
En líneas generales, se puede decir que los traumas son experiencias vividas en etapas pasadas que pueden hacer que una persona se sienta «desbordada» a nivel psicológico. En vista de la gran carga emocional que le suponen a la persona,…
El autismo es un trastorno generalizado del desarrollo que se suele detectar a una edad temprana, aunque en los casos leves, algunos sujetos no saben que padecen este trastorno hasta la edad adulta. Todos tenemos una idea general de lo que es el autismo y de cómo afecta, pero no todo el mundo sabe que es un trastorno que tiene su eco toda la vida. ¿Qué ocurre cuando el autismo en la edad adulta está presente?
Es natural que nos surjan preguntas como: ¿qué dificultades tienen las personas con un diagnóstico de autismo en la edad adulta?, ¿son capaces de llevar una vida normal?. Estas preguntas pueden tener una respuesta muy distinta dependiendo del grado de afectación de cada persona.
Lo que sí es verdad es que, a lo largo de los años, la enfermedad y la sintomatología puede ir cambiando con la ayuda de diferentes terapias que pueden hacer que mejoren sus capacidades e incluso que puedan adaptarse a un trabajo y vivir de manera independiente.
Es una enfermedad neurológica que acarrea graves dificultades en las relaciones sociales, la comunicación y el comportamiento. Recientemente el DSM-5 la ha catalogado como trastorno del espectro autista precisamente por la heterogeneidad de sus síntomas y por los diferentes grados de implicación que puede tener la enfermedad en la persona.
A una edad temprana se pueden ver algunos rasgos identificativos.
Por ejemplo, el lenguaje se desarrolla de una manera lenta para su edad, evita el contacto visual, se intuye una falta de entendimiento de los sentimientos de los demás y una penalización en las pruebas estándar de inteligencia. Por supuesto, cada uno de estos síntomas tiene sus excepciones.
Las alteraciones se dan en diversas áreas del desarrollo:
Aunque, como he dicho anteriormente, lo síntomas comienzan en la infancia y perduran en la edad adulta, ¿qué características nos pueden indicar que la persona que tenemos enfrente sufre un trastorno del espectro autista?
Es esencial destacar que el perfil varía de una persona a otra, por lo que esto solo es un esbozo de las características principales de este trastorno. Dependerá de la gravedad de la enfermedad del autismo en la edad adulta la necesidad de ayuda o la dependencia de cada uno.
En los casos más leves pueden llegar a trabajar y llevar una vida relativamente normal, mientras que en los casos más graves son totalmente dependientes e incluso carecen de la capacidad del lenguaje o de la de relacionarse.
Aunque hay que recalcar que en el manual diagnostico DSM-5 se considera a los trastornos del espectro autista como el Asperger o el autismo como diferentes grados de un continuo, siendo el síndrome de asperger el grado más leve, en el ámbito clínico se siguen utilizando estos términos. La principal diferencia entre ambas sería que el asperger es mucho menos incapacitante:
En definitiva, el Asperger comparte varios rasgos con el autismo pero en un grado más leve, de tal manera que una persona con este síndrome puede ser considerada «peculiar» en sus comportamientos y en su forma de relacionarse, pero las dificultades para el desempeño de una profesión y el desarrollo de una vida normal no se ven tan afectados.
Tanto en películas como en series o libros se han retratado personajes con un trastorno del espectro autista. Uno de los rasgos que más destacan en la caracterización de un personaje que tiene un trastorno de este espectro es el de los problemas de interacción social.
En su desempeño entre páginas o letras suelen manifestar problemas para relacionarse, especialmente con las personas que no conocen. También es muy habitual que muestren un individuo con una inteligencia muy superior, los denominados «Savants» que son aquellos que tienen un enorme conocimiento en un área particular. Desgraciadamente esta característica no es tan común como puede parecer.
El autismo en la edad adulta ha sido retratado en el cine y en la televisión en numerosas ocasiones, aunque la mayoría de veces el personaje suele ser un niño, también hay algunas en la que el protagonista es un adulto. Una de las primera películas en retratar esta enfermedad en un adulto fue Rain Man, interpretada por Dustin Hoffman y que cuenta la historia un autista «Savant» basada en una persona real, Kim Peek.
Hoy en día hay una gran cantidad de series y películas que pueden ayudarnos a comprender el comportamiento de las personas afectadas por el autismo en la edad adulta. Algunos de los títulos recomendables son los siguientes: Mi nombre es Khan, Ben X, Temple Grandin y The story of Luke.