Atracción y ansiedad: si le pones nervioso, le gustas

¿Eres de los que intenta no mostrarse nervioso cuando alguien le gusta? Debes saber que esos nervios, esa sensación de mariposas en el estómago, incluso de torpeza, están ahí para algo...
Atracción y ansiedad: si le pones nervioso, le gustas
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 03 octubre, 2021

Atracción y ansiedad siempre aparecen juntas. Cuando estamos ante alguien que nos atrae, al que deseamos o de quien estamos perdidamente enamorados, nuestro organismo siempre va por delante. Aparecen los nervios, la sudoración, el nudo en el estómago, la boca seca y esa sensación de torpeza.

Lo cierto es que nada es tan complejo y fascinante a la vez como la mecánica de la atracción. Nos encantaría controlar muchas de esas reacciones para mejorar un poco más nuestras técnicas de seducción. Sin embargo, y aquí llega lo realmente curioso, ese nerviosismo inherente entre dos personas que se gustan actuaría en realidad como señuelos sexuales inconscientes.

¿Qué significa esto? Significa que los comportamientos nerviosos son pistas para saber que le gustamos a alguien. Algo tan simple como sonrojarnos, como esa llamativa expansión de nuestros capilares en las mejillas, revela en muchos casos sentimientos de deseo y de turbación a la vez.

“El amor no es una emoción; es un impulso”.

-Helen Fisher-

Pareja mirándose y sintiendo atracción y ansiedad

Atracción y ansiedad: ¿cómo se relacionan?

Cuando leemos sobre técnicas de seducción es común que se insista en la importancia de cuidar los gestos, las palabras y cada movimiento. Sin embargo, hay un pequeño truco que pocos nos sugerirían: mostrarnos algo nerviosos. Así es, atracción y ansiedad siempre van juntas y evidenciar esta realidad  -de manera justa y adecuada- es una señal para el otro.

De algún modo, todos hemos percibido estas señales con alguien. Ver cómo titubean al hablar, cómo se muestran más inquietos, con una risa nerviosa o juguetean con el cabello da forma a esa comunicación no verbal tan reveladora. Sin embargo, estas manifestaciones son realidades que intentamos contener o disimular porque nos da miedo perder el control, hacer el ridículo o lo que el otro pueda pensar.

Ahora bien, debemos tener claro un aspecto: la atracción y el enamoramiento no son experiencias mudas, y tampoco discretas o silenciosas: siempre se notan. Son estados vibrantes, edificantes y hasta caóticos. Pocas sensaciones nos turban tanto y alteran de manera tan intensa nuestro universo neuroquímico.

El nerviosismo en la atracción sexual es un mecanismo adaptativo

Susan M. Hughes, experta en psicología evolutiva del Albright College, realizó un estudio en el 2020 junto a sus colegas para profundizar en este tema. El objetivo de este trabajo era detallar la relación entre atracción y ansiedad y comprender esas reacciones nerviosas cuando estamos ante alguien que nos atrae.

Algo que quedó en evidencia es que casi siempre aparecen las mismas reacciones fisiológicas:

  • Risas nerviosas.
  • Enrojecimiento facial.
  • Mirada fija en la otra persona.
  • Aumento de la presión cardíaca.
  • Problemas para comunicarse (habla más rápida, problemas para expresarse con claridad…)

En el estudio señalan que asumimos que esas reacciones nerviosas son inadaptadas cuando, en realidad, es todo lo contrario. Así es. Evidenciar esos rasgos ansiosos nos permite demostrar nuestro deseo e interés romántico hacia esa persona. El problema aparece cuando alguien no siente interés por nosotros, ya que esas señales resultarán incómodas.

El nerviosismo en los procesos de atracción actuaría como un mecanismo informativo. Cuando dos personas se gustan, esos gestos torpes, esas miradas y esa ruborización facial pueden desencadenar la reciprocidad. Estamos dando pistas de lo que sentimos y algo así facilita las cosas.

Atracción y ansiedad: las emociones incómodas y poco discretas del amor

Uno de los libros más famosos y polémicos de Charles Darwin fue La expresión de las emociones en el hombre y los animales (1872). En este trabajo explicaba que cuando dos amantes se encuentran, sus corazones se apresuran y sus rostros se vuelven sonrosados. Esto sucede porque el amor no es una emoción pasiva. El amor es revulsivo, intenso y transformador.

Sin embargo, a medida que hemos evolucionado, intentamos disimular los efectos de la atracción y ansiedad. Nos obsesionamos por controlar los nervios, la torpeza, la voz que tiembla, la mirada que se ilumina. Así, cuando más nos obsesionamos por controlarnos, más torpes nos volvemos. Y la clave no es esa.

El secreto para seducir es dejar que muchas de esas pistas se revelen. Porque la ansiedad que parte de la atracción es muy contagiosa y si la otra persona siente lo mismo, será mucho más fácil dejar claro lo que sentimos.

pareja experimentando atracción y ansiedad

Tus emociones siempre tienen una reacción fisiológica y eso es normal

A esa inquietud revoltosa que sentimos en la tripa cuando estamos con alguien que nos gusta la denominamos “mariposas en el estómago”. Sin embargo, no son mariposas, es la ansiedad. El enamoramiento nos quita el sueño, reduce nuestra atención y hasta nos quita el hambre. Todo ello también es el resultado de un estado ansioso, porque el amor correlaciona con este estado psicofísico y, como bien sabemos, nos altera por completo.

Debemos recordar que las emociones y los sentimientos tienen múltiples correlatos físicos. Por lo tanto, que nos sintamos tan nerviosos cuando alguien nos gusta entra dentro de lo normal. Lo interesante es que ahora nos indiquen los expertos que estas reacciones no son desadaptativas.

Esa inquietud que experimentas ante ese alguien que deseas y te quita el sueño te puede permitir dejar claro lo que sientes sin palabras para poder iniciar antes esa relación…


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  • Hughes, S.M., Harrison, M.A. & de Haan, K.M. Perceived Nervous Reactions during Initial Attraction and Their Potential Adaptive Value. Adaptive Human Behavior and Physiology 6, 30–56 (2020). https://doi.org/10.1007/s40750-019-00127-y
  • Mathes, E. W. (1975). The Effects of Physical Attractiveness and Anxiety on Heterosexual Attraction over a Series of Five Encounters. Journal of Marriage and Family, 37(4), 769–773. https://doi.org/10.2307/350828

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