7 reveladoras frases de Fernando Pessoa

Pessoa fue sin duda uno de los más increíbles escritores del siglo XIX. Conoce algunas de sus frases más impactantes.
7 reveladoras frases de Fernando Pessoa
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 12 septiembre, 2023

Fernando Pessoa es uno de los grandes poetas  de todos los tiempos. Nació en Portugal y vivió entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. Para algunos es una de las figuras más enigmáticas de la literatura. Para otros, un mago que buceó en las profundidades del alma humana y dejó como legado unos versos llenos de inteligencia y sabiduría.

Uno de los aspectos más misteriosos  de Pessoa fue su obsesión por recurrir a heterónimos. Estos son personajes ficticios que figuraban como autores de su obra. Algunos de los más conocidos fueron Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Bernardo Soares y Ricardo Reis. Él mismo publicaba críticas contra esos supuestos autores, que no eran más que él mismo.

Creo que decir una cosa significa conservarle la virtud y despojarla del terror. Los campos son más verdes en el decirlos que en su verdor. Las flores, si se describen con frases que las definan en el aire de la imaginación, tendrán colores de una permanencia que la vida celular no permite”.

-Fernando Pessoa-

Lo más interesante es que estos heterónimos no eran simples seudónimos o firmas. Cada una de esas personalidades  tenía carácter y estilo propios. Quienes han estudiado su obra, a veces también ponen en duda que Fernando Pessoa haya sido su verdadera identidad. Como quiera que sea, dejó una obra extraordinaria. De ella extraemos siete frases que invitan a la reflexión.

La inconsciencia, un tema recurrente en Fernando Pessoa

La obra de Fernando Pessoa está muy cerca de la filosofía. Sus reflexiones son agudas expediciones en la lógica de la existencia. En esta frase, por ejemplo, evidencia la paradoja de pensar y no pensar: La conciencia  de la inconsciencia de la vida es el más antiguo impuesto que recae sobre la inteligencia .

mujer frente a otra mujer representando los poemas de Fernando Pessoa

Esta sentencia impacta porque desnuda una contradicción básica. Es a través de la inteligencia y la conciencia que se descubre la existencia de la inconsciencia. Esta última es inaccesible, ya que es inconsciencia y como tal no accede plenamente a la razón. Así que solo llegamos a saber  qué ignoramos.

Sobre la forma de mirar el mundo

La mirada define la identidad. Al mismo tiempo, la identidad define la mirada. Así que una y otra realidad siempre están juntas. Eso es lo que queda plasmado en una de sus más maravillosas frases: Porque yo soy del tamaño de lo que veo, y no del tamaño de mi estatura .

Esto quiere decir que cuanto más amplia es la mirada, más grandeza hay en quien mira. Y lo contrario: quien tiene un corto alcance en su visión, es porque está invadido de pequeñez. La estatura, en sentido figurado, define la forma de ver la realidad.

cuadro de Fernando Pessoa

Conocerse y pensar

Pessoa batalló con y contra el pensamiento. Este libera y encarcela. Otorga la dicha de entender, pero al mismo tiempo le quita frescura a la vida, como el poeta lo reconoce en esta frase: No saber de uno mismo, eso es vivir. Saber mal de uno mismo, eso es pensar.

Lo que nos quiere decir es que lo más genuino de la vida simplemente se vive. Esto es la plenitud. En cambio, pensar y pensarse es un ejercicio limitado, que solo conduce a resultados parciales y priva de sentir plenamente la existencia. La vida es más fuerte que el pensamiento.

Los señuelos del amor

Pessoa define el amor como una construcción del pensamiento que tiene mucho de imaginario. Así queda evidenciado en su frase: Nunca amamos a nadie: amamos, sólo, la idea que tenemos de alguien. Lo que amamos es un concepto nuestro, es decir, a nosotros mismos.

En últimas, plantea que el amor es una proyección egoísta. Vemos en el otro lo que queremos o necesitamos ver. Su realidad se nos escapa y realmente nunca llegamos a saber cómo es. Simplemente lo conceptualizamos y nos enamoramos de esa conceptualización.

Una excepción para la que no hay norma

Para Pessoa, cada individuo es una realidad infinita. No existe la posibilidad de construir generalizaciones que sean válidas para todos y cada uno. Por eso en uno de sus escritos dice: No hay normas. Todos los hombres son excepciones a una regla que no existe.

La negación de una norma común a los seres humanos significa una exaltación a la particularidad individual. Aunque parezca que compartimos rasgos comunes, cada persona es un mundo diferente y único. En este sentido, no hay manera de crear una regla que pueda aplicarse a todos.

El éxito y sus misterios

Para este famoso poeta portugués, el éxito se construye: “El éxito está en tener éxito, y no en tener condiciones para el éxito. Cualquier terreno amplio tiene condiciones para un palacio, pero… ¿dónde estará el palacio si no lo construyen allí?

Con esta maravillosa frase, Fernando Pessoa demerita el concepto de talento como potencialidad. No son tanto las virtudes o capacidades que tienes para hacer las cosas lo que define tu talento, sino que son las obras las que determinan tus capacidades y dan el dictamen.

máquina de escribir con alas

La muerte, un tema eterno

Sobre la muerte, afirma lo siguiente: “A mí, cuando veo un muerto, la muerte me parece una partida. El cadáver me da la impresión de un traje abandonado. Alguien se fue y no necesitó llevar aquel traje único que había vestido”.

Esta bella frase habla del cuerpo como una fachada de lo que somos. En la muerte no está la presencia de alguien. Lo que ese alguien es no queda representado en el cuerpo muerto. Aquel que muere simplemente ya no es.

Fernando Pessoa es uno de esos poetas que jamás se olvida después de haberlo leído. En él se mezclan una sensibilidad fuera de serie, con una lucidez admirable. En sus versos y en las líneas de sus escritos hay revelaciones maravillosas que realmente estremecen.


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