Cuando lo que nos gustaba nos empezó a molestar
Con el paso del tiempo y normalmente sin que haga falta mucho, la realidad se impone y las idealizaciones rara vez sobreviven al filtro de la realidad. La persona que supuestamente debía responder con un tipo de actitud o comportamiento concreto se revela como un ser humano imperfecto, con sus virtudes y sus defectos. Estos defectos parece que se amplían con el paso del tiempo, llevándonos a situaciones que antes nos agradaban y ahora nos empiezan a molestar.
Quien idealiza a una persona puede terminar frustrándose debido a que las expectativas tan altas que tenemos en un inicio de la relación van cambiando cuando nos damos cuenta que hemos creado un personaje a partir de la persona amada. A medida que la relación romántica se va desarrollando, la idealización de la pareja se va mitigando, dando paso a un escenario diferente en la relación.
Quien piense que los defectos que le irritan de la pareja es solo asunto del otro se equivoca. En realidad, siempre han existido comportamientos que nos han molestado de nuestra pareja, aunque no lo expresáramos al inicio de una relación. La idealización de la pareja, unida al deseo de no querer causar conflictos hace que omitiéramos los detalles que nos resultaban molestos o desagradables.