista una explicación fisiológica para su condición y busquen otras opiniones.

Sentir que estamos enfermos en todo momento -después de haber acudido al especialista- o creer que corremos el riesgo de enfermar es un posible indicio de problemas psicológicos. Ante esta situación, hay distintas alternativas que puedes considerar.

Pienso con frecuencia que estoy enfermo, y no sé por qué

En muchos puntos, como especie, somos muy vulnerables. Por ende, es normal pensar en nuestra salud hasta cierto punto y mantener hábitos como hacer ejercicio o comer sano. Sin embargo, hay personas que desarrollan una preocupación anormal por su salud, lo que puede tener varias causas.

En estos casos, las ideas en torno a la salud interfieren con la calidad de vida de los pacientes. Es posible que dejen de socializar por temor a contagiarse de alguna enfermedad peligrosa, incluso cuando sea poco probable. De igual modo, podrían tener problemas en el trabajo, las relaciones de pareja y, en general, con su calidad de vida.

La frase “siempre creo que estoy enfermo” va acompañada de sentimientos, como miedo y angustia, que se vuelven parte de la cotidianidad. A largo plazo, el estado constante de estrés puede terminar causando afecciones severas. Entonces, ¿a qué se debe dicha preocupación?

Mujer con miedo

Delirio hipocondríaco

El trastorno delirante es una alteración psicológica que se caracteriza por la presencia de una o más creencias delirantes. Con delirio, nos referimos a una idea que altera la forma en que percibimos el mundo y a nosotros mismos. Dicha percepción no puede modificarse, incluso cuando se presenta evidencia que es contraria.

Dentro de este grupo se distinguen varios subtipos, entre ellos se halla el delirio hipocondriaco. Se distingue porque quien lo padece vive con la convicción delirante de que padece algún problema grave. Con frecuencia, estas personas se someten a exámenes médicos y aunque los resultados sean normales, siguen convencidos de su enfermedad. En algunos casos, pueden llegar a medicarse o a someterse a procedimientos médicos invasivos.

Por otro lado, con la cantidad de contenidos que hay internet, las personas con este síntoma tienden a buscar diagnósticos en la red. Un estudio de Eichenberg y Schott (2019) mostró que quienes presentan hipocondría suelen usar internet para buscar información sobre salud. Además, consideran alternativas, como comprar fármacos sin prescripción en línea y cambiar de doctor con más frecuencia.

Ansiedad por enfermedad

Pensar “siempre creo que estoy enfermo” puede relacionarse con la ansiedad por enfermedad. Los pacientes que la padecen experimentan una preocupación excesiva y desproporcionada por su salud. En su mente corren un alto riesgo de contraer alguna enfermedad severa o pueden creer que ya la padecen. De esta manera, desarrollan diferentes conductas, como chequear de forma constante su cuerpo y evitar las visitas al médico.

La ansiedad por enfermedad se manifiesta incluso sin que exista ningún síntoma físico que pudiera ser signo de alarma. Cuando hay algún síntoma real, suele ser leve y la preocupación que el paciente siente es desproporcionada.

A diferencia de los pacientes con delirio hipocondríaco, aquí no se observa conducta delirante. Por lo tanto, la persona puede considerar la posibilidad de no estar enfermo y sus preocupaciones son más ajustadas. Contrario al delirio hipocondriaco, que podría llevar a una persona a creer que su hígado se está pudriendo.

Depresión

La creencia de estar siempre enfermo podría relacionarse con algún malestar emocional no consciente -de manera parcial o total-. La evidencia señala que, a menudo, los pacientes con depresión acuden a servicios de salud con quejas de malestares físicos.

Así, el estado de ánimo depresivo se encubre debajo de diversos síntomas, siendo el dolor uno de los más comunes. En estos casos, puede ser difícil diagnosticar la depresión de forma adecuada (Artiles y López, 2009).

Mujer con depresión

¿Qué puedo hacer si siempre creo que estoy enfermo?

Cuando la preocupación por la salud física comienza a afectar nuestra calidad de vida, es momento de pasar a la acción. Lo más recomendable es acudir con un psicólogo, psiquiatra o psicoterapeuta que pueda evaluar la situación y dar un diagnóstico.

A partir de allí, hay varias opciones que pueden tomarse, dependiendo del problema. Por ejemplo, en el caso de los síntomas hipocondriacos, la terapia de aceptación y compromiso podría ser una buena alternativa. Iri et al. (2019) publicaron un trabajo sobre los efectos de dicha terapia en mujeres divorciadas con hipocondría. Los resultados evidencian que esta terapia reduce los síntomas de hipocondría y mejora la regulación emocional.

Si se trata de un cuadro depresivo, la intervención dependerá de la gravedad del cuadro. En los episodios mayores, es recomendable la pauta de antidepresivos para elevar el ánimo en conjunto con psicoterapia. Mientras que, en los episodios leves, la terapia psicológica puede ser una intervención suficiente.

Para finalizar, es necesario enfatizar que, así como es importante cuidar de la salud física, también lo es cuidar nuestras emociones. Si te identificas con la frase “siempre creo que estoy enfermo”, acudir a un especialista será buena idea. No olvides que los malestares emocionales pueden ser igual o incluso más incapacitantes que una enfermedad orgánica.


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  • Ariles, R., y López, S. (2009). Síntomas somáticos de la depresión. Semergen: revisa española de medicina de familia, 1, 39-42.
  • Eichenberg, C., & Schott, M. (2019). Use of web-based health services in individuals with and without symptoms of hypochondria: survey study. Journal of medical Internet research, 21(6), e10980.
  • Iri, H., Makvandi, B., Bakhtiarpour, S., & Hafezi, F. (2021). The Effect of Acceptance and Commitment Therapy on Hypochondria and Cognitive Emotion Regulation among Divorced Women. Journal of Community Health Research.

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