Cuando un niño sufre abandono emocional
Por desgracia hablar de abandono emocional nunca cae en saco roto, mucho más si en el fondo del debate se encuentra un niño. Cuando un niño sufre abandono emocional lo que realmente tiene es una falta inconmensurable de respuesta a las necesidades emocionales que puede crearle, en casos extremos, un gran déficit a nivel psicológico y, por extensión, a nivel de salud física.
El diccionario de la Real Academia Española de la lengua define abandono, en su primera acepción, como aquel acto que implica ‘dejar, desamparar a alguien o algo’. En el momento en el que un niño sufre abandono emocional, lo que experimenta es esa sensación de desamparo que los padres tratan de suplir cubriendo sus necesidades materiales, en algunas ocasiones.
El afecto es vital para desarrollo emocional de un niño
En la etapa de crecimiento de un niño es importante que éste sienta que tiene unos padres que se preocupan por lo que necesitan, lo que ocurre es que muchas veces ellos se centran tanto en esta parte que descuidan la más emocional. Es cierto que un niño se rodea de objetos materiales como ropa, juguetes, aparatos para su cuidado, etc; pero, un niño también exige muestras de amor tales como un abrazo o una conversación sobre su estado de ánimo.
Existen algunas circunstancias que favorecen el origen de este problema, pues en muchas ocasiones el abandono emocional puede venir por ejemplo por la falta de tiempo de los padres. Los padres, en ocasiones, se ven obligados a trabajar en unos horarios que, irremediablemente, no les permiten atender a su hijo como les gustaría: la imposibilidad de fortificar los vínculos emocionales de una manera habitual lleva a veces a pensar que pueden ser dados por otras vías.
Sin embargo, el afecto es vital para el desarrollo emocional de un niño para que crezca de forma feliz y psicológicamente sano: según algunos especialistas debería recibir la suficiente seguridad y aprobación como para hacerlo sentir dentro de la familia la que pertenece. De lo contrario, el daño emocional que puede crearse en el niño puede ser irreversible.
Algunas consecuencias del abandono emocional en un niño
Las consecuencias que pueden derivarse del abandono emocional pueden, también, hacerse mayores en el caso de un niño. De hecho, la experiencia que puede sufrir provoca que el daño psicológico y afectivo que recibe marque, probablemente, de una manera negativa el resto de su vida. Vamos a ver algunas de estas posibles consecuencias a continuación:
- Dificultades en la escuela: este es el segundo hábitat en el que el niño crece, por lo que si su estado anímico no es el adecuado fuera del mismo tampoco lo será en él. Todas las repercusiones negativas podrán verse reflejadas en sus actividades en la escuela y en su día a día con el estudio y las relaciones con otros niños.
- Trastornos de alimentación: normalmente, cuando nos encontramos anímicamente mal influye directamente en nuestros hábitos alimenticios. El abandono emocional provoca la posibilidad de impactar directamente en la salud en forma de trastornos de esta índole que podrían necesitar terapia psicológica.
- Problemas de autoestima: quizá sea uno de los puntos más fuertes para tener en cuenta. Si bien es cierto que no siempre es así, la autoestima de un niño que sufre abandono emocional tiende a bajar progresivamente. Esto, además, puede repercutir en el desarrollo de su personalidad, pudiendo exteriorizarse en términos de codependencia, violencia o, incluso, depresiones posteriores.
- Depresiones y ansiedad: el daño emocional creado puede ser bastante severo para la etapa adulta de un niño. La falta de seguridad o confianza en sí mismo puede llevarle a sufrir depresiones y estados de ansiedad que le dificulten su vida diaria y las relaciones interpersonales que pueda llegar a tener.
- Reflejo familiar negativo: cuando el abandono emocional ha impactado negativamente en un niño la probabilidad de esa falta de afecto en un futuro familiar propio es mayor. Muchas veces los padres que no se preocupan por la salud emocional de sus hijos es porque tampoco lo recibieron de sus padres.
Cualquier niño puede sufrir abandono emocional en su vida, incluso en una etapa determinada únicamente. Cualquier indicio de abandono emocional sería aconsejable tratarlo con un especialista que pudiera ayudar a redirigir la situación y solucionar las carencias afectivas.