Delirio de culpa: ¿en qué consiste?

El delirio de culpa es uno de los principales caballos de batalla de la psicología por su resistencia a los diferentes planes de intervención.
Delirio de culpa: ¿en qué consiste?
José Padilla

Escrito y verificado por el psicólogo José Padilla.

Última actualización: 13 marzo, 2022

El delirio es un trastorno del contenido del pensamiento muy resistente a la evidencia; así, en muchos casos adquiere la certeza íntima de ser una verdad absoluta y la persona la trata como tal. Esta convicción difícilmente admite crítica, siendo capaz de cambiar la personalidad de la persona que la defiende.

Las creencias delirantes tienden a ser falsas y a no contar con el respaldo de la experiencia, y sí con una interpretación muy particular de la misma. El delirio nunca se explica por el historial cultural, intelectual o religioso del delirante. Señalar que todo delirio es real para quien lo vive y puede resultar muy extraño para los compañeros de la misma cultura.

El apego al delirio se basa en distintos puntos. En primer lugar, se considera que esa es la realidad. No debería extrañarnos, puesto que la realidad con la que todos trabajamos no deja de ser una interpretación muy particular de lo que realmente sucede basada en nuestras creencias, experiencias, expectativas, etc. Cada uno puede edificar su propio mundo y vivir de acuerdo con su propia comprensión.

En segundo lugar, porque el delirio reestructura su personalidad. Este cambio en la organización y la estructura del funcionamiento psíquico hace que la persona busque darle continuidad a su nuevo modo de ser. Él se aferra a lo que cree ser, al igual que todos nos aferramos a nuestra identidad.

En este artículo nos adentraremos en un delirio particular: el delirio de culpa.

¿Qué es el delirio de culpa?

Mujer pensando
Una persona con delirio de culpa piensa que es culpable de algo y se siente mal por ello.

En esencia, el delirio de culpa es parecido a cualquier otro delirio, lo que los diferencia es el tema. En este caso, el tema es la culpa. El delirio de culpa es una creencia falsa y arraigada de que uno es culpable de algo y que el estado actual negativo en el que se está es responsabilidad (culpa) de uno.

Estos sentimientos de culpa están mediados por un fuerte componente de autoconsciencia, reflexión y autoevaluaciones negativas. La culpa también puede ir acompañada de angustia, generada por la creencia delirante de que se ha provocado una transgresión o se ha propiciado un fracaso. La culpa del delirante, por lo tanto, incluye un sentido de responsabilidad personal y alguna forma de angustia.

En algún momento de nuestras vidas, todos hemos sentido culpa por algún motivo. La idea de que éramos responsables del daño causado a otro o de haber trasgredido una norma social nos generó malestar. Incluso nos quedábamos dándole vueltas en nuestra cabeza a esa misma idea que se repetía una y otra vez: “es tu culpa”. Esto es algo muy común; sin embargo, ¿cómo diferenciamos la idea normal de culpa del delirio de culpa?

La idea normal de culpa y el delirio de culpa

Para demarcar el límite, que en ocasiones es muy difuso y complejo de establecer, podemos tener en cuenta varios aspectos o dimensiones:

  • Convicción: el grado en que se está convencido de la realidad de las creencias delirantes.
  • Extensión: es el grado en que la creencia involucra diferentes áreas de la vida.
  • Extrañeza: grado en que la creencia se aparta de la realidad consensuada culturalmente.
  • Desorganización: grado en que las creencias son internamente consistentes, lógicas y sistematizadas.
  • Presión: es el grado en que se está preocupado por las creencias expresadas.

En resumen, para diferenciar una idea de culpabilidad de un delirio de culpa es recomendable que nos fijemos en que cómo de arraigada está la idea y si ocupa diferentes ámbitos de la vida.

Hay que observar cómo de intensa, qué persistente y resistente es a la evidencia. Veamos algunos síntomas del delirio de culpa que pueden también servirnos para distinguir al delirio de otros contenidos del pensamiento.

Síntomas del delirio de culpa

A nivel general, podemos identificar varios síntomas: emocional, cognitivo y comportamental.

Síntomas emocionales

Estos podrían aparecer de las siguientes maneras:

  • Ansiedad, miedo o paranoia.
  • Depresión.
  • Irritabilidad o enojo.
  • Apatía.
  • Cambios de humor rápidos e impredecibles.
  • Cambios en la personalidad.

Síntomas cognitivos

Se presentan como:

  • Memoria deficiente.
  • Desorientación.
  • Alucinaciones.
  • Dificultad para hablar o para recordar palabras.
  • Habla sin sentido o divagación.
  • Problemas para comprender el habla.
  • Dificultades para leer o escribir.

Síntomas comportamentales

Pueden incluir lo siguiente:

  • Inquietud, agitación o comportamiento combativo.
  • Gritar, gemir o emitir otros sonidos.
  • Estar quieto y retraído.
  • Movimientos lentos o aletargados.
  • Alteración de los hábitos de sueño.
  • Inversión del ciclo del sueño y vigilia.

Causas del delirio de culpa

Las causas del delirio son multifactoriales, es producto de la integración de diversos procesos y dimensiones humanas como la biológica, la psicológica y la social. A continuación, explicaremos las causas del delirio de culpa basándonos en el modelo neuropsiquiátrico de Van Der Gaag.

Para explicar el delirio, este investigador integró varias perspectivas teóricas, lo que lo condujo a proponer que la aparición del delirio depende de varios componentes:

  • Biológico: hay una desregulación dopaminérgica en las vías mesolímbicas. Esto altera las percepciones, debilita la influencia de los recuerdos y provoca el proceso de percepciones anómalas y alucinaciones.
  • Cognitivo: las percepciones se interpretan en función de la historia de la persona y se integran en sus esquemas. Los sesgos cognitivos típicos de este componente afectan el razonamiento de la persona.
  • Un componente integrador psicológico: a medida que las percepciones se integran en los esquemas y en la cosmovisión general, se ven reforzadas por una lógica defectuosa. La persona delirante tiende a sacar conclusiones precipitadas sin desarrollar y probar explicaciones alternativas.
  • Un componente de mantenimiento psicológico: a medida que los delirios se integran en las percepciones generales, los delirios se mantienen, mediante la atención selectiva y el sesgo de confirmación.

Intervención

Hombre en el psicólogo
El principal de la terapia cognitiva conductual es aliviar la perturbación emocional de los síntomas.

Para el tratamiento del delirio de culpa se pueden implementar varios planes de intervención. Los que mejores resultados han producido son los siguientes.

La terapia cognitivo conductual

Con ella se busca apoyar a la persona para ayudarla a identificar sus procesos de pensamientos disfuncionales (ideas delirantes) y encontrar formas de modificarlos. Se intenta también crear una relación relajada, segura y abierta, donde se trata al paciente como un colaborador activo.

El objetivo general que se persigue es reducir la perturbación emocional de los síntomas, aliviar el sufrimiento, reducir la severidad de los síntomas del delirio y distanciar al paciente de la realidad psicótica en la que está viviendo.

La psicofarmacología

Los dos principales síntomas del delirio que pueden requerir tratamiento farmacológico son la psicosis y el insomnio. Los neurolépticos han demostrado ser los fármacos de elección para el tratamiento de estos síntomas.

El haloperidol en dosis bajas presenta la misma eficacia en comparación con los antipsicóticos atípicos, olanzapina y risperidona en el tratamiento del delirio. Estos últimos serían igualmente efectivos para reducir la sintomatología clínica del delirio (Kim et al., 2010).

Para concluir, el delirio de culpa es un trastorno difícil para el delirante, debido a la carga emocional que implica sentirse culpable. A diferencia de otros delirios, en este la persona mantiene una continua inconformidad consigo mismo. El reproche continuo de su idea delirante hace que su vida sea, hasta cierto punto, insoportable.


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