Amnesia de fuente: ¿qué es y por qué se produce?

Tienes un conocimiento, pero no sabes dónde y cuándo lo viste, lo leíste o quién te lo contó. Este fenómeno se conoce como amnesia de fuente y puede ser indicativo de un problema que requiera atención médica.
Amnesia de fuente: ¿qué es y por qué se produce?
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 01 agosto, 2022

Imagínate que estás hablando con un amigo y le cuentas una anécdota o historia que te resulta muy interesante. Unos días después, volvéis a hablar y este amigo te comenta la misma información, como si tú no la supieras y asegurando que la ha obtenido de un periódico o de internet. Tu sorpresa es mayúscula: estás seguro de que tú fuiste el origen de esa información. ¿Acaso te está tomando el pelo? En realidad, puede estar sufriendo amnesia de fuente.

Este es un fenómeno común que todos podemos llegar a experimentar en determinados momentos y que no necesariamente debe alarmarnos. Sin embargo, en algunos casos se presenta con tal frecuencia que nos hace sospechar de una posible patología de fondo. Si quieres conocer más al respecto, te invitamos a seguir leyendo.

¿Qué es la amnesia de fuente?

La amnesia de fuente, también denominada amnesia de origen u olvido de la fuente, es la incapacidad para recordar con precisión el contexto en el que obtuvimos cierta información. Somos totalmente capaces de recordar los datos en sí mismos, pero estamos confundidos respecto a de dónde proviene ese conocimiento. ¿Cómo, cuándo y dónde lo adquirimos? No lo sabemos o tenemos una idea equivocada al respecto.

Se trata de una disociación entre la memoria semántica (la de datos y hechos) y la episódica (de contextos y eventos vividos). De algún modo, al codificar la información no fuimos capaces de integrar ambos aspectos; y al recuperarla, tenemos deficiencias. En resumen, tenemos problemas para monitorizar la fuente.

Esto es algo que a todos nos ha sucedido. Por ejemplo, cuando tenemos un dato, pero no podemos dar detalles más allá de “lo vi en alguna parte”. Este “alguna parte” puede ser un libro, un periódico, la televisión o una conversación con un amigo. Uno de los principales problemas derivados de este fenómeno es que podemos dar credibilidad a bulos o noticias infundadas al no recordar si lo leímos en un medio de prestigio o nos lo contó un vecino.

Además, por supuesto, de la cómica y a la vez incómoda situación antes mencionada, en que le recomendamos a alguien una película o una receta que él mismo nos había recomendado con anterioridad.

Hombre con amnesia de fuente
En la amnesia de fuente se produce una disociación entre la memoria semántica y la memoria episódica.

¿Por qué se produce la amnesia de fuente?

La amnesia de fuente no siempre es indicativa de un problema neurológico. De hecho, el paso del tiempo es un factor de gran relevancia. Así, por ejemplo, al volver de un viaje me es fácil recordar que vi una iglesia en ese destino y que lo hice el segundo día del viaje. Sin embargo, décadas después me costará recordar donde vi esa iglesia y a duras penas recordaré en qué año sucedió.

Esto ocurre por el mismo proceso de codificación y almacenamiento de los recuerdos. En un inicio, la información se codifica en la memoria episódica; pero, pasado un cierto umbral de tiempo, el recuerdo queda almacenado en la memoria semántica, de manera que los datos referentes a cuándo y dónde obtuve la información se van difuminando.

Por otro lado, el grado de atención que presto en el momento de codificar la información también tiene una gran influencia. Si estoy atendiendo me será más fácil integrar datos del contexto de origen (y recuperarlos posteriormente) que si únicamente recibo esta información de pasada mientras pienso y hago otras cosas.

Igualmente, se ha encontrado que las emociones también juegan un papel. Así, las situaciones que involucran emociones son más fácilmente recordadas con posterioridad.

Diferentes causas

Más allá de los anteriores factores que contribuyen a la aparición de la amnesia de fuente, hay algunas causas que pueden requerir atención médica:

  • La edad. Las personas mayores son más propensas a sufrir olvidos de la fuente, presumiblemente debido a una pérdida neuronal asociada con el envejecimiento en los lóbulos frontales. Así, pueden beneficiarse de entrenamientos que les lleven a prestar atención deliberada al contexto al momento de codificar la información.
  • Enfermedad de Alzheimer. Esta patología está asociada con la disfunción del lóbulo frontal y causa en los pacientes dificultades para monitorizar la realidad. Algo que puede generar amnesia de fuente.
  • Daño del lóbulo frontal. Este tipo de daños causan una desconexión entre la memoria semántica y la episódica, haciendo que estas personas cometan muchos más errores en la memoria de origen.
  • Trastornos psicológicos. También es común encontrar este fenómeno en trastornos como la depresión, la esquizofrenia y el trastorno de estrés postraumático.
Mujer con demencia
Tanto el envejecimiento como la enfermedad de Alzheimer puede ser causas de la amnesia de fuente.

Prevención y tratamiento

Como ves, no todos los casos son iguales. Muchas personas pueden presentar amnesia de fuente de forma ocasional, debido a la falta de atención o a una edad avanzada. Sin embargo, en otros casos hay enfermedades importantes de fondo.

En cualquier caso, si sufres amnesia de fuente de forma regular o esto interfiere en tu vida diaria, puedes beneficiarte de entrenamientos de memoria específicos llevados a cabo por profesionales; pero, ante todo, será necesario que te realices una evaluación para encontrar la causa y aplicar las medidas pertinentes. No dudes en consultar con tu médico.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Janowsky, J. S., Shimamura, A. P., & Squire, L. R. (1989). Source memory impairment in patients with frontal lobe lesions. Neuropsychologia27(8), 1043-1056.
  • Moore, S. A. (2009). Cognitive abnormalities in posttraumatic stress disorder. Current Opinion in Psychiatry22(1), 19-24.
  • Shimamura, A. P., & Squire, L. R. (1987). A neuropsychological study of fact memory and source amnesia. Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory, and Cognition, 13(3), 464–473. https://doi.org/10.1037/0278-7393.13.3.464

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.