Benjamin Rush, biografía del padre de la psiquiatría americana
Benjamin Rush, a quien se le conoce como el padre de la psiquiatría americana, fue un personaje muy interesante. Médico de profesión, abordó diversos campos de la salud entre los que estaban los trastornos mentales. Uno de los primeros libros al respecto es de su autoría: Estudio de la influencia de las causas físicas sobre la facultad moral.
Sin embargo, la obra por la que se le ha denominado padre de la psiquiatría americana es Consultas médicas y observaciones sobre las enfermedades de la mente, de 1812. Este se considera el primer tratado de psiquiatría en el nuevo continente. Sus interesantes anotaciones le dieron un gran empuje a esta rama de la medicina en América.
“A menos que pongamos la libertad médica en la Constitución, llegará un momento en el que la medicina se convertirá en una dictadura encubierta para restringir el arte de curar a una clase de hombres y negar los mismos privilegios a los demás”.
-Benjamin Rush-
Sin embargo, Benjamin Rush no solo fue un médico brillante. También fue un gran activista por la independencia de los Estados Unidos. De hecho, su nombre quedó estampado en la Declaración de independencia de ese país y se le recuerda como un gran libertario.
Los primeros años de vida de Benjamin Rush
Benjamin Rush nació en Filadelfia (Estados Unidos) el 4 de enero de 1746. Provenía de una familia de inmigrantes británicos que había llegado a ese país menos de un siglo antes. Quedó huérfano de padre cuando apenas tenía 6 años. La madre se esmeró en que recibiera una excelente educación, de corte liberal.
Recibió su educación básica en la academia de Nottingham, en Maryland, la cual era propiedad de uno de sus tíos. Luego estudió en el Princeton College y en la misma alma mater se formó como médico. Lo convencieron de que obtuviera su doctorado en medicina en la Universidad de Edimburgo, que era una de las más prestigiosas de su época.
Benjamin Rush viajó entonces a Escocia y allí obtuvo su título de doctor en medicina. Durante ese período conoció a varios de los intelectuales más importantes de ese entonces; entre ellos, Benjamin Franklin. Cuando concluyó sus estudios volvió a Filadelfia, donde comenzó a ejercer su profesión y además se convirtió en docente de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Filadelfia.
Benjamin Rush, un médico apasionado
Benjamin Rush era un completo convencido de las bondades de la sangría, una práctica médica de uso común en el siglo XVIII. Durante una terrible epidemia de fiebre amarilla que tuvo lugar en Filadelfia en 1793, este médico aplicó una terapia muy propia. En principio le daba a sus pacientes dosis de mercurio y jalapa, un antiguo remedio azteca con efectos laxantes. Así los purgaba.
Luego les aplicaba sangrías . Estas consistían en hacer un corte y dejar que fluyera la sangre. Llegó a hacerle este procedimiento hasta a 100 pacientes por día. Benjamin Rush no ofrecía argumentos teóricos que justificaran esta práctica y por eso fue muy criticado. Muchos de sus contemporáneos lo consideraban peligroso, pero pese a ello así fueron curadas muchas personas.
Al final de esta etapa comenzaron a llamarlo “el príncipe de las sangrías”. Aunque tenía detractores, esto no impidió que fuera nombrado profesor de química en el departamento médico de la Universidad de Pensilvania. Fue la primera persona en ocupar ese cargo en los Estados Unidos.
El “Hipócrates de Pensilvania”
Las audaces prácticas médicas de Benjamin Rush no se limitaron a las sangrías y los medicamentos aztecas. Pronto incursionó en nuevos campos como la psiquiatría. En principio su labor se limitó a abogar por un mejor trato para los pacientes mentales que se hallaban internados en hospitales. Estos eran sometidos a golpes y vejámenes, a lo que Rush se opuso terminantemente.
Más adelante, empleó sus famosas sangrías con los pacientes psiquiátricos, así como duchas frías. Esas terapias eran muy aceptadas en aquel entonces y se consideraban válidas. Lo que se buscaba con ello era reducir la agitación psicótica que presentaban algunos pacientes. Esto también llevó a Benjamin Rush a inventar la llamada “silla de apaciguamiento”.
Esta era una silla en donde se ataba de pies, manos y cabeza al paciente agitado. Al final se le colocaba una especie de caja apretada sobre la cabeza. De este modo, se le aislaba de las sensaciones visuales y auditivas para que cesara su agitación. El método también reducía el flujo sanguíneo hacia el cerebro y muchas veces lograba apaciguar a los pacientes.
A Benjamin Rush se le recuerda como un gran médico y como un gran humanista. Se oponía a la esclavitud y estaba convencido de la importancia de respetar los derechos, como base de la sociedad. En la primavera de 1813 contrajo una fiebre y murió cinco días después. Se le recuerda como el “Hipócrates de Pensilvania”.
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- Martínez Maza, C. (2010). Democracia ateniense vs. revolución americana: el rechazo al paradigma clásico.