Terapia dialéctica conductual: características, fases y efectos

La terapia dialéctica conductual tiene su origen en los años 70, y fue creada por la Dra. Marsha Linehan para tratar el trastorno límite de la personalidad. ¿Qué más sabemos sobre esta terapia? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Cómo se aplica?
Terapia dialéctica conductual: características, fases y efectos
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 17 junio, 2021

La terapia dialéctica conductual (TDC) de Marsha Linehan fue diseñada para abordar el trastorno límite de la personalidad (TLP) en adultos, aunque actualmente ha demostrado ser eficaz también para otras problemáticas de salud mental (y también se utiliza para ellas).

La TDC (en inglés, DBT) se focaliza en ayudar a mejorar la inestabilidad afectiva extrema (desregulación emocional), que es una incapacidad para gestionar las emociones intensas. Esta desregulación conduce a comportamientos impulsivos y autodestructivos muy típicos del TLP. En este artículo hablaremos de las características de esta terapia, sus objetivos (funciones), fases y efectos.

Terapia dialéctica conductual: ¿qué es?

La terapia dialéctica conductual (TDC) es un modelo de psicoterapia que dio lugar a un tipo específico de intervención psicológica creada a finales de los ’70 por la Dra. Marsha Linehan. Surgió como consecuencia de la insatisfacción de Linehan y sus colegas con los resultados que obtenían al aplicar la terapia cognitivo conductual en poblaciones de “pacientes multiproblemáticos”.

Inicialmente, se desarrolló para el tratamiento de personas con conductas suicidas y el trastorno límite de la personalidad (TLP), aunque a día de hoy se ha comprobado cómo también puede resultar útil para otros trastornos de la personalidad y para otros trastornos de salud mental en general.

Mujer triste

Características de la TDC

Se basa en técnicas de modificación de conducta propias del paradigma cognitivo-conductual y en estrategias de mindfulness, entre otras. Está muy enfocada al tratamiento de los síntomas de la impulsividad, la inestabilidad afectiva y los intentos de suicidas que se desprenden de los dos primeros.

Combina la terapia individual y grupal y, según Behavioral Tech (2017), está enfocada a capacitar a las personas a aprender y utilizar nuevas habilidades para desarrollar una vida que vale la pena vivir.

Objetivos y funciones

Podemos hablar de cinco grandes objetivos o funciones de la terapia dialéctica conductual. Estas funciones son:

  • Aumentar las capacidades personales, como la autorregulación emocional, el centrarse en el “aquí y ahora” o las habilidades interpersonales.
  • Generalizar estas habilidades a otros contextos naturales (es decir, a la vida diaria).
  • Mejorar la motivación y reducir las conductas disfuncionales.
  • Potenciar y mantener las capacidades y motivación del terapeuta que de forma constante se ve retado por el desafío personal que representa una persona con un TLP.
  • Estructurar el ambiente, de forma que lo que rodea al paciente contribuya a alcanzar sus objetivos terapéuticos y se convierta en un reforzador de conductas adaptativas.

Fases

La terapia dialéctica conductual consta de una fase de pretratamiento y de tres fases de tratamiento propiamente dichas. El pretratamiento se focaliza en la orientación inicial del paciente hacia la terapia.

En fase de pretratamiento también se establece la relación terapéutica, las metas y los compromisos. En las siguientes fases se trabajan diferentes áreas y habilidades de la persona, que veremos a continuación:

Fase 1

La primera fase está orientada al aumento de la autoconciencia y de las habilidades de tolerancia al malestar, regulación de emociones y relaciones personales, control y gestión de las conductas impulsivas, etc.

En esta fase se aceptan y se tienen en cuenta todas las variables y conductas que puedan afectar al paciente. Se emplean estrategias dirigidas a conseguir, por un lado, la autoaceptación, y por el otro, el cambio conductual. Suele durar 1 año.

Fase 2

En la segunda fase se actúa sobre el estrés o los síntomas de estrés postraumático o TEPT, muy frecuentes en este tipo de pacientes. No tiene una duración determinada.

Fase 3

Finalmente, la tercera fase está orientada a que el sujeto se reconstruya y vaya construyendo también un autoconcepto realista, positivo y autovalidante que contribuya a la búsqueda de metas vitales importantes.

Se busca también que el paciente aprenda a validar sus propias experiencias. Como ocurre en la fase anterior, tampoco tiene una duración determinada.

Mujer mirándose al espejo

Efectos

Los efectos de la terapia dialéctica conductual han sido demostrados para trastornos como el trastorno límite de la personalidad, otros trastornos de personalidad, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos del estado de ánimo, abuso de sustancias, trastornos de ansiedad y trastorno de estrés postraumático, entre otros.

Es una terapia que resulta eficaz a la hora de reducir conductas relacionadas con un pobre control de los impulsos (es decir, mejora la impulsividad) y también mejora la tolerancia al malestar y la gestión de las emociones intensas.

Así, sus efectos están muy orientados a reducir el malestar. También, a mejorar la autorregulación emocional y la estabilidad afectiva y a reducir las conductas autolesivas o suicidas.

Las habilidades que trabaja la TDC

La terapia dialéctica conductual sigue utilizándose en la actualidad para diferentes trastornos, tanto en contextos hospitalarios como ambulatorios en el ámbito público y privado. Es un tipo de terapia que trabaja cuatro tipo de habilidades: habilidades básicas de conciencia, de efectividad interpersonal, de regulación de las emociones y de tolerancia al malestar.

Todas estas habilidades resultan muy beneficiosas de potenciar en el TLP y también en otros trastornos psicológicos. A través de ella, se trabaja en formato individual y grupal, y los pacientes disponen de ejercicios y actividades muy prácticas, ofrecidas por el terapeuta, y también de módulos de psicoeducación para entender y manejar mejor su trastorno y su malestar.

 


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  • Almendro, M.T. (2012). Psicoterapias. Manual CEDE de Preparación al PIR, 06. CEDE: Madrid.
  • Caballo (2002). Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos. Vol. 1 y 2. Madrid. Siglo XXI.
  • Linehan, M.M. & Dimeff, L. (2001). Dialectical Behavoir Therapy in a nutshell. The California Psychologist, 34: 10-13.

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