Afrontar un examen: preparación psicológica

Afrontar un examen: preparación psicológica
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por María Hoyos

Última actualización: 01 agosto, 2022

Durante estos días, miles de jóvenes se enfrentan a una media de 3 exámenes diarios durante 3 días para los que se han preparado alrededor de dos años. Afrontar un examen de esas características genera en ellos niveles de nerviosismo y estrés poco frecuentes, ya que para muchos de ellos el resultado condicionará su futuro.

Afrontar un examen es, en muchas ocasiones, una experiencia  estresante. En ellos se debe volcar todo el esfuerzo realizado durante días, semanas o meses, con la esperanza de no sufrir ataques de ansiedad, bloqueos de memoria u otra clase de imprevistos. En muchos casos, estas pruebas pueden durar varias horas o incluso dividirse en días. Esta situación de evaluación tiene su correlato a nivel físico: por ejemplo, el equilibrio hormonal puede verse comprometido.

Afrontar un examen: el momento de demostrar lo aprendido

Ya desde el anuncio de la fecha del examen, los estudiantes comienzan a experimentar ciertos niveles de estrés. Es entonces cuando el cuerpo se prepara para la acción: el sistema nervioso simpático interviene para reaccionar ante desafío. Sin embargo, como el desafío durará más de lo que el sistema simpático puede soportar, el sistema parasimpático actúa para recuperar los niveles hormonales iniciales.

Chica haciendo examen

Comienza aquí una lucha entre ambos, que continuará hasta el final del examen. Para entonces, el cuerpo ha experimentado numerosos altibajos que afectan negativamente a su salud, como las altas dosis de adrenalina y cortisol prolongadas en el tiempo. La reacción al estrés está preparada para enfrentar amenazas a corto plazo, pero no para mantenerse en el tiempo, lo cual puede afectar, por ejemplo, a la producción de linfocitos.

Esta inmunodepresión puede suponer una contracción más frecuente de enfermedades y una peor respuesta antiviral o antibacteriana. Es frecuente, de hecho, que muchos estudiantes caigan enfermos durante o después del periodo de exámenes.

Claves para afrontar un examen

Prepararnos psicológicamente para afrontar un examen no es tarea fácil, pero sí necesaria. Como hemos visto, nuestra salud se ve gravemente afectada a nivel físico; no obstante, el componente psicológico es fundamental. Los estudiantes se someten a bloqueos de memoria que se deben, en gran medida, a la sensación de que no estamos lo suficientemente preparados para la prueba. También influye la forma en que estudiamos, o el tiempo que dedicamos al proceso.

Estudiar es un proceso con varias fases

Por norma, el estudiante no comienza a estudiar cuando se sienta ante los apuntes por primera vez con la intención de estudiar. El primer contacto con la información ya significa un paso, imprescindible, para asimilarla y codificarla en nuestra memoria, aumentando así las posibilidades de recuperarla. Así, en muchos casos este primer contacto se produce antes de que la actitud de estudio y memorización se encienda.

Para afrontar un examen, es importante aprovechar ese primer contacto para entender la información, haciendo que después sea más fácil asimilarla. Esto nos ahorrará estrés innecesario: la sensación de que nos falta tiempo no será tan angustiante y además podremos planificar de manera más acertada el estudio.

El apoyo es fundamental para afrontar un examen

Sea por resolver dudas con un profesor o por estudiar en compañía de otras personas que se van a enfrentar a la misma prueba, trabajar en equipo suele convertirnos en personas más eficientes. Así, para afrontar un examen no iba a ser menos.

El estudiante hace bien cuando busca apoyo en otras personas o el intercambio de ideas, ya que explicar el temario ayuda a fijarlo en la mente. Por otro lado, si hacemos reuniones pre-examen, sería bueno que no se basasen en la crítica, reforzando un pensamiento negativo hacia la asignatura. Incluir una reunión de este tipo, más que ayudarnos, puede perjudicarnos mucho a la hora de afrontar un examen.

Adolescentes estudiando juntos para afrontar un examen

Simulacro de examen

Los exámenes constituyen estructuras que, para dominar, deben conocerse. Saber de antemano la cantidad de ejercicios o tareas o la duración del examen, ayudará a formar una imagen mental del mismo. Recrearlo sería, entonces, realmente positivo, ya que el día del examen el estudiante sentirá que ya se ha enfrentado a una situación similar.

La relajación es un componente más

Ya hemos visto antes que niveles altos de estrés durante los exámenes pueden pasar factura más adelante. Debido a que esos niveles aumentan el día del examen, es útil tener preparados algunos ejercicios de relajación sencillos que nos ayuden a afrontar el examen, evitando el temido “quedarse en blanco”. Esos ejercicios consistirán en aumentar la zona en la que llenamos nuestros pulmones, haciendo que se empiecen a expandir por la parte más baja, evitando así las taquicardias características de un examen.

Una vez dominados estos puntos, afrontar un examen será una tarea más llevadera. Esto no significa que no debamos aceptar el estrés como un elemento más, ya que nos ayuda a reaccionar rápidamente ante imprevistos, y eso es útil el día del examen. Solo debemos tener en cuenta los niveles de nerviosismo a los que nos enfrentamos, para valorar si son suficientes o excesivos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.