Utiliza la regla del 70% para que el perfeccionismo no juegue en tu contra

Tengamos cuidado al plantearnos objetivos demasiado exigentes y esperar resultados óptimos: puede ser contraproducente. Esta regla te ayudará a usar el perfeccionismo a tu favor. ¡Descubre cómo!
Utiliza la regla del 70% para que el perfeccionismo no juegue en tu contra
Sharon Laura Capeluto

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Laura Capeluto.

Última actualización: 20 mayo, 2022

¿Sabías que el perfeccionismo puede impedirnos transformarnos en grandes artistas? De hecho, puede ser un palo en la rueda para cualquiera de nuestros sueños. ¿No me crees? Piensa cuántas veces has dejado de hacer algo simplemente por miedo a fallar o no obtener los resultados esperados.

La búsqueda de la excelencia puede jugarnos una mala pasada si la ansiedad por cometer errores nos lleva a abandonar o dejar proyectos por la mitad. Perder el miedo a equivocarse es uno de los secretos para procrastinar menos y no desperdiciar las oportunidades que nos brindamos al pasar a la acción.

Un arma de doble filo

El perfeccionismo es un rasgo de personalidad que se caracteriza por la búsqueda sistemática -pero muchas veces insaciable- de resultados óptimos. Definirlo en términos de “bueno” o “malo”, no tiene mucho sentido. Lo cierto es que según cómo lo utilicemos, puede jugarnos en contra o a nuestro favor.

Hombre con estrés laboral
El perfeccionismo puede llegar a generar elevados niveles de estrés.

Perfeccionismo desadaptativo

Cuando el perfeccionismo impone una autoexigencia desmedida, una dura autocrítica, y una rigidez mental que se hace presente en la imposibilidad de flexibilizar las metas propuestas o adaptarse frente a los obstáculos, resulta un rasgo altamente desadaptativo.

En este caso, son habituales niveles muy elevados de preocupación y agotamiento, junto a reacciones de frustración permanente, ante todo lo que se percibe como insuficiente. El perfeccionismo desadaptativo va mucho más allá de la calidad. Persigue lo impecable e insuperable, y todo aquello que no entra en estos estándares se considera fracaso.

Generalmente, los autoproclamados perfeccionistas terminan abandonando o postergando su proyecto por tiempo indefinido. La procrastinación está inherentemente vinculada a esta hiperexigencia por la perfección.

Muchas personas, a la hora de sacar adelante una misión con altísima expectativa, prefieren cancelar el proceso antes que tener que desafiarse a sí mismos para reevaluar las metas propuestas. Esto significa que la obsesión por la excelencia puede ser contraproducente, porque genera que las personas dejen de enfrentarse a tareas o disciplinas de su interés, por el simple hecho de eliminar la posibilidad de fallar.

Perfeccionismo adaptativo

En su justa medida, ser perfeccionista puede servirle a las personas para motivarse a poner lo mejor de sí y así mejorar en diferentes áreas de la vida. Este aspecto resulta adaptativo cuando está acompañado por otros rasgos de personalidad como la responsabilidad, organización, perseverancia. Es útil siempre y cuando se establezcan objetivos altos, pero realistas.

A su vez, el perfeccionismo adaptativo suele convivir con una autoestima saludable porque la persona es capaz de identificar, valorar y potenciar sus fortalezas mientras que disfruta de sus conquistas. Su atención no se focaliza exclusivamente en los resultados ni en lo que falta, sino que toma en cuenta el proceso de aprendizaje y aquello que logró. En definitiva, se basa en la posibilidad de permitirse cometer errores y, aún así, continuar intentando.

La regla del 70 %: ni excelente, ni mediocre

Afortunadamente, existen estrategias para dejar atrás el perfeccionismo no saludable, sin que eso implique tener un desempeño de baja calidad u obtener producciones mediocres. ¿Qué te parece esforzarte hasta conseguir un 70 % de perfección? Tan solo un poco menos excelente.

Te darás cuenta de que plantearte una meta posible de alcanzar, te dará la flexibilidad que necesitas para continuar creando, estudiando y trabajando. Seguirás aprendiendo a través de la práctica, porque ya no está la imposición por hacer las cosas a la perfección.

“Mejor hacer algo imperfecto que no hacer nada sin falta alguna”.

-Robert Schuller-

Ejecutiva trabaja con su portátil desde casa
La regla del 70% te ayuda a avanzar sin bloqueos.

¿Cómo aplicarla?

Si tiendes a esperar resultados 100 % óptimos en tus trabajos, este método te va a ayudar a entrar en acción y avanzar en todos tus pendientes esquivando la sobreexigencia, que es lo mismo que cuidar los recursos más valiosos con los que cuentas: tu tiempo y energía.

Veamos cómo implementarla…

  • Cuando termines una tarea pregúntate: ¿esto está “perfecto” al 70 %?
  • Si la respuesta es sí, puedes dar por terminada la tarea. No tienes que esperar estar absolutamente seguro o conforme para entregar tu trabajo o publicar tu producción artística. Así perderías muchas oportunidades, críticas constructivas y aprendizajes, ¿cierto? Basta con estar satisfecho en un 70 % para lanzar a la luz tu creación.
  • Si la respuesta es no, revisa lo siguiente: ¿qué necesito hacer o corregir para llegar a ese nivel? Enfócate en aquellas cuestiones que van a generar una mejora concreta, e intenta no dispersarte en el resto.

Esta regla es una estrategia a largo plazo porque te posibilita aumentar tu habilidad progresivamente, sin tener que ser perfecto cada día. Si dejas de presionarte en componer una obra de arte magnífica en cada cosa que hagas, verás cuántas obras maestras aparecerán en el camino.


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