¿Es verdad que hay personas que necesitan dormir muy poco?

Hay quien necesita dormir 10 horas de media al día, otros en cambio tienen bastante con 4. ¿Qué hay detrás de esas personas que duermen tan poco por las noches? ¿Es normal o tienen algún tipo de patología?
¿Es verdad que hay personas que necesitan dormir muy poco?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 agosto, 2022

Hay personas que necesitan dormir muy poco, les basta con cuatro o cinco horas. A veces menos, otras un poco más, pero nunca se exceden de las seis horas. Mientras la gran mayoría daríamos lo que fuera por estirar el tiempo y pasar más minutos en la cama, algunos parecen ver esta necesidad biológica más como una molestia que como un placer.

Cuenta la historia que figuras como Leonardo Da Vinci, Nikola Tesla o Sigmund Freud aplicaban lo que se conocía como sueño polifásico. Es decir, evitaban un descanso nocturno largo y sostenido, y optaban por descansar unos 20 minutos cada 4 horas, por ejemplo. Como podemos deducir, el recuento final podía ser ínfimo.

¿Es esto posible? ¿De verdad hay quien necesita un descanso tan reducido? Es más… Sabiendo que nuestro cuerpo, y en especial el cerebro, necesitan quedar suspendidos en ese universo onírico entre siete u ocho diarias, ¿es saludable esta práctica? ¿No estarán estas personas poniendo en riesgo su bienestar? Lo analizamos a continuación.

Chico mirando el móvil por la noche simbolizando a las personas que necesitan dormir muy poco
Las personas que duermen poco sienten que tienen más vida que aquellos que duermen 8 horas diarias

Personas que necesitan dormir muy poco

Hay un hecho llamativo y no menos curioso con este fenómeno de quienes necesitan dormir poco. Son personas que descansan unas cuatro horas y al levantarse, se sienten del todo descansadas, radiantes y energéticas. Es más, como suelen decir ellos mismos, viven más cuota de vida que los demás. Porque se sienten productivos y pueden dedicar tiempo a muchas más tareas.

Imaginemos a alguien que se levanta cada día a las 5 de la mañana y no entra a trabajar hasta las 9. Puede hacer deporte, puede cocinar, meditar, leer e incluso dejar la casa lista y ordenada antes de irse. Parece algo sobrenatural, no hay duda. Es como si estos hombres y mujeres gozaran de una ventaja biológica fuera de serie.

Lo cierto es que, por término medio, esta particularidad aparece en muchas familias. Es decir, hay hermanos que necesitan dormir muy poco, y esa característica les ha acompañado desde siempre. Por más que se esfuercen, rara vez pueden levantarse, por ejemplo, más allá de las 6 de la mañana. Hay un componente genético.

La curiosa regulación del sueño en el ser humano

Louis Ptacek es neurólogo en la Universidad de California, en San Francisco. En el 2019, publicó un trabajo de investigación junto a otros colegas para comprender qué hay detrás de las personas que necesitan dormir muy poco. Analizaron a varias familias que evidenciaban esta característica y descubrieron que existe una mutación genética.

Se trata del gen ADRB1, presente en absolutamente todos esos hombres y mujeres que no necesitan descansar más de 3 o 4 horas. Si nos preguntamos ahora si ese descanso tan reducido tiene un impacto en la salud, la respuesta es no. Sus necesidades del sueño son más limitadas y parecen tener suficiente con ese tiempo tan acotado.

Sin embargo, a pesar de no causar ningún estrago físico, no deja de ser extraño para quien evidencia este rasgo biológico. De hecho, es común que lo consulten con sus médicos. En un mundo en el que el 99, 9 % de las personas nos aferramos a la almohada todo el tiempo que nos es posible, ellos son como esas figuras solitarias del silencio de la madrugada que parecen vivir más vida que el resto…

Mujer abriendo una ventana representando a las personas que necesitan dormir muy poco
Dicen los expertos que aún no conocemos todos los misterios del sueño.

Las personas que necesitan dormir muy poco podrían ser la clave en los problemas del sueño

Se estima que una de cada veinticinco mil personas evidencia esta particularidad. Los neurocientíficos están esperanzados ante este descubrimiento por varias razones. La primera, porque ya vamos desvelando más misterios al respecto del cómo funciona el sueño. La segunda porque podemos desarrollar nuevos tratamientos para aquellos que padecen insomnio.

También para quienes, a pesar de descansar un mínimo de horas recomendado, se despiertan agotados y con niebla mental. Porque si por algo ha atraído la atención esa mutación genética es porque quien la padece duerme unas pocas horas y se sienten bien al levantarse. Es más, otro elemento común que les define es el optimismo y la energía.

Tanto es así que se han investigado casos de personas que, gracias a esos ciclos de sueño corto, se han sacado una carrera universitaria en dos años y además aprenden habilidades nuevas de manera constante. El espacio de la BBC, por ejemplo, nos habla de este y otros casos igual de extraordinarios.

Puede que, en el futuro, no solo podamos solucionar los problemas de insomnio. Cabe la posibilidad de que, al generar esa misma mutación genética en el laboratorio, logremos disponer de un cerebro más ágil, que necesite descansar muy poco y que, además, evidencie un mejor estado anímico y mayores competencias para el aprendizaje.

Este campo entra dentro de lo que definimos como ingeniería genética y transhumanismo. Es decir, mejorar la condición humana dotándola de nuevas ventajas, tanto a nivel físico y psicológico. Algo que ya nos lleva sin duda a más de un dilema ético y hasta filosófico…


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  • He, Y., Jones, C. R., Fujiki, N., Xu, Y., Guo, B., Holder, J. L., Jr, Rossner, M. J., Nishino, S., & Fu, Y. H. (2009). The transcriptional repressor DEC2 regulates sleep length in mammals. Science (New York, N.Y.)325(5942), 866–870. https://doi.org/10.1126/science.1174443
  • Van Dongen HP, Maislin G, Mullington JM, Dinges DF. The cumulative cost of additional wakefulness: dose-response effects on neurobehavioral functions and sleep physiology from chronic sleep restriction and total sleep deprivation. Sleep. 2003 Mar 15;26(2):117-26. doi: 10.1093/sleep/26.2.117. Erratum in: Sleep. 2004 Jun 15;27(4):600. PMID: 12683469.

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