7 consejos para superar la ansiedad por el rendimiento sexual

Son muchos los factores que influyen sobre nuestro rendimiento sexual, en especial las altas expectativas que hemos puesto sobre nosotros mismos. Descubre cómo superar la ansiedad sexual y disfrutar de la mejor manera posible.
7 consejos para superar la ansiedad por el rendimiento sexual
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 30 agosto, 2022

Las relaciones sexuales son mucho más que “dar la talla”. Sin embargo, la publicidad que se le da al rendimiento sexual y lo mucho que se habla de ello en determinados ambientes hace que muchas personas se obsesionen con ello.

La obsesión con el rendimiento sexual es un problema que puede afectar a hombres y a mujeres en algún momento de su vida, y verse agravado si no se ataca cómo se debe. Superar esa ansiedad por “estar a la altura” es fundamental, no solo para poder mantener una relación sexual saludable, sino para tener una vida más plena.

Dicho esto, veamos en qué consiste este tipo de ansiedad y cómo podemos superarla.

¿Qué es la ansiedad por el rendimiento sexual?

Primero que nada, debemos tener en cuenta que la ansiedad es un mecanismo natural de defensa ante los peligros. Por lo que su sintomatología busca indicar a la persona que determinada situación o estímulo supone un riesgo y que debería alejarse de ello.

Ahora bien, esta respuesta emocional supone un problema cuando se produce en situaciones que no suponen un peligro o un gran riesgo; o cuando aparece con tal frecuencia e intensidad que impiden que la persona desarrolle una vida normal y plena.

En este sentido, la ansiedad por el rendimiento sexual resulta un problema para la persona; pues es aquella que se produce por miedo a no “dar la talla” o ser insuficiente en las relaciones sexuales, impidiendo así que la persona disfrute plenamente de su sexualidad.

Síntomas

Las manifestaciones más comunes de este tipo de ansiedad son los siguientes:

  • Sequedad en la boca.
  • Taquicardia.
  • Mareos.
  • Temblores.
  • Hormigueo corporal.
  • Sensación de perder el control o de irrealidad.
  • Dolor abdominal.
  • Dificultad para respirar.
  • Tensión cervical.

Cabe mencionar que éstos síntomas pueden presentarse en diferentes niveles de intensidad y aparecer antes, durante o después de las relaciones sexuales. Asimismo, es más probable que aparezcan cuando la persona está ante una nueva pareja sexual.

Causas de la ansiedad por el rendimiento sexual

Las principales causas de esta afección son la siguientes:

  • Pobre autoimagen. Por lo general, las personas que no están satisfechas con su cuerpo o genitales, tienden a desarrollar este tipo de ansiedad. Pues, temen no cumplir las expectativas de la pareja en el terreno sexual.
  • Una nueva relación o falta de experiencia sexual previa. Las situaciones nuevas y diferentes suele provocar miedo, y esto también aplica para el sexo. Asimismo, las personas que no tienen mucha experiencia sexual suelen sentirse preocupados por su desempeño sexual.
  • Disfunciones sexuales. Haber sufrido alguna disfunción sexual en el pasado, como disfunción eréctil, falta de lubricación, dolor, eyaculación precoz, vaginismo o anorgasmia, también pueden generar ansiedad en los nuevos encuentros sexuales.
  • Estrés. Si la persona está atravesando una etapa difícil en otros ámbitos de la vida, donde las preocupaciones y la angustia están a flor de piel, es posible que traslade este malestar a sus relaciones sexuales, lo que lo lleva a preocuparse por su desempeño en la cama.
  • Problemas de pareja. La falta de comunicación o confianza con la también suelen ser detonantes de la ansiedad por el rendimiento sexual.
  • Problemas emocionales. Las personas que se encuentran en un problema sentimental, que no saben gestionar adecuadamente su emociones, que han tenido relaciones tóxicas o que no han recibido una buena educación sexual también son propensos a desarrollar este tipo de ansiedad.

Consecuencias de la ansiedad en las relaciones sexuales

La ansiedad sexual suele afectar la vida sexual de la persona que la padece, así como también a su confianza y autoestima.

En este caso, el individuo vive las relaciones sexuales con preocupación, lo que los lleva a evitarlas o perder el interés. En consecuencia, empiezan a desarrolla pérdida del deseo sexual, anorgasmia, problemas de lubricación, falta de erección, dificultad para mantener la excitación, entre otros; lo cual los lleva a experimentar aún más esta ansiedad.

Por su parte, este tipo de ansiedad puede dañar las relaciones de pareja; pues ésta puede sentirse poco deseada o resentida si no hay una buena comunicación y apoyo.

Cómo mejorar la confianza sexual

¿Qué hacer si la ansiedad por el rendimiento sexual te bloquea? En estos casos es necesario atacar los pensamientos de anticipación que generan este miedo bloqueante. Un temor que se alimenta de las ocasiones pasadas en las que nos surgió el mismo miedo y no pudimos disfrutar.

Así, la confianza, al igual que en en otros aspectos, en este también es esencial. La seguridad de que seremos capaces de hacer disfrutar y de acompañar el placer del otro es el colchón sobre en el que en realidad nos relajamos. Su comodidad es lo que permite que nos relajemos y creemos esa burbuja de intimidad en la que se encuentran dos personas.

Las siguientes estrategias te ayudarán a superar la ansiedad o le permitirán a tu pareja superarla con el objetivo de tener un mejor rendimiento sexual.

Pareja besándose en el sofá

1. Aparta el estrés diario de tus relaciones sexuales

La relaciones sexuales son un método muy eficaz para aliviar el estrés. Sin embargo, muchas personas no son capaces de dejar sus quebraderos de cabeza a un lado. De hecho, es fácil que los problemas se cuelen en la vida sexual. Si a esto se le suma un consumo excesivo de alcohol, cafeína o tabaco, la tarea de relajarse en la intimidad se complica.

Si te sientes ansioso o estresado, es necesario que tomes medidas para aliviar el estrés. Para empezar, no te tomes el sexo como una cuestión competitiva o de cumplimiento de metas o plazos. Ya tienes suficientes tareas que tienen esta naturaleza. Así, el hecho de que en otros contextos tengas que cumplir plazos y cuotas o que tengas que dar cierta apariencia no significa que en tu vida sexual tengas que replicarlo.

2. Evita asumir el sexo como una obligación

Puede que a veces no tengas ganas de mantener relaciones sexuales o quieras pasar el tiempo con tu pareja de otra manera. No pasa nada. Otras veces necesitarás más tiempo para dejar atrás los pensamientos que preocupan o para poner tu cuerpo a tono. Tampoco pasa nada.

El problema viene cuando las personas se sienten en la obligación de mantener relaciones sexuales “porque toca” o porque su pareja les exige algo. Esta exigencia no siempre es cierta o tan exagerada como se cree, pero se ve incrementada por la ansiedad provocada por el rendimiento sexual.

En cualquier caso, es importante no tomarse el sexo como una obligación, dialogar con la pareja e intentar relajarse. Tómate el encuentro de forma tranquila. Pídele a tu pareja que te ayude a relajarte y céntrate en sensaciones y emociones. Recuerda que no eres una máquina.

3. Recuerda que el sexo no es solo algo físico

El órgano sexual más importante está en tu cerebro. Por eso, es un error pensar que el sexo es solo una cuestión física. Tu actitud y la forma en la que tu mente se centra en el acto sexual tiene un impacto muy potente en la experiencia sexual, tanto en la tuya como en la de tu pareja.

Si pones el foco en rendir físicamente te vas a perder todo lo demás, y no vas a dejar que se desencadenen todos los estímulos que te ayudarán a tener y a proporcionar una experiencia sexual satisfactoria. A tu pareja le pasa lo mismo. No importa lo que físicamente seas capaz de hacer si solo te centras en ti.

En vez de pensar tanto en ti, concéntrate en tu pareja. Cambia el chip y conecta con esa persona. No pienses en lo que espera de ti, en lo que podría suceder, sino en dejarte llevar. Olvídate de la mecánica y vive el momento.

4. Deja de culparte

Como decíamos antes, no eres un máquina, no tienes un botón que se active para dar respuestas automáticas.  Tampoco tienes ningún problema si alguna vez no has conseguido “cumplir”. No es culpa de nadie. La capacidad de respuesta sexual se rige por la parte inconsciente de la mente.

Puesto que la respuesta sexual no está totalmente bajo tu control, es vital que te relajes para dejar que esa parte inconsciente de tu cerebro pueda dar una respuesta sexual que te permita mantener una relación satisfactoria. Y si no puedes, no te culpes ni te sientas responsable. No pasa nada.

El problema es que muchas personas se sienten más presionadas si han tenido problemas de rendimiento sexual en el pasado, lo cual hace que les sea todavía más difícil relajarse. Además, esa culpa les acompaña más allá del momento de mantener relaciones, lo que les predispone llegado el momento. Lo mejor es que lo olvides y que no te obsesiones con ello. Fue algo puntual.

5. Aprovecha los “preliminares”

Bocas de una pareja cerca

Hay muchos placeres en el sexo que se pueden disfrutar en los llamados juegos preliminares. Es más, la sexualidad va más allá. Pero muchas personas preocupadas por el rendimiento sexual evitan todo esto, engañándose a sí mismos, como si así evitaran el miedo.

Sin embargo, aprovechar los preliminares, centrándose en las reacciones físicas de la pareja, ayuda a dejar de pensar en el propio rendimiento físico. Las propias reacciones de la pareja funcionan como estimulante y te permiten tomarte el tiempo que necesites, dejando que todo fluya de manera natural.

6. Conócete a ti mismo sexualmente

Muchas personas no saben con exactitud qué es lo que más le gusta en el sexo o qué es lo que le produce mayor placer. De manera que se dejan llevar por lo convencional o por lo que dice un otro, y se pierden de la multiplicidad de experiencias que el sexo les puede ofrecer.

Dicho esto, te aconsejamos a explorar y a experimentar cosas nuevas en tu vida sexual, pues es una forma efectiva de conocerte a ti mismo sexualmente y disfrutar genuinamente de la relaciones.

Asimismo, es importante qué indagues qué es lo que más le gusta tu pareja y ponerlo en práctica en sus encuentros sexuales, para ello es importante la comunicación asertiva entre ambos. No está mal preguntar e informar qué cosas nos gustan y cuáles no, al contrario, es vital para garantizar una vida sexual saludable.

7. Acude con un profesional

Si sientes que las manifestaciones ansiosas con respecto al sexo son difíciles de gestionar y afectan significativamente tu vida sexual, lo ideal es acudir con un profesional que pueda brindarte las herramientas necesarias para superar la ansiedad sexual.

Para concluir, recordamos que la ansiedad por el rendimiento sexual desaparece cuando se deja de ver el sexo como una puesta en escena o como el desarrollo mecánico de una serie de acciones, y se toma como una forma de comunicación corporal, un intercambio en el que te dejas llevar a ver qué pasa.


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