Cómo vivir con una persona alexitímica

Vivir con una persona alexitímica es un desafío porque no saben decodificar aquello que sienten. Este rasgo de personalidad está detrás de muchas rupturas de pareja.
Cómo vivir con una persona alexitímica
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 11 diciembre, 2018

Vivir con una persona alexitímica no es fácil. Al fin y al cabo pocos se acostumbran a vivir sin un “te quiero” o un “¿cómo estás?”. Porque el alexitímico, más allá de lo que podamos pensar, sí tiene sentimientos, sí siente, pero no sabe cómo expresar en palabras ese mundo interno de afectos, de emociones, de universos desconcertantes que les bloquean y angustian.

Nick Frye-Cox, doctora de la Universidad de Missouri nos revela en un estudio algo en lo que reflexionar. Una parte de las rupturas afectivas que se producen estarían mediadas por la alexitimia. Son esas situaciones donde un miembro de la pareja no se siente validado por el otro. Donde lejos de apreciar un amor real, solo experimenta frialdad y hasta dejadez.

La comunicación emocional interpersonal vertebra cualquier vínculo saludable. Las personas necesitamos algo más que a alguien nuestro lado. Queremos personas activas emocionalmente, figuras receptivas y expresivas que entiendan de reciprocidad, que ofrezcan esos refuerzos capaces de nutrir la relación, de alimentar el afecto, la ilusión y el compromiso cotidiano.

Sin embargo, el alexitímico no siempre logra llevar a cabo estas prácticas. Y no porque no lo desee. Sino porque carece de mecanismos para dar respuesta a lo que siente. Es como intentar hablar a través de un idioma que no se conoce, es vivir en una dimensión brumosa donde todo lo emocional discurre en esa espesura imprecisa que no ve, que no se entiende.

Es necesario que, por nuestra parte, entendamos un poco más a este perfil de personalidad. Convivir con ellos puede ser doloroso en ocasiones, pero siempre es posible poner en práctica algunas estrategias.

“Las personas con alexitimia se sienten solas. Carecen de estrategias para poder comunicar sus sentimientos y ello hace que acaben destruyendo gran parte de las relaciones que inician”.

-Nick Frye-Cox-

Corazón cubierto de hielo simbolizando cómo vivir con una persona alexitímica

¿Cómo es una persona alexitímica?

Debemos tener claro en primer lugar un sencillo aspecto: la persona alexitímica no es un psicópata. Asimismo, no todas los perfiles alexitímicos presentan un trastorno psicológico. En realidad, estamos ante un rasgo de personalidad identificado por John Nemiah, un psicoanalista de Boston en 1976.

Para identificar a una persona alexitímica se utiliza la Toronto Alexithymia Scale (TAS-20). Las dimensiones que mide son las siguientes:

  • Dificultad para identificar y describir sentimientos.
  • Problemas para interpretar y distinguir sus propias emociones.
  • Tendencia al conformismo social.
  • Asumen que nadie puede entenderlos y ello les genera, en ocasiones, frustración.
  • Evitan a hablar de aspectos íntimos, de aquello que sienten, de lo que piensan, de los que les ha ocurrido. Prefieren conversaciones asépticas, relacionadas con actividades, aficiones, aspectos objetivos.

Estudios como el llevado a cabo en la Universidad del País Vasco, estiman que este perfil puede asociarse a un 15% de la población.

pareja en la noche simbolizando cómo vivir con una persona alexitímica

¿Cómo vivir con una persona alexitímica?

A menudo, hay quien cae en el error de pensar que la persona alexitímica no se enamora: no es cierto. Este perfil de personalidad también siente las necesidades de afiliciación, de crear una familia, de amar y ser amados. Ahora bien, tal y como nos señala el neurólogo Pablo Irimia, “el alexitímico sí siente pero es incapaz de expresar en palabras esos estados de acuerdo al contexto”. 

Veamos por tanto qué estrategias deberíamos seguir para vivir con una persona alexitímica.

Lo que no se dice con palabras se expresa a través de otros canales

El amor, el afecto, la complicidad y la admiración puede expresarse de muchos modos y no solo con palabras. Para vivir con una persona alexitímica debemos entender que le costará enormemente verbalizar sus sentimientos; sin embargo, los podemos percibir en las miradas y en su lenguaje no verbal.

Es más, un canal del que se sirven muchos alexitímicos es el de la escritura. La pareja debe encontrar un medio a través del cual puedan quedar reflejados esos sentimientos.

La comunicación física

Collin Hesse, profesor de comunicación de la Universidad de Missouri ha llevado a cabo varias terapias donde percibir un aspecto interesante. La persona alexitímica responde bien al contacto físico, a las caricias, a los abrazos, a los besos… Adoptar este tipo de lenguaje en el día a día puede facilitar mucho las cosas.

Cuando falten las palabras es positivo recurrir a este tipo de gestos altamente emocionales. Se potencia la empatía, la conexión y, sobre todo, se alivia la ansiedad. Queda claro que la pareja del alexitímico sufre, pero también la persona con este rasgo de personalidad lo hace al no saber cómo comunicar.

Tres tipos de terapia para mejorar la convivencia

Algo que debemos entender sobre la alexitimia es que no se cura. Estamos ante un tipo de personalidad, no un trastorno clínico. Por tanto, para vivir con una persona alexitímica es necesario que le recomendemos llevar a cabo distintos tipos de terapia para mejorar la relación, para ofrecerle mecanismos con los que optimizar el trato, la comunicación.

Los tres enfoques más interesantes son los siguientes:

  • Estimulación de la inteligencia emocional.
  • Técnicas para la reducción de la ansiedad y agresividad.
  • Ejercicios de relajación.
personas en terapia aprendiendo a vivir con una persona alexitímica

Salvaguardar la integridad emocional: cuando la convivencia no es posible

La convivencia con un alexitímico desgasta. Lo hace por una razón evidente: muchas personas se cansan de dar mucho de sí mismas sin recibir nada a cambio, sin ver mejoría.

Es importante salvaguardar nuestra salud psicológica. Tal y como hemos señalado, vivir con un alexitímico implica a menudo un gran sufrimiento (para ambos); por tanto, en ocasiones, no hay más opción que reflexionar sobre la propia relación y tomar una decisión.

No obstante, no lo dejemos sin antes luchar por ello. Muchas parejas han logrado dar con esos mecanismos donde crear un lenguaje propio a través del que sentirse validados, donde los vacíos no son excesivos y la convivencia es posible.


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  • Berenbaum, H. y Prince, J.D. (1994). Alexithymia and the interpretation of emotion-relevant information. Emotion and Cognition, 8(3), 231-244.
    Cochrane C.E., Bewerton T.D., Wilson D.B. y Hodges E.L. (1993). Alexithymia in the eating disorders. International Journal of Eating Di -sorders, 14, 219-222.
  • Preece, D., Becerra, R., Robinson, K., & Dandy, J. (2018). Assessing alexithymia: Psychometric properties and factorial invariance of the 20-item Toronto Alexithymia Scale in nonclinical and psychiatric samples. Journal of Psychopathology and Behavioral Assessment, 40(2), 276-287. doi:10.1007/s10862-017-9634-6
  • Nemiah, J. C., Freyberger, H., & Sifneos, P. E. (1976). Alexithymia: A view of the psychosomatic process. In O. Hill (Ed.), Modern trends in psychosomatic medicine, Vol. 3 (pp. 430–439). London, UK: Butterworths.

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