Deprax, ¿para qué se utiliza y cuáles son sus efectos secundarios?
El Deprax ® es un medicamento antidepresivo de segunda generación. Su principio activo es la trazodona y se utiliza para tratar la depresión crónica, el insomnio y los estados de ansiedad.
La trazodona lleva más de 60 años entre nosotros. Fue descubierta y desarrollada comercialmente en Italia, en 1961, cuando se intentaba buscar una alternativa terapéutica entre los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
Al momento de su aparición, la principal ventaja que aportaba era su rapidez de acción. Por otro lado, el Deprax ® era uno de los medicamentos más vendidos porque era de los más económicos en su tipo.
Ahora bien, en los primeros años ya se evidenció que uno de sus principales efectos secundarios, la hipotensión ortostática, podía ser una complicación frecuente. No obstante, al ajustar la dosis a una cantidad más pequeña se pudo controlar la misma.
¿Cómo actúa la trazodona?
El Deprax ® es un fármaco que actúa como antagonista e inhibidor de la recaptación de serotonina. Ahora bien, lo que lo diferencia de otros similares es que estamos es un compuesto químico de la familia de la fenilpiperazina.
Esto se traduce en algunas ventajas y en desventajas. El beneficio está en que es un inhibidor del receptor 5-HT. Esto significa que su acción para tratar la ansiedad y la depresión es alta y eficiente.
Ahora bien, también es capaz de bloquear receptores adrenérgicos alfa y proteínas transportadoras de la serotonina. Todo ello puede derivar en una gama de efectos secundarios muy amplia, aunque de escasa gravedad.
En menor medida, la trazodona tiene efecto antihistamínico moderado, debido a su acción sobre receptores H1. Esto puede contribuir a su capacidad para inducir sueño, aunque no es su principal mecanismo de acción.
¿Para qué se indica el Deprax ®?
Las indicaciones principales de la trazodona son las siguientes:
- Depresión: para el tratamiento de la depresión clínica, tanto en casos con síntomas de ansiedad como sin ellos. Tiene efectos positivos que podrían notarse ya desde la primera semana de uso. Está autorizada para episodios depresivos mayores y estados mixtos de depresión y ansiedad, con o sin insomnio.
- Trastornos de ansiedad: puede mejorar síntomas de inquietud y nerviosismo, proporcionando un efecto calmante, sin las reacciones secundarias sedantes tan pronunciadas que presentan otros ansiolíticos, como las benzodiazepinas.
- Insomnio: especialmente, en pacientes que sufren de fibromialgia. Se emplea una dosis baja, que ha demostrado ser efectiva para estos casos.
- Trastornos comportamentales del sueño: una dosis baja de trazodona (50 mg) por la noche podría aumentar el tiempo total de sueño en unos 43 minutos. Particularmente, ha sido estudiada en pacientes con demencia, en quienes puede ayudar a mejorar tanto la duración como la calidad del sueño sin efectos adversos graves.
Hay otros usos e indicaciones de la trazodona que no son los principales ni están autorizados por varias agencias de medicamentos internacionales. En los siguientes casos, se puede emplear siempre que lo autorice un médico y bajo la perspectiva de que podría no ser el fármaco de primera elección:
- Esquizofrenia.
- Abuso de alcohol.
- Disfunción sexual.
- Estrés postraumático.
- Rehabilitación tras un accidente cerebrovascular.
- Movimientos anormales inducidos por otros medicamentos.
¿Cómo se administra?
La trazodona, comercializada bajo el nombre Deprax ® en España, se comercializa en forma de comprimidos orales. La presentación de 100 mg es la más usada y viene en comprimidos ranurados que permiten su fácil división.
Los comprimidos deberían tomarse junto con alimentos sólidos para mejorar su tolerancia. Si se prescribe una única dosis diaria, esta tendría que administrarse por la noche.
Generalmente, se recomienda comenzar con una dosis de 75 a 150 mg al día, que puede ser administrada en varias tomas o como una dosis única. Luego, podría incrementarse progresivamente hasta 300 mg al día en casos de depresión moderada. Para casos severos, se pueden alcanzar los 400 mg diarios.
En otras circunstancias, se suelen preferir dosis bajas. Para el insomnio, 50 mg antes de dormir pueden ser suficientes en la mayoría de los pacientes, con la posibilidad de aumentar a razón de 50 mg cada semana, según la necesidad y la tolerancia.
En los adultos mayores también se priorizan las dosis bajas, entre 50 y 100 mg al día, debido a su mayor susceptibilidad a los efectos adversos. Siempre con administración nocturna.
Efectos secundarios del Deprax ®
Los efectos secundarios más comunes por uso de trazodona incluyen:
- Mareos.
- Boca seca.
- Hipotensión.
- Somnolencia.
- Estreñimiento.
- Náuseas y vómitos.
- Sudoración excesiva.
- Retención de líquidos.
- Erupciones y picazón en la piel.
- Aumento de peso ante el uso prolongado.
- Visión borrosa, que puede alterar actividades como la conducción.
Muchos de los efectos secundarios son transitorios y tienden a disminuir con el tiempo, a medida que el cuerpo se acostumbra al medicamento. De todas maneras, siempre que aparezcan deben ser informados al médico.
Existiría un riesgo aumentado de pensamientos suicidas durante las primeras semanas de tratamiento o al hacer ajustes de dosis. Por ello se recomienda un monitoreo cuidadoso al principio, en especial, si se prescribió por depresión.
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Interacciones
La trazodona puede aumentar el efecto sedante de antipsicóticos, hipnóticos y ansiolíticos. Ello podría ocasionar mayor somnolencia y riesgo de caídas.
La eritromicina, el ketoconazol, el itraconazol y el ritonavir pueden aumentar los niveles plasmáticos de trazodona, al inhibir su metabolismo en el hígado. Por su parte, la levodopa potencia la toxicidad, lo que podría derivar en hipertensión arterial.
Existe un riesgo aumentado de síndrome serotoninérgico si se combina con otros antidepresivos que afectan la serotonina. Y también puede haber toxicidad en el uso concomitante con la hierba de San Juan.
Contraindicaciones
El Deprax ® está contraindicado en pacientes con antecedentes de hipersensibilidad a la trazodona o a otros antidepresivos similares. Tampoco se debe indicar en personas con historial de convulsiones o trastornos epilépticos no controlados, debido al riesgo de aumentar la frecuencia de las crisis. Además, los pacientes con glaucoma de ángulo estrecho no pueden consumirlo.
En el caso de enfermedades cardíacas graves, como insuficiencia cardíaca o arritmias severas, no es recomendable o debería emplearse con suma precaución. De igual modo, en personas con insuficiencia hepática o renal, en quienes puede ser necesario un ajuste notorio de las cantidades.
En niños y adolescentes está contraindicada. Al igual que durante el embarazo y la lactancia.
Un fármaco que ya tiene sus años
La trazodona es eficaz en el tratamiento de la depresión clínica. Ayuda a mejorar el estado de ánimo, el apetito y los niveles de energía.
Fue dejada de lado en el último tiempo por la aparición de nuevas opciones. Sin embargo, hay expertos que confían en ella y la siguen prescribiendo. Incluso, atravesó un nuevo auge de empleo al incorporarse como arsenal terapéutico contra el insomnio. Si bien varios países lo consideran un uso off-label, hay estudios científicos que avalan esta indicación.
Como sucede con cualquier fármaco de índole psicotrópica, es esencial la supervisión médica. Un enfoque cuidadoso al iniciar el tratamiento puede maximizar sus beneficios, mientras se minimizan los riesgos asociados.
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