5 frases de libros para reflexionar

5 frases de libros para reflexionar
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 24 febrero, 2018

La literatura siempre ha sido utilizada como vehículo para expresar las emociones del autor. Desde las críticas mordaces en la Roma de Plauto y Terencio, pasando por las tragedias de Shakespeare, los molinos de viento de Cervantes o la desesperación de Goethe. De ellos hemos obtenido algunas de las frases de libros más icónicas de la historia y que a día de hoy, perduran en el tiempo.

Muchas de ellas permanecen en el imaginario colectivo con significados distintos a los originales. El mundo cambia, y con él, un contexto histórico que se adecúa a las necesidades actuales. No podemos releer muchas de las frases de libros más famosas con los ojos puestos en el presente, sino en el pasado.

Afortunadamente, aún quedan fragmentos que pueden aplicarse al momento actual, y que no han perdido ni un ápice de verdad. Unos son famosos por quienes los escribieron; otros, por su moraleja final. Todos ellos son igualmente relevantes, y esconden importantes mensajes que no hay que olvidar.

La tempestad de William Shakespeare

“El infierno está vacío; los demonios están aquí”.

Esta frase tan simbólica proviene de la obra La tempestad de William Shakespeare. Solemos creer que los monstruos solo existen en los cuentos de hadas (o en el infierno, según se mire), pero no es así. Están cerca de nosotros y lo peor de todo es que la mayoría de las veces no nos damos cuenta hasta que es demasiado tarde.

Esta frase es una advertencia que nos indica que tengamos cuidado a la hora de confiar. La rabia, los celos, la ira o el resentimiento nos rodean e incluso, a veces nos habitan. 

Mujer con libro en la cara

Ana Karenina de León Tolstoi

“Si buscas la perfección, nunca estarás contento”.

Ana Karenina nos deja de una de las frases de libros más famosas que existen. Tolstoi narra su caída del pedestal de una forma completamente única, sobre todo teniendo en cuenta la época en la que se escribió. El enamoramiento de Ana por un joven que no es su marido acaba siendo el comienzo de su propio fin, desesperada y rota por dentro.

Debemos saber que la perfección no existe. Exigir a los demás algo imposible es solo un reflejo de nuestra propia autoexigencia, lo cual no siempre es bueno. Hay que aprender a aceptar las imperfecciones porque son las que hacen especial al ser humano. Precisamente en ellas radica la belleza de cada uno de nosotros.

Niebla de Miguel de Unamuno

“Los hombres no sucumbimos a las grandes penas y a las grandes alegrías, porque vienen embozadas en una inmensa niebla de pequeños incidentes”.

Miguel de Unamuno fue uno de los grandes escritores y pensadores del siglo XX. Con su obra Niebla, nos recuerda que la vida tiene matices y no es de un solo color. Por ello, cuando nos pase algo bueno debemos recordar que el sentimiento de felicidad plena no va a ser para siempre.

Asimismo, con lo malo ocurre igual. Todo llega y todo pasa. Momentos distintos con emociones distintas. Entre ellos, una nebulosa en la que vivimos el día a día sin demasiados cambios.

Cuentos de Eva Luna de Isabel Allende

“La muerte no existe, la gente solo muere cuando la olvidan”.

La escritora chilena Isabel Allende nos insta a recordar que mientras haya recuerdos, aquellos que se han ido siempre estarán entre nosotros. A la hora de enfrentarse al duelo, debemos experimentar todas las emociones. Solo a través de este proceso encontraremos la paz y seguiremos con nuestra vida.

La pérdida de un ser querido es una situación dolorosa y terrible, pero todos tenemos que pasar por ello alguna vez. El ciclo de la vida funciona de esta forma. Debemos recordar siempre con una sonrisa a aquellos que alguna vez hemos amado.

Hombre leyendo un libro

El gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald

“Cuando sientas deseos de criticar a alguien, piensa que no todo el mundo ha tenido tus mismas oportunidades”.

Francis Scott Fitzgerald narra en esta historia el ascenso de Jay Gatsby, un joven sin recursos. Es una fábula de los felices años 20 en la que el protagonista, Nick, descubre la maldad del ser humano de la mano de la familia de su prima Daisy, amante de Gatsby.

El padre de Nick le dice esta misma frase para dejarle claro que antes de criticar, debe ponerse en los zapatos del otro. Esto contribuye a que desarrolle una fuerte amistad con Gatsby, hombre al que admira y respeta por su determinación.

Los protagonistas de estos libros nos gustan tanto porque, por lo general, nos recuerdan a nosotros mismos. Sufren, ríen y tienen dudas, pero siempre acaban aprendiendo algo. Al igual que en la vida real, ellos se enfrentan a sus miedos, con temor o sin él.

Si realmente quieres aprender sobre la vida, puedes crear una lista con las frases de libros que te hayan resultado más interesantes. Nunca se sabe donde pueden estar las respuestas a las preguntas vitales que nos atormentan. 

 


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