André Green y la práctica del psicoanálisis
André Green fue una de las figuras más destacadas del psicoanálisis contemporáneo. En su momento, fue el psicoanalista francés más traducido a diversos idiomas y también el más reconocido en el plano internacional. A diferencia de otros colegas suyos, Green tuvo un importante reconocimiento en América Latina.
El nombre de André Green comenzó a volverse notorio en los años 60 y se consolidó a finales de los 80. Se definió como un freudiano de base, pero a lo largo de su trayectoria también recibió importantes influencias de autores como Lacan, Winnicott y Bion.
Este importante autor estuvo en el centro de las polémicas post-freudianas. Como se sabe, el psicoanálisis ha vivido varios momentos de crisis, tras la muerte de Freud. André Green supo mantener una posición de apertura y pluralismo frente a todo este debate. Por eso fue presidente de la Sociedad Psicoanalítica de París (1986-89).
“El análisis consiste en el retorno sobre sí mediante el rodeo por el otro semejante”.
-André Green-
Los inicios de André Green
André Green nació en El Cairo (Egipto), en 1927. Su padre era portugués y su madre española, y ambos judíos sefardíes, aunque no muy devotos. Estudió en el Liceo Francés y a los 18 años entró en contacto con el psicoanálisis, gracias a sus clases de filosofía en el colegio.
Por aquel entonces conoció a Lydia Harari, quien le dio clases particulares y le explicó los conceptos básicos de la teoría de Freud. Con ella leyó la Introducción al psicoanálisis, obra que le sirvió como base para presentar su examen final del bachillerato.
Green quería estudiar filosofía, pero su familia lo llamó al pragmatismo. Por eso al final decidió estudiar medicina, sin mucho entusiasmo. Hizo el curso preparatorio en su ciudad natal y a los 19 años, en 1946, emigró a Francia para completar sus estudios. André Green dijo muchas veces que cuando partió, sabía que iba a ser para siempre.
Altibajos en la formación
André Green no se sentía atraído por la medicina. De hecho, le causaba cierto rechazo. Veía sus estudios como un mal necesario. Lo que más deploraba era la mentalidad cerrada y radical del entorno médico de ese entonces. En tercer año comenzó a hacer prácticas de psiquiatría infantil.
También empezó a asistir a los cursos de psiquiatría que impartía el Dr. Julián de Ajuriaguerra en el Hôpital Sainte-Anne. Estaba muy interesado en los fenómenos psíquicos y en 1953 consiguió una plaza de psiquiatría. Allí fue apadrinado por el psiquiatra Henry Ey: solo el bibliotecario, pero también la figura más relevante de todo el Hospital.
En 1956, comenzó su primer análisis con Maurice Bouvet. Por aquel entonces también conoció a Jacques Lacan, quien lo convirtió en uno de sus colegas más cercanos. André Green participó activamente en lo que Lacan llamó “el retorno a Freud”, entre 1960 y 1967, aunque nunca estuvo de acuerdo completamente con esta revisión.
Un camino propio
El primer análisis de André Green terminó poco antes de la muerte de su psicoanalista. Esto le llevó a un nuevo análisis con Jean Mallet, quien le ayudó a sortear el duelo. Luego se practicó lo que él llamo “un análisis en detalle” con Catherine Parat. Fue tan inspirador para él que a raíz de esta experiencia escribió el ensayo La madre muerta y volvió a Egipto, tras 40 años de ausencia.
Desde 1961, André Green también se hizo amigo y seguidor de Winnicott y de Bion. Toda esta constelación de influencias hizo que se marcara como objetivo el desarrollo de un psicoanálisis apto para los nuevos tiempos. En la época de Freud predominaba las neurosis. Ahora, casi todos los pacientes tenían trastornos límite.
André Green formó parte de un duro debate en el seno del psicoanálisis. En su momento había tres grandes corrientes -movimientos post-freudianos- que mantenían una polémica constante. Estos eran el modelo de Melanie Klein, el de Jacques Lacan y el de Heinz Hartman. Green supo hacer una síntesis integradora de todos ellos.
Los planteamientos de Green quedaron estructurados y plasmados principalmente en su obra Ideas directrices para un psicoanálisis contemporáneo, de 2002. Se le reconocen también un gran número de aportes a la clínica propiamente dicha. La Universidad de Buenos Aires lo convirtió en profesor honorífico por sus aportes al psicoanálisis. André Green murió en París, el 22 de enero de 2012.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Green, A. (2005). Ideas directrices para un psicoanálisis contemporáneo: desconocimiento y reconocimiento del inconsciente. Buenos Aires: Amorrortu.