¿Cómo evitar los celos cuando llega un nuevo hermano?

¿Cómo evitar los celos cuando llega un nuevo hermano?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 20 agosto, 2018

Muchos niños sufren celos cuando llega un nuevo hermano: tienen que compartir espacio y atención con un ser en principio extraño, que hace muy poco y demanda mucho tiempo. Un tiempo que antes era solo para él. Así, si no se gestiona bien, esta situación puede dar paso a una ingente cantidad de celos, motivación suficiente para comportamientos que no deseamos o incluso que pensábamos que el pequeño ya había superado.

Uno de los fantasmas que se encuentran detrás de los celos es el miedo. De hecho, este se incrementa cuando el bebé llega al hogar y necesita atención casi las 24 horas al día. El niño siente que no es correspondido emocionalmente (al menos, no como antes), que le ignoran. Por lo tanto, los celos surgen y el bebé que ha llegado se convierte en un competidor. No obstante, esta situación puede afrontarse de manera que no tenga consecuencias importantes. Veamos cómo lograrlo.

Preparar el encuentro

Para evitar los celos cuando llega un nuevo hermano, el niño debe comprender por qué el nuevo miembro de la familia necesita tanta atención. Por ello, es importante que los padres le enseñen fotos de cuando él era bebé y le expliquen los cuidados que necesitaba. De esta manera, cuando llegue el recién nacido, el niño comprenderá mejor lo que sucede.

Si un niño no entiende cómo se cuida a los bebés, por qué los padres deben estar tan pendientes y las razones que harán que tenga que compartir la atención con su hermano, puede mostrar rechazo. Para evitar todo esto, es imprescindible hablar sobre la situación en términos que el niño comprenda y hacer una buena gestión del tiempo, de manera que “el príncipe destronado” no pierda todo su espacio.

Asimismo, los padres pueden regalarle algo al niño de parte del bebé que está en camino. Puede ser un muñeco, un patuco o cualquier otro elemento. De esta manera, lo que se pretende es que el niño tenga curiosidad por el bebé que va a llegar y que, quizás, incluso le corresponda de la misma manera, preparándole algo con significado emocional para cuando se produzca el encuentro.

Algunos niños, cuando sienten celos se muestran muy irritables; en cambio otros lo manifiestan con señales de tristeza.

niño tocando a un bebé representando los celos cuando llega un nuevo hermano

¿Qué sucede cuando el bebé llega?

Preparar el encuentro para evitar los celos cuando llega un nuevo hermano es muy importante. Este será el punto de partida, la primera impresión, el momento en el que el mayor elegirá una actitud frente a su hermano que luego tenderá a mantener. Así, si la organizamos bien, con esta presentación podremos evitar muchos problemas futuros.

Por muy que lo preparemos, puede que el niño se muestre reticente a conocerlo o a reconocerlo como parte de la familia. Puede ser una manifestación de timidez, pero también de rechazo. Identificar si es una u otra postura nos ayudará a trabajar a partir de este punto, facilitándole un espacio para que exprese sus emociones y prestándole ayuda para trabajar con ellas.

En muchos casos, los padres niegan a sus hijos coger al nuevo bebé en brazos por mucho que estos se lo pidan. Esto es un grave error, pues una de las premisas para que un niño no sienta celos es que se vea involucrado en las actividades que se llevan a cabo con el recién nacido. Bien es cierto que dejar que un niño sostenga a un bebé puede ser peligroso. Pero, podemos permitírselo si está sentado y estamos nosotros al lado controlando la situación en todo momento.

niño superando los celos cuando llega un nuevo hermano

Además, si el niño quiere participar, es bueno que dejemos que el niño se implique en las tareas de cuidado del bebé. En el momento del baño, el hermano puede colaborar, si quiere o si conseguimos animarle (en ningún caso obligarle o hacerle chantaje emocional). Ya sea cogiendo una toalla, dándole el champú, dejándole que frote suavemente la cabeza de su hermano… El contacto es esencial.

Cuantos más momentos compartamos con los dos a la vez, mayor será la integración y menos nos tendremos que dividir. En este sentido, también tenemos que evitar llegar al otro extremo. En ningún caso debe caer sobre el hermano mayor la responsabilidad de cuidar del hermano pequeño.

Si a un niño se le impide acercarse al hermano y tocarlo poniendo como excusa que tiene las manos sucias o que le puede hacer daño, lo más probable es que los celos afloren y el rechazo también.

Todas las acciones realizadas y el esfuerzo puesto para evitar los celos cuando llega un nuevo hermano no deben sustituir el tiempo de calidad que un niño necesita. Por muy grandes que sean las necesidades del pequeño, el mayor sigue teniendo las suyas y agradecerá que le dediquemos un tiempo en exclusividad. Pensemos que los vínculos no dejan de ser únicos e intransferibles.

En este sentido, los padres tendrán que hacer un esfuerzo por intentar mantener la mayor cantidad de rutinas que ya existían antes, intentando conservar especialmente aquellas que reportaban un mayor bienestar. De esta manera, el niño sentirá a sus padres cerca y que continúa siendo importante para ellos.

En definitiva, para evitar los celos cuando llega un nuevo hermano los padres tienen un buen margen de actuación. De la misma forma, a medida que el bebé crezca aparecerán nuevos retos e incluso celos que se intercambien. De una u otra forma, estos fenómenos forman parte de la maravillosa aventura de ser padres.


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