En lugar de encontrarte a ti mismo, atrévete a reinventarte cada día

No necesitas un largo viaje para encontrarte a ti mismo, no debes perderte para hallarte. La persona que eres y la que deseas ser ya está dentro de ti. Solo debes desafiarte, librarte de miedos y apegos para dar forma a tu mejor versión, la más libre y reluciente.
En lugar de encontrarte a ti mismo, atrévete a reinventarte cada día
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 09 mayo, 2019

En lugar de irte lejos para encontrarte a ti mismo, quédate cerca y reinvéntate. La persona que buscas ya está dentro de ti y, lo que es más importante, puedes permitirle que emerja en su mejor versión, la que tú elijas. Para ello solo debes librarte de apegos, miedos y convencionalismos e iniciar poco a poco un viaje de autodescubrimientos, retos y transformaciones.

Pocos temas dentro del ámbito del crecimiento personal son tan destacados como el autoconocimiento y la realización personal. De ahí que a la mayoría nos sea más que conocida la idea de que uno de nuestros propósitos vitales deba ser, ni más ni menos, que saber quiénes somos realmente. Ahora bien, asumir esta idea al pie de la letra nos puede llevar a alguna contradicción.

Para empezar, las personas no somos entidades estables. Como seres vivos, estamos en constante cambio y todo avance o variación tiene como fin favorecer la adaptación y el aprendizaje. Así, y como bien sabemos, la persona que éramos hace diez años no es la misma que sale a diario de su casa para afrontar el mundo, para hacerlo suyo, disfrutarlo y darle sentido.

No te hace falta por tanto un viaje al Tíbet para encontrarte a ti mismo. Cada uno de nosotros nos encontramos a diario en cada pequeña cosa que hacemos, en cada logro, en cada equívoco, en cada pasión y aprendizaje asumido. Ahora bien, para alcanzar el auténtico bienestar y la autorrealización hay que reinventarse cada cierto tiempo. Solo así podrá revelarse nuestra mejor versión, la que sintoniza con deseos, sueños y necesidades.

“Examínate a ti mismo, y donde sea que te encuentres a ti mismo, abandónate. Esta es la mejor vía de todas”.

-Eckhart de Hochheim-

mujer con cámara simbolizando cómo encontrarte a ti mismo

Encontrarte a ti mismo está bien, pero atrévete a dar un paso más allá

En lugar de preguntarte quién eres, haz una pequeña variación: pregúntate qué quieres de ti. Hacerlo, te permitirá clarificar propósitos para tomar impulso y hacerte más fuerte. De algún modo, gran parte de la psicología de autoayuda nos ha recordado la importancia de encontrarnos pasando por alto un pequeño aspecto: nuestro yo es cambiante y está obligado a reconstruirse cada poco tiempo.

Cada experiencia, cada decisión tomada, persona conocida, libro leído, afición descubierta, país visitado, etc., nos cambia. Toda experiencia deja impronta en nosotros. No hace falta por tanto que salgas a encontrarte, tú ya estás en cada cosa que tocas, que ves y que sientes. No obstante, tienes una responsabilidad aún más importante contigo mismo: alcanzar la plenitud personal.

Para lograrlo, todos nosotros estamos obligados a modificar parte de nuestras identidades a medida que avanzamos por nuestro ciclo vital. Al hacerlo, no solo maduramos, sino que nos permitimos ganar en resiliencia, autoestima y felicidad. Es más, no importa la edad que tengamos, favorecer cambios y reinventarnos es un ejercicio que practicar cuando lo creamos necesario.

Reinventarse, un secreto para la eterna juventud según un estudio

Hace unos años, la doctora Ravenna Helson, profesora de psicología en la Universidad de California en Berkeley, publicó uno de los trabajos más valorados sobre la personalidad creativa. El conocido como ‘Estudio Mills’ hizo un seguimiento 120 mujeres a lo largo de 30 años.

El objetivo era analizar qué cambios de personalidad evidenciaban a lo largo de 3 décadas. Los datos fueron muy reveladores. Pudo verse que aquellas mujeres que fueron capaces de reinventarse (asumir nuevos objetivos, iniciar nuevas actividades, etc.) mostraban mayores índices de bienestar y salud. Este grupo, logró según sus propias palabras, ‘conventirse en las personas que siempre habían deseado’.

Asimismo, el ‘Estudio Mills’, mostró que el cohorte de edad donde se evidenciaban mayores cambios de personalidad y satisfacción personal era el comprendido entre los 50 y 65 años.

Mujer bailando al anochecer simbolizando cómo encontrarte a ti mismo

No te preocupes por encontrarte a ti mismo, busca tu mejor versión

Decía Viktor Frankl que la vida no se hace insoportable por las circunstancias, sino por la falta de sentido y propósito. Este es el auténtico secreto para hallar la felicidad y la realización personal: tener metas, objetivos, sueños, deseos…

La vida es movimiento y lo queramos o no, son los cambios los que nos ayudan a sobrevivir mejor para que todo siga teniendo sentido. Hacemos esas variaciones con el fin de dejar dejar atrás lo que ya no es útil, lo que ya no va con nosotros, lo que huele a tiempo estancado y nos quita las alas. Un cambio a tiempo, una fabulosa reinvención, a veces, hasta nos permite respirar mejor.

No obstante, hay un aspecto que debemos tener claro. La tarea de reinventarse a uno mismo no es fácil, requiere cierto desafío y grandes dosis de valentía. Es más, algo que nos dijo el Maestro Eckhart, conocido filósofo y teólogo del siglo XIV, es que las personas nos aferramos en exceso a lo que somos o creemos que somos. En la liberación está la plenitud, en dejar a un lado materialismos, miedos y obsesiones.

La reinvención es un acto de libertad, es la expresión de la propia identidad, permitiéndonos ir más allá de la zona de confort para realizarnos, para alcanzar el bienestar. Pregúntate quién deseas ser y trabaja en esa idea, en ese propósito.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.