5 claves para aplicar el «wu wei» en tu vida

Practicar la no-acción resulta desafiante en los tiempos que corren. Mira en este artículo cómo aprovechar los principios de esta filosofía milenaria en tu día a día.

Escrito y verificado por el filósofo Matias Rizzuto.

Última actualización: 23 octubre, 2023

El wu wei es un concepto central en el taoísmo que se traduce como el arte de la ‘no acción’ o el actuar sin esfuerzo. Nos invita a fluir con la corriente de la vida, a vivir en el presente y aceptar las circunstancias tal como son, permitiendo que las cosas ocurran de forma natural, sin forzarlas ni resistirlas.

Su esencia reside en encontrar la calma en el ahora, una práctica que parece desafiante, pero que, con la guía adecuada, es alcanzable por completo. ¿Cómo lograrlo? Es lo que en este artículo exploraremos.

Consejos para aplicar el wu wei en la vida

A través de cinco claves fundamentales, te acompañaremos en el descubrimiento de cómo los principios de la no acción se alinean para transformar tu vida. ¡Toma nota!

1. Practicar la atención plena

La atención plena o mindfulness es una práctica que, aunque tiene sus raíces en la tradición budista, se alinea de manera armoniosa con los principios del wu wei. Ambas filosofías comparten la idea central de vivir en el presente y experimentar cada momento al máximo.

Al estar en el presente, es posible responder a las situaciones con mayor facilidad y sin esfuerzo, en lugar de reaccionar por impulso o resistirnos a lo que ocurre. Puedes integrar este principio de la filosofía taoísta a través de las siguientes prácticas cotidianas:

• Escucha activa: cuando interactúes con otros, ofrece tu atención completa, escucha sin juzgar y procura estar presente.
• Come de forma consciente: practica la atención plena mientras comes, aprecia cada bocado, su textura, sabor y aroma.
• Meditación: dedica unos minutos cada día a la práctica de la meditación, centra tu atención en tu respiración y en las sensaciones corporales. Esto te ayudará a tener más conciencia en el resto de tus actividades.
• En la rutina diaria: ya sea mientras te duchas, conduces o realizas tareas domésticas, trae tu atención al momento presente, observa todas las sensaciones y emociones asociadas con la actividad que llevas a cabo.

2. Aceptar las cosas como son

La aceptación de las diversas circunstancias de la vida es un pilar fundamental en la práctica de la no acción. Al aceptar las circunstancias como son, nos liberamos de la resistencia y el conflicto interno que, a menudo, se traducen en estrés y descontento. La aceptación nos permite fluir con la vida, en lugar de luchar contra ella.

No se trata de una resignación pasiva, sino una comprensión profunda de la naturaleza impermanente y cambiante de la vida. Al aceptar las cosas como suceden evitamos la tensión innecesaria. Existen situaciones que no podemos modificar y es mejor asumir dicha condición antes que luchar de manera incesante.

3. Desarrollar la paciencia y la tolerancia

En un mundo donde la dinámica está marcada por la inmediatez, es normal agobiarse y perder la calma. Esto puede hacernos sentir estancados y que no fluimos en el curso de nuestras decisiones cotidianas. Es por ello que la paciencia y la tolerancia constituyen dos pilares elementales en la práctica de la no acción.

Existen algunos secretos que ayudan a retomar la calma y quitarte de encima el estrés en aquellos momentos más difíciles. Cuando te enfrentes a situaciones estresantes o desafiantes, toma un momento para entrar en contacto con tu respiración, realiza algunas inhalaciones y exhalaciones conscientes. Esta simple práctica favorece la respuesta con calma y discernimiento.

También es importante tratar de practicar la empatía cuando surgen desacuerdos o conflictos con otros. Es fundamental intentar entender las diversas perspectivas, reconociendo y aceptando las diferencias individuales, cultivando una actitud tolerante hacia otras formas de pensar y actuar.

4. Comprender el verdadero sentido de la no-acción

La idea de la no-acción puede parecer contraintuitiva en una sociedad que valora la productividad y el constante hacer. Sin embargo, aplicarla en tu vida no implica inactividad, sino actuar de manera natural, sin forzar las cosas, permitiendo que las situaciones se desplieguen de manera orgánica.

Para lograr esto, aprende a soltar la necesidad de controlar cada situación. Por ejemplo, en lugar de frustrarte si un proyecto no avanza como quisieras, acepta el ritmo natural de las cosas y ajusta tus expectativas. Sé flexible y ábrete a los cambios, adaptándote a nuevas circunstancias en lugar de resistirte a ellas.

5. Vivir el momento presente

La esencia del wu wei reside en la habilidad de vivir el presente pleno, liberándonos de las ataduras del pasado y las ansiedades del futuro. Al centrarnos en el aquí y el ahora, podemos andar por la vida con una gracia y una facilidad para fluir con la corriente de la existencia.

Como se mencionó con anterioridad, la atención plena es una herramienta poderosa para anclarnos en el presente. Prácticas simples como la meditación diaria o la respiración consciente contribuyen. Asimismo, existen algunas disciplinas más relacionadas con el taoísmo, como el Tai-Chi y el Chi-Kung, que ayudan a desarrollar conciencia del cuerpo y los movimientos.

Un artículo de la revista Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine señala que los beneficios del Tai-Chi no solo favorecen la tranquilidad mental, sino también mejoran de modo significativo la salud en general. Esta práctica se muestra efectiva en sujetos sanos y en la rehabilitación de pacientes con diversas dolencias.

El wu wei y la ruta hacia una vida de menor tensión

La práctica del wu wei, un tesoro de la sabiduría china ancestral, ofrece un camino hacia una vida menos tensa, más equilibrada y en armonía con nuestro contexto.

Al aprender a fluir con la vida, en lugar de resistirse o forzar la realidad, se puede alcanzar una existencia de mayor paz y satisfacción. El llevar a cabo estos consejos ayuda a transformar paso a paso la vida cotidiana, acercándonos a un estado de no-acción.