¿Es malo ser introvertido?

Los medios y la sociedad muestran siempre la extraversión como lo ideal y deseable, pero ¿es malo ser introvertido? Aquí te lo contamos.
¿Es malo ser introvertido?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 11 agosto, 2023

Ser el más sociable y abierto son inclinaciones valoradas como positivas, en especial durante la adolescencia. Pero ¿qué tiene de malo ser introvertido más allá de esta visión o deseabilidad social?

En este artículo descubrirás qué es una persona introvertida, qué necesita y cómo funciona su mente. Así, si eres una persona introvertida o quieres comprender mejor a quienes presentan este rasgo, en espacio formularemos y responderemos a preguntas que te ayudarán a reflexionar.

¿Qué es la introversión?

La introversión no solo es un estilo de interacción, es también una forma de procesar los estímulos, de organizar el tiempo y manejar las relaciones personales. Aunque muchas veces se la asocia con ello, no se trata de timidez, fobia social o antipatía.

La mayoría de autores establecen la dicotomía extravertido-introvertido como polos opuestos, tales como Carl Jung o Hans Eysenck. Este último, además, relaciona estas tendencias con la cantidad de actividad cerebral en el córtex:

  • Las personas extravertidas tienen menor excitación cortical, por lo que buscan activarlo con estímulos externos tales como las reuniones sociales.
  • Los introvertidos, por el contrario, presentan más actividad cerebral en la zona cortical, de manera que la excitación externa puede llevarlos a saturarse y buscar la soledad.

Es por esto que las personas introvertidas tienden a ser más silenciosos, a alejarse de las grandes reuniones sociales y pueden llegar a sentirse incómodos con los extraños. Además, suelen tener grupos reducidos de amigos que consideran cercanos y especiales, pues no se abren a cualquiera.

Cómo son las personas introvertidas

Quienes poseen este tipo de personalidad tienen rasgos muy distintivos. Aquí te presentamos algunas características comunes de las personas introvertidas:

  • Recuperan sus energías pasando tiempo solas. Por lo general, se sienten cansados en entornos que les exige ser muy sociables.
  • Disfrutan realizar actividades solas o con un pequeño y cercano grupo de amigos.
  • Suelen tener pocos amigos, pero establecen vínculos significativos.
  • Prefieren las conversaciones profundas y no las charlas triviales.
  • Piensan antes de hablar y se toman el tiempo de procesar la información.
  • Se abruman en ambientes ruidosos y muy concurridos.
  • Tienden a ser buenos oyentes, ya que se toman el tiempo de procesar y reflexionar sobre lo que la otra persona les ha dicho.
  • Valoran la independencia y la autonomía.
  • Desprecian ser el centro de atención y se sienten incómodas cuando lo son.
  • Piensan con mucho cuidado sus decisiones.

Ser introvertido no es lo mismo que ser tímido o antisocial. La timidez está relacionada con la ansiedad en situaciones sociales, mientras que la introversión alude, principalmente, a la preferencia por estar solos, es un modo de relacionarse con el mundo y los demás. Aunque pueden llegar a ser sociables, valoran mucho el tiempo a solas y la interacción con un grupo reducido de personas.



¿Es malo ser introvertido?

Aquí tienes la respuesta por adelantado: no, no es malo ser introvertido. La visión negativa que se tiene sobre este estilo de interacción suele venir de la presión social, que a su vez proviene del bombardeo de información que presenta la extrema sociabilidad como la clave para la felicidad.

También existe una cierta condena social hacia la soledad elegida. Al no necesitar tanta estimulación del medio, los introvertidos disfrutan y buscan la soledad cuando les abruma el ambiente. Esto no es malo, pues no se trata de aislamiento social, sino de una preferencia por las actividades privadas. El introvertido necesita encontrar un equilibrio entre la socialización y la desconexión.

Además, se relaciona con los demás en igual medida que un extravertido, pero de distinta manera: puede ir a una fiesta y pasárselo bien, pero no le gustará ser el centro de atención. Tiene amigos, pero menor número que un extravertido y, además, son más apegados.

Para terminar de convencerte de que ser introvertido es tan válido y enriquecedor como lo contrario, aquí tienes algunas de las ventajas de este estilo de socialización.

1. Promueve la reflexión minuciosa

Ser introvertido no es malo porque les permite a las personas analizar lo que piensan y sienten. Este tipo de introspección puede generar un entendimiento más detallado de la propia personalidad, del mundo y de los demás.

2. Incentiva la escucha activa

La introversión ayuda al individuo a escuchar de manera activa y reflexiva el mensaje que transmiten los demás en una conversación. El desarrollo de esta habilidad social no es algo negativo, al contrario, es una herramienta útil para las relaciones interpersonales. Por ende, ser introvertido no es algo malo.

3. Fomenta relaciones profundas

No hay nada malo en tener este tipo de personalidad, ya que permite el establecimiento de vínculos significativos. La introversión hace que la persona le asigne más valor a la calidad que a la cantidad de amigos que tiene. Esto hace que invierta su energía y recursos emocionales en un grupo selecto de sujetos.

4. Promueve la creatividad

Con un ambiente adecuado y un cúmulo de saberes almacenados, la introversión podría estimular la creatividad. La tranquilidad que les gusta a estos individuos puede ayudarles a sumergirse más rápido en sus ideas y explorar nuevas asociaciones sin tantas distracciones externas.

5. Favorece la autonomía

Otra de las razones por las que ser introvertido no es malo es que promueve el desarrollo de la independencia, la autonomía y la autosuficiencia. Al preferir la soledad, este tipo de personas desarrollan la capacidad de valerse por sí mismas.

6. Mejora las relaciones románticas

Al alcanzar la edad adulta, las personas introvertidas suelen valorarse en el ámbito romántico por su naturaleza reflexiva y serena. Esta disposición les permite ser compañeros estables y brindar calma y profundidad al vínculo.

7. Potencia la compresión de situaciones

Otro motivo para defender la idea de que la introversión no es mala es que estimula y potencia la capacidad de entender situaciones y personas. Esta cualidad puede hacer de los introvertidos amigos y compañeros de trabajo fabulosos, ya que pueden entender las necesidades y motivaciones de los otros.

8. Fortalece la concentración

En entornos laborales y académicos, ser introvertido puede tener sus ventajas porque estimula la introspección y la concentración. La predisposición hacia la interioridad y la menor necesidad de estimulación externa hace que los introvertidos se sumerjan con mayor facilidad en sus tareas.

Susan Cain, la conocida autora del libro El poder de los introvertidos en un mundo incapaz de callarse (2020), señala que muchas de las grandes mentes conocidas en la humanidad fueron personas introvertidas: Albert Einstein y Mahatma Gandhi son algunas de ellas. La gran mayoría de las veces, analiza Cain, su éxito se debe a su capacidad de concentración y análisis de las tareas que les atañen.



Entonces, ¿es mejor ser introvertido?

Nada más lejos de la realidad. Sobre los extravertidos también se cuelgan etiquetas negativas, como ser amigos de todos y de nadie, o la de no ser capaces de convencerse. El problema real es, la mayoría de las veces, que la sociedad y los medios colocan algunos rasgos de personalidad como más deseables que otros.

De hecho, extravertidos e introvertidos pueden llegar a ser compatibles a la hora de aportar sociabilidad y reflexión a la relación. Antes de señalar un estilo como superior al otro, el consejo final de este artículo es el siguiente: la empatía es fundamental cuando se trata de sociabilizar. Pongamos el respeto por delante y disfrutemos de lo que nos aporta la diversidad.


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