Comunicación patológica: ¿en qué consiste?

Son muchos los libros de autoayuda que señalan la necesidad de mantener abiertos los canales de comunicación. Sin embargo, no es una ley que deba imperar siempre, ya que hay ciertas comunicaciones que no nos hacen sentir bien en absoluto.
Comunicación patológica: ¿en qué consiste?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 10 octubre, 2022

La comunicación patológica es un tipo muy particular de comunicación. Está más allá de los malentendidos y de la falta de habilidades sociales, causando dosis significativas de sufrimiento en las personas que participan en ella.

Las consecuencias son especialmente graves cuando se produce en la infancia, ya que este tipo de comunicación sentará las bases relacionales en la persona, haciendo que llegue a tener serios problemas en su vida adulta. Aun con todo, recibir este tipo de trato no es beneficioso para nadie, con independencia de la edad.

¿Alguna vez te han hecho gaslighting o han enrevesado a propósito una conversación para que pierdas el hilo? Pues estos ejemplos y muchos otros entran dentro de la comunicación patológica. Vamos a ver en detalle cómo funciona todo esto y qué consecuencias tiene para las personas. No te pierdas nada.

Los 4 axiomas de la comunicación

Para definir aquello que es patológico, primero se ha de conocer lo normal y saludable. En el caso de la comunicación, son muchos los autores que se han lanzado a definirla y categorizarla. En este caso, vamos a tomar la teoría de la comunicación humana de Watzlawick, Beavin y Jackson, que definieron 4 columnas que sostenían este proceso. Son las siguientes:

  • Es imposible no comunicarse: es algo inherente a los seres vivos. Incluso cuando no queremos comunicarnos, estamos mandando un mensaje para darlo a entender.
  • Toda comunicación tiene contenido y establece relación entre sus diferentes elementos: además, los comunicadores están de acuerdo en ese contenido y en la definición de la relación. Un ejemplo de ello sería el de dos personas que adoptan un perro (contenido) y que deciden que ambas se encargarán de cuidarlo (relación).
  • La naturaleza de una relación depende de las secuencias de la comunicación: las discrepancias en la comunicación tienen mucha relación con la secuencia de los mensajes que se interpretan. Por ejemplo, si una persona cree que no la quiere nadie, se comportará como tal y las personas de su alrededor comenzarán a tener conflictos con ella, dando lugar a una espiral que cumple la afirmación inicial.
  • Los humanos se comunican de forma verbal y no verbal: en una comunicación sana, ambas formas son coherentes entre sí. Es decir, un gesto de amenaza iría seguido de un “te voy a matar”, no de un “pásame la sal”.

Partiendo de estos axiomas, es posible dar con las diferentes contradicciones de la comunicación humana. Si bien es lógico encontrar algunas de ellas de vez en cuando (pues no somos máquinas infalibles), en ocasiones toman formas y frecuencias que saltan a la patología. Vamos a verlo en el siguiente apartado.

Amigas discutiendo
En la comunicación patológica, la confusión y la manipulación de la información son muy frecuentes.

¿Qué es la comunicación patológica?

Como habrás podido deducir, en la comunicación están implicados los mensajes que manda cada interlocutor, pero también la interpretación que el espectador les da. Así, la comunicación patológica consiste en enviar mensajes confusos a propósito o en darles un significado totalmente erróneo.

A continuación vamos a ver algunas de las formas que toma esta práctica con base en los axiomas anteriores. No te pierdas nada, pues seguro que reconoces alguna de ellas en tu propia experiencia.

1. Negar la comunicación

Como se decía antes, no comunicarse es imposible. Sin embargo, indicar que no se quiere establecer una vía de diálogo es posible con un mensaje directo: “no quiero hablar”. Esto es sano, e incluso necesario en algunos casos.

Lo patológico entra en escena cuando esa negación a la comunicación se extiende sin tener fin o cuando se comunica de maneras confusas y contradictorias. Un ejemplo de esto es la ley del hielo: ignorar completamente a una persona para invalidar sus opiniones y sus sentimientos.

2. Trastocar el contenido y la relación

Imagina una pareja que discute sobre el cuidado de su hijo cuando está enfermo. El primero asegura que no es bueno taparle con una manta cuando tiene fiebre, pero el otro asegura que es así como lo hacían en su casa de pequeño y siempre se sudaba. Para arreglar este contenido pueden acudir a un médico, pero para llevar razón podrían enrevesar la conversación hasta que el otro se agote.

Por otro lado, podrían llevar el diálogo a lo personal (la relación), acusando al otro de no querer escuchar, no amar a su hijo o poner por delante el querer llevar razón; de esta manera evitan el contenido y aluden a los sentimientos para ganar la discusión.

3. Sesgos interpretativos y secuencia de mensajes

El tercer axioma hacía referencia a la secuencia de mensajes. Aquí son comunes los círculos viciosos, en los que un comportamiento contradictorio crea una expectativa en la otra persona. Esta persona tratará de predecir nuevos comportamientos, pero basándose en algo cambiante y que la hace obsesionarse con ello.

Esta es una de las formas más comunes de maltrato psicológico: tener a una persona pendiente de la reacción de la otra de forma permanente, pues no la puede predecir.

Hombre hablando con su pareja
El maltrato psicológico se ejerce a través de la comunicación patológica.

4. Incongruencias entre lo verbal y lo no verbal

“No lo has dicho como si no te importara, sino como si te molestase que salga con mis amigas”. ¿Te suena? En ocasiones, se trata de generar dependencia o temores en la otra persona, dando a entender una cosa con las palabras y otra con el cuerpo. En otras, la interpretación es la que se vuelve patológica, viendo cosas donde no las hay.

Las razones que subyacen son muchas y variadas. Es necesario ver cada caso por separado y conocer las variables que están originando la comunicación patológica. ¿Consideras que en tu vida se da alguna forma de comunicación patológica? En ese caso, el mejor consejo es que lo abordes de manera directa o que cuentes con el apoyo de un psicólogo para salir del bucle. En otras ocasiones, sin embargo, lo mejor será alejarse de esa persona. Es tu decisión.


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  • Watzlawick P, Beavin J y Jackson S (1981). Teoría de la comunicación humana. Interacciones, patologías y paradojas. Barcelona: Herder. 2ª edición.
  • Shomaly, D. (1994). Comunicación, meta comunicación y paradoja: la vigencia de la" Escuela de Palo Alto".
  • Jaureguizar, J., & Ibabe, I. (2014). Cuando los padres son las víctimas: violencia filio-parental. La respuesta de la victimología ante las nuevas formas de victimización, 37-72.
  • Carrero, D. K. G., Huérfano, K. L. S., & Larrarte, M. E. M. MANIPULACIÓN Y ABUSO EMOCIONAL EN LAS ORGANIZACIONES: EL GASLIGHTING. RENE ALEXANDER GUERRERO VERGEL, 57.

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