El Decálogo del Caminante, un libro para ser tú
El Decálogo del Caminante es uno de los libros más inspiradores que ha salido de una pluma española.
Su autor es Manuel Pimentel, ex ministro de trabajo que dejó el puesto por no estar de acuerdo con la política de su gobierno, y auténtico gurú de las relaciones humanas.
Pimentel plasmó en su libro un bello decálogo que invita a los seres humanos a ser ellos mismos, siguiendo sus anhelos y sueños, y buscando siempre la manera de superarse para vivir la vida en profundidad mientras se encuentra la tan ansiada felicidad.
“No caminas solo. Tu felicidad también se encuentra en la de los demás. Lo que das, recibes”
-Manuel Pimentel-
El Decálogo del Caminante
A continuación, vamos a conocer un poco más sobre las enseñanzas que aprendimos al leer el fantástico libro de Manuel Pimentel, El Decálogo del Caminante. Son diez ideas que pueden hacer que tu vida sea más feliz y plena:
Primero: El Decálogo del Caminante nos invita a tener sueños, ideales y metas. Ellos serán quienes marquen nuestro destino y darán razón de ser a los esfuerzos realizados en la búsqueda del camino vital de cada uno.
Segundo: Es importante marcarnos metas realizables, de lo contrario, nos veremos aplastados por ellas, y podrían convertirse en un martirio lleno de frustraciones. Por otro lado, tampoco deben ser tan cortas pues nos podrían permitir la acomodación y el hastiamiento.
Tercero: No permitas que la felicidad llegue únicamente cuando hayas hecho realidad tus metas. Debes disfrutar de cada etapa, aprovechando cada detalle que encontrarás jornada a jornada.
Cuarto: Una vez alcances una meta, no te detengas y busca una nueva. Una vida sin proyecto no tiene norte hacia el que caminar. Busca siempre otros retos que den sentido a tu vida.
Quinto: Siempre bien apegado a la realidad, confía en tu talento y déjate llevar por tus sueños. Las prisas no son buenas consejeras, solo el paso a paso, superando tropiezos y mirando hacia el horizonte esperanzador permitirá que tu rumbo sea siempre firme y claro. Además, es importante no coger atajos. Sigue tu camino con seguridad en lo que haces.
Sexto: Otra bella enseñanza que aprendemos en el Decálogo del Caminante está relacionada con la visión de conjunto. Tu rumbo ha de integrar los momentos duros con los felices. No aísles las malas experiencias ni te quedes atenazado en ellas. Crea tu propio mar con todo cuanto has vivido y aprende del pasado para que tu futuro sea más esperanzador.
Séptimo: Si te topas con otro caminante, él reconocerá en ti todo aquello que tú proyectes. Tal vez tú pienses que eres de una forma, pero ellos identificarán tu verdadera naturaleza por tus hechos y actuaciones. Deja de poner excusas y sé responsable con tu forma de proceder.
Octavo: Sé coherente. Tu persona y tu personaje deben ir siempre unidos para que te sientas mejor. De lo contrario, el camino será mucho más arduo y difícil.
Noveno: Tus actos son los que escriben la obra de tu vida. Tu personaje y tú sois lo mismo. Así pues, evoluciona según tus ideales y sueños y deja que el protagonista de tu existencia sea el que marque el tiempo de la narración.
Décimo: Recuerda en todo momento que este camino no lo haces solo. A través de las sendas y senderos encontrarás a otras personas que, como tú, están siguiendo su rumbo en busca de sus ideales y sueños. Sé generoso y ayuda a otros. Deja además que ellos te presten su auxilio.
Un decálogo para la vida
Manuel Pimentel quiso plasmar en su obra un decálogo para la vida. Con él, parecía pretender crear un intento para marcar pautas que hagan de la existencia de las personas un camino más pleno y feliz.
Una forma maravillosa de ser uno mismo ante la adversidad, pero también frente a las alegrías.
“Un decálogo sencillo para un camino complicado de rosas y espinas. El de tu propia vida”
-Manuel Pimentel-
Si te encuentras perdido en la vida, no sabes qué rumbo escoger o hacia dónde dirigir tus pasos, no olvides leer el Decálogo del Caminante de Manuel Pimentel.
Encuentra la ruta de tus sueños y síguela disfrutando de cada paso del sendero que has de transitar hasta la consecución de tus metas más íntimas.