Cuatro leyes y un regalo

Cuatro leyes y un regalo
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 26 agosto, 2019

Algunos conceptos legendarios, indican que si fuésemos capaces de comprender cuatro leyes esenciales, aceptaríamos mejor los cambios cotidianos que suceden a lo largo de nuestra vida.

La primera de las leyes explica:

Que ninguna persona aparece en nuestra vida por mera casualidad, todas interactúan, se relacionan y comparten nuestro espacio y tiempo por algo. Todas son necesarias para hacernos comprender y evolucionar. “La persona que llega a nosotros es la persona correcta”

La segunda aclara:

Nada, absolutamente nada de lo que nos ocurre  en nuestra vida podría haber sido de otra manera.

“Lo que  nos sucede es la única cosa que podía haber sucedido”.

Aunque a nuestro cerebro y a nuestro corazón le cueste aceptarlo y prefieran gastar tiempo pensando: “Tal vez si hubiese hecho otra cosa… me hubiese sucedido otra… etc.”  La realidad es que hasta el detalle más insignificante ocurre para que aprendamos una lección y podamos continuar el camino. Todas nuestras situaciones, absolutamente todas nos enseñan a crecer.

Dice la tercera:

Cuando realmente estamos preparados para que las cosas nuevas empiecen a formar parte de  nuestra vida, es allí cuando comenzarán. En ese mismo instante. Será el momento adecuado. Ni antes ni después.

“Si estamos abiertos mentalmente a asumir  nuevas propuestas, entonces ese momento será el preciso y el correcto”.  

Y para finalizar la cuarta ley que invita a la reflexión unos instantes y dice:

“Cuando algo termina, termina”. Así de simple y de sencillo. Cuando algo concluye en nuestra vida, debemos asumir que finaliza para enriquecer nuestra evolución y aprendizaje. Por lo tanto, es mejor olvidarlo, avanzar contentos por habernos beneficiado con esas experiencias y evitar desgastar tiempo y sentimientos pensando si fue mejor o peor, correcto o incorrecto.

El regalo.

Si un día tenemos que escoger entre el mundo y el amor, debemos de recordar: si escogemos el mundo nos quedaremos sin amor, pero si escogemos el amor, con él podremos conquistar el mundo.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.