Communitas: la emoción que deriva de la alegría colectiva

Communitas es la emoción que deriva de nuestra alegría al compartir tiempo con un grupo de personas significativo. Es un sentimiento de pertenencia enriquecedor en el que se respeta la identidad de cada uno y no existe sometimiento alguno.
Communitas: la emoción que deriva de la alegría colectiva
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 enero, 2022

Communitas es una emoción intensa, efervescente y llena de gozo que experimentamos en compañía de otras personas. Es la alegría colectiva que deriva de la unión de los vínculos, de la adhesión a un grupo de figuras significativas con las que compartimos algún tipo de relación. Pocas sensaciones son tan gratificantes para el ser humano que experimentar un claro sentimiento de pertenencia.

Asimismo, es interesante saber que este concepto no solo es lo opuesto a la soledad, también se aleja de la dominación o la sumisión. Estamos ante una dimensión en la que se respeta la identidad de cada miembro, porque nada es tan enriquecedor como aportar a ese conjunto de figuras nuestras ideas, valores, perspectivas y enfoques. La diversidad del grupo conforma su fortaleza.

La fusión de identidades y la sumisión deriva en dominación y debilidad a largo plazo. Communitas tiene en su ADN la felicidad, el dinamismo, las risas y la complicidad. Es una unión espontánea de seres que se aprecian y respetan, de figuras que aprecian esos instantes de colectividad en los que un grupo es mucho más que las partes que lo conforman.

Communitas es una forma de emoción que enriquece al ser humano. Somos seres sociales necesitados de vínculos seguros, significativos y respetuosos.

Amigos planeando un viaje experimentando la emoción Communitas

¿Qué es communitas?

Communitas es la emoción que favorece la calma y la armonía en un mundo en caos. Nos aporta armonía, fortaleza a los vínculos sociales, sensación de confianza y alegría en sentido más íntegro. Es más, pocos estados son más catárticos y beneficiosos a nivel social como la alegría.

Trabajos de investigación, como los realizados en la Universidad de Eastern Washington, destacan que cuando nos sentimos alegres se incrementa la gratitud y el bienestar social. Es una emoción distintiva y revulsiva que si nos paramos analizar, descubriremos que casi siempre la experimentamos cuando estamos en compañía.

La vida adquiere otro cariz cuando estamos con personas que apreciamos. Fue la antropóloga Edith Turner quien acuñó y estudió el concepto de communitas y lo definió como ese estado que siente un grupo de personas cuando su vida en común adquiere un significado pleno. Es una percepción espontánea y reconfortante que surge cuando tomamos conciencia de que quienes están junto a nosotros dan sentido a nuestra existencia.

Saber compartir tiempo de calidad, el secreto de las buenas alianzas

Una de las claves de la emoción communitas es que emerge cuando compartimos actividades en conjunto. Ser compañeros de estudios, viajar, comer juntos, celebrar fiestas, apoyarnos en momentos de dificultad, ser refugio los unos de los otros, cuidarnos… Todo ello da forma a esta aleación luminosa que nos aporta tanto bienestar.

El sentimiento de pertenencia se construye al compartir alianzas y tiempo de calidad. Pero también descubriendo que estamos junto a personas en quienes podemos confiar. Es como esa brisa cálida que nos reconforta, que nos hace sentir en casa y que apaga cualquier temor.

Communitas, la emoción que no apaga la individualidad

Lo señalábamos al inicio: communitas es la emoción que experimentamos al sentirnos parte de un grupo donde se respeta la individualidad de cada miembro. Es la alegría que acelera nuestro corazón al percibir que se respeta y aprecia nuestra singularidad. Los rasgos y los caracteres de cada uno fortalecen al grupo, lo hacen más rico, más fuerte y diverso.

Como señala la antropóloga Edith Turner, cuando experimentamos communitas hay una despreocupación por el estatus. Nadie es más que nadie, no somos menos que ninguno y todos somos iguales en ese grupo. Porque si hay algo que define a esta emoción es la ausencia total de ego; el orgullo se difumina para dar paso al aprecio auténtico y la alegría.

En este tipo de emoción hay un aprecio genuino del otro: se aprecia su individualidad porque sabemos que aquello que nos hace únicos enriquece a los demás.

Personas que resuenan entre sí para invertir en felicidad y confianza

Communitas es una emoción inscrita en nuestro potencial humano. Somos seres sociales, formar comunidades y ser parte de un grupo es una necesidad. Ser cooperativos, ayudarnos, disfrutar de la compañía de la familia y de los amigos es una pluma que nos ayuda a escribir nuestra historia en positivo.

Todos somos mejores cuando invertimos tiempo y cuidamos en los nuestros. También cuando nos dejamos cuidar y nos permitimos experimentar el deleite de la compañía de quienes nos hacen felices con su presencia, con sus actos y palabras. Cuando encontramos personas que resuenan con nosotros se enciende esa sinergia con la que todos nos movemos en una misma dirección: la de invertir en felicidad.

Amigos comiendo en un restaurante disfrutando de la communitas

La alegría colectiva frente a la soledad

Vivimos en sociedades cada vez más individualistas en las que la soledad crece como esa mala hierba que se expande sin medida… Y que nos enferma. En estas circunstancias, solo communitas puede acudir en nuestro rescate. Solo la alegría colectiva (la experimentada junto a otras personas) es capaz de salvarnos de nuestros universos de tristeza y soledad.

La necesidad de pertenencia y de colectividad es clave para nuestra supervivencia desde el principio de los tiempos. La compañía de otras personas con quienes compartir vida, proyectos, miedos y anhelos traza ese amarre que nos permite emerger de las profundidades de nuestras depresiones y aislamientos.

Disfrutemos de esta emoción, promovamos ese estado, porque communitas es ese deleite colectivo que todos necesitamos.


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  • Gabel, P. (2018). The desire for mutual recognition. NY: Routledge.
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  • Turner, E. (2012). Communitas: The anthropology of collective joy. Palgrave Macmillan
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