Autobiografía digital: cuando tu móvil lo sabe todo de ti

Te observa. Analiza lo que dices y cómo reaccionas. Sabe dónde estás, cómo va tu salud y las fotos que sacas. Los móviles han recopilado de nosotros toda una autobiografía que venden a grandes empresas para obtener beneficio económico...
Autobiografía digital: cuando tu móvil lo sabe todo de ti
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 agosto, 2022

Hay alguien que te conoce tanto como tú mismo: tu teléfono móvil. No te das cuenta, pero ese dispositivo es una extensión de tu propia persona y podría decirte cosas de ti que podrían hasta sonrojarte. Cada día, en cada interacción, en cada like, foto o conversación mantenida, va creando una auténtica autobiografía digital hasta conformar una especie de caja negra sobre tu vida.

Cuando nos damos de alta en una aplicación nuestra realidad cambia y no siempre somos conscientes de ello. Todo lo que somos y lo que hacemos será registrado por afinados algoritmos orientados a un solo fin: obtener beneficio, monetizar.

La cotidianidad queda captada y procesada de maneras altamente sofisticadas. Somos leídos, observados y analizados de forma permanente para obtener conclusiones sobre quiénes somos.

No es un argumento de una película de terror, es una realidad que acontece en cada segundo.

Persona mirando el móvil y recopilando una autobiografía digital

La autobiografía digital y cómo nuestros móviles obtienen información sobre nosotros

Tan pronto como nos compramos un móvil e iniciamos sesión en Google, se abre ante nosotros una dimensión paralela e invisible. No lo percibimos, no lo notamos, pero desde ese momento hay todo un ejército de “espías” registrando cada cosa que hacemos. Nosotros les damos permiso para hacerlo, porque a cambio de usar esa aplicación, vendemos nuestros datos al aceptar su vigilancia camuflada y el trato de nuestros datos privados.

Trabajos de investigación, como los realizados en  el departamento de Ciencias de la Computación en la Universidad de Southampton (Reino Unido), nos señalan algo importante. Las pautas y enfoques de privacidad existentes en esos contratos son inadecuados e incompletos: hay aspectos de los que no somos informados.

Lo complicado es que cada vez hay más apps orientadas a capturar nuestros datos y nosotros ya no entendemos nuestra cotidianidad sin esos recursos.

El lifelogging o el mecanismo de recopilación datos vitales

Llamamos lifelogging al registro de datos por parte de nuestros dispositivos sobre nuestras actividades vitales cotidianas. Este es un proceso minucioso, continuado y altamente sofisticado para ir registrando cada cosa que hacemos (e incluso las que no hacemos). Nuestros espías digitales van obteniendo datos a través de cada aplicación y lo hacen 24 horas al día 7 días a la semana.

Lo señalábamos hace un momento, este tipo de apps están floreciendo de manera abrumadora y todas van perfilando nuestra autobiografía digital. Ahora bien ¿de qué manera lo consiguen?

  • Pensemos en los smartwatch registrando nuestros movimientos y estilo de vida. Sabe cuántas horas dormimos, nuestros hábitos de nutrición, conoce nuestras pulsaciones, el estado de nuestro corazón y hasta los mensajes que enviamos.
  • Tenemos también aplicaciones que ayudan a las mujeres a registrar su periodo menstrual o a conocer sus días fértiles para concebir.
  • Asimismo, ya contamos con apps que registran nuestro estado de ánimo y que nos dan consejos para encontrarnos mejor.
  • También hay aplicaciones que sirven como diario personal, que nos ayudan a hacer la lista de la compra o que nos recuerdan las citas médicas.
  • No nos olvidemos del seguimiento por GPS de nuestro móvil y el registro de nuestras localizaciones. 
  • Google también almacena nuestras fotos. Buena parte de los teléfonos móviles llevan programas de fábrica que no podemos borrar y que guardan de manera automática nuestras fotos personales en esa nube virtual

Las redes sociales y nuestra autobiografía digital

Las aplicaciones de los móviles son los capturadores más voraces de nuestros datos personales cotidianos o lifelogging. Ahora bien, no podemos dejar de lado a las grandes reinas absolutas en este mercadeo de datos: las redes sociales. Pongamos un ejemplo, la mayoría hemos visto cómo Facebook nos recuerda de forma regular ciertos momentos del pasado, publicaciones de años anteriores.

Todas nuestras vivencias, interacciones, informaciones compartidas o pensamientos publicados quedan registradas por estas grandes empresas. Lo mismo ocurre con Instagram, Twitter o cualquier otra red social. Toda foto subida o dato publicado es captado, registrado a los pocos milisegundos y almacenado en grandes centros de datos, ocultos en los lugares más insospechados de nuestro planeta.

Asimismo, hay otro hecho que es cuanto menos interesante. Nuestra autobiografía digital permanece más allá de nuestra muerte. Empresas como Microsoft, por ejemplo, han creado un chabot capaz de recrear la vida de una persona fallecida a partir de sus publicaciones en redes sociales…

Mujer mirando el teléfono móvil creando su autobiografía digital

Los riesgos de que almacenen todos nuestros datos personales

Bien es cierto que esos recordatorios de Facebook, sobre lo que hicimos hace 2 o 8 años, despiertan en muchos casos una emoción positiva en nosotros. Es verdad también que ya no concebimos nuestro día a día sin estos recursos auxiliares, sin esa extensión del cuerpo que es el móvil y que, de alguna manera, nos hace la vida más fácil, más productiva e incluso feliz.

Sin embargo todos esos beneficios tienen un precio e incluso un reverso. Parte de esa autobiografía digital nunca es realmente nuestra. Somos mercancías. Hay una inteligencia artificial detrás que nos estudia y que intenta predecir incluso nuestro comportamiento. Y todo ello orientado con fines económicos.

No nos olvidemos tampoco de que esos datos privados pueden quedar al descubierto. Los robos de datos privados para chantajear o crear políticas de desprestigio es algo común. Estamos sin duda ante una realidad altamente compleja que de momento no está legislada ni regulada. Mientras, seguimos formando parte de esta “Matrix” porque sencillamente no concebimos otra forma de vida…


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Ferdous, Md. Sadek & Chowdhury, Soumyadeb & Jose, Joemon. (2017). Analysing Privacy in Visual Lifelogging. Pervasive and Mobile Computing. 40. 10.1016/j.pmcj.2017.03.003.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.