Divorcio en la vejez: 6 claves para superarlo

Cada vez son más las personas mayores que se divorcian. ¿Qué factores influeyen en esta decisión? Te contamos cómo gestionar esta pérdida luego de tantos años de rutina.
Divorcio en la vejez: 6 claves para superarlo
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 13 enero, 2020

Una separación rara vez es agradable. Da igual la edad, pues como decía Oscar Wilde, ‘la tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino que uno es joven’. Es obvio que un divorcio en la vejez puede ser tan traumático como en cualquier otro momento.

Por lo general, un matrimonio de edad avanzada se asocia a estabilidad. Sin embargo, cada vez son más las personas mayores que se divorcian. No obstante, antes de empezar a generalizar, es necesario señalar que cada pareja es un mundo que cuenta con unos motivos particulares que pueden responder o no al relato de la mayoría.

Sea como fuere, pasados los 60 años, se produce una serie de cambios que podrían actuar como la chispa que enciende la llama del divorcio de un divorcio. Se abandonan hábitos y rutinas y se pierden roles vitales. No todo el mundo acepta bien estos cambios y sabe gestionar bien, por ejemplo, todo el tiempo libre con el que cuenta.

Factores que pueden influir en un divorcio en la vejez

En la vejez, tras la jubilación, suele aumentar mucho la cantidad de tiempo libre. Es decir, se pasa más tiempo en pareja, solos, en casa. Si la relación es sólida y con vínculos estables, este tiempo libre extra puede ser una bendición. Pero si no se dan estos condicionantes, la separación puede ser la decisión menos traumática a medio y largo plazo.

Personas mayores discutiendo

Aun así, el trauma puede darse, sea la edad que sea. Para que la huella de la separación no termine traduciéndose en un lastre crónico, habrá que estudiar ciertos factores, como el grado de implicación emocional. Pensemos que los vínculos son muy fuertes tras muchos años de relación y las necesidades, a partir de cierta edad, no hacen más que aumentar. Por eso, el drama podría ser más elevado a estas alturas de la vida.

También es importante estudiar el apoyo social con el que cuenta cada uno. Las personas de confianza han de estar a la altura de las circunstancias. Suelen ser hijos, nietos, amigos… Todos ellas gente con lazos, generalmente, muy fuertes. Por eso es importante tener cuidado con ‘tomar partido’ en el conflicto.

Obviamente, la personalidad y la madurez emocional que muestre cada persona es importante. La experiencia vital a estas alturas es grande, pero no siempre se ha gestionado con la suficiente inteligencia para que en ese momento redunde en beneficio, por no hablar de la forma de afrontar problemas. Todo ello será clave en esta situación.

Cómo gestionar un divorcio en la vejez

Una separación supone una pérdida que, generalmente, viene acompañada de dolor. El proceso de duelo es difícilmente evitable, pero implica aceptar y adaptarse a la nueva situación. Por eso, existe una serie de claves muy importantes para remontar un divorcio en la vejez.

La edad no impide una buena gestión del duelo

Una separación o divorcio puede llegar en cualquier momento. Lo importante es tener claro qué ha sucedido, cuáles han sido los motivos y evitar la culpa. En muchos casos, la persona que goza de una mejor salud o de más recursos es la que tiende a culpabilizarse.

Al principio, la sensación de que la vitalidad se termina con el final de la pareja puede ser recurrente. Son muchos años juntos, por lo que cuesta trabajo volver a comenzar en solitario. Pero no hay que bloquearse. Es un buen momento para apoyarse en la rutina, en las aficiones, en la gente, en las obligaciones, etc.

Tiempo

El tiempo siempre es importante para superar situaciones adversas. Será normal experimentar dolor, pero es necesario expresar sentimientos y entender las emociones que se asocian al duelo, como la angustia, la ira o la tristeza. Para aceptar todo ello, el tiempo es necesario.

Mujer mayor preocupada por divorcio en la vejez

Evitar la fijación

Cuanto antes se acepte la nueva situación, mejor. Si nos quedamos rumiando fijados en la desgracia, todo irá a peor. Esta situación solo genera más ansiedad que, a su vez, viene asociada a más sufrimiento.

Amistad

Sin duda, el apoyo social es básico. Los amigos y la familia son figuras clave para superar un divorcio en la vejez. Si se tienen hijos o nietos, e incluso conocidos de toda la vida, esta es la ocasión especial para que te escuchen y te apoyen.

Actividad constante

También es básico mantenerse activos. Aprovechar el tiempo libre para pasear o hacer deporte, leer un buen libro, disfrutar con los nietos o con mascotas, ver una película, escuchar música, pintar… Todo cuanto te dé satisfacción será bienvenido.

“Cuando uno se hace viejo, gusta más releer que leer”.

-Pío Baroja-

La soledad no es el enemigo

La soledad es el enemigo de muchos mayores, porque no es deseada. Muchas personas de edad avanzada necesitan una atención que al mismo tiempo detestan pedir. No quieren verse como personas dependientes o necesitadas y lo evitan cerrando la vía de las peticiones.

De ahí que las personas que las rodean, para conocer qué necesitan, tengan que insistir. De ahí que, cuando no existen, muchas de estas necesidades se queden sin cubrir. Hay muchos padres que lo último que quieren ser es una carga para sus hijos y, por eso, en vez de acercarse, se alejan… cuando lo que necesitan es todo lo contrario.

“El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza”.

-André Maurois-


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