Estrés y colesterol: ¿cómo se relacionan?

¿Cómo se relacionan el estrés y el colesterol? ¿El aumento de uno implica el aumento del otro? ¡Conoce qué dice la ciencia al respecto!
Estrés y colesterol: ¿cómo se relacionan?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 26 septiembre, 2020

¿Crees que el estrés y el colesterol tienen alguna relación? ¿De qué manera pueden relacionarse? Como ha evidenciado la ciencia, parece ser que padecer estrés a largo plazo podría aumentar los niveles del llamado colesterol malo en sangre. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Qué ocurre en nuestro organismo que pueda aumentar los niveles de esta sustancia?

Vamos a resolver estas preguntas a través de algunos estudios que han intentado arrojar un poco de luz a este tema. Lo que está claro es que tanto el estrés como el colesterol malo se pueden, en cierta medida, prevenir, sobre todo a través de una vida saludable que contemple una alimentación equilibrada y una práctica frecuente de ejercicio físico. Puntualizar aquí que si bien es cierto que las situaciones de estrés no siempre se pueden evitar, sí podemos aprender a gestionarlas de tal forma que no nos generen tanto malestar.

Estrés y colesterol: ¿cómo se relacionan?

Antes de explicar la posible relación entre el estrés y el colesterol, vamos a describir brevemente el concepto de colesterol. El colesterol LDL es el llamado popularmente colesterol malo. Pero, ¿qué es exactamente?

El colesterol en sí se trata de una sustancia cerosa parecida a la grasa, concretamente una lipoproteína (que combina grasas [lípidos] y proteínas). Se encuentra en todas las células del cuerpo. El hígado produce colesterol, pero también podemos encontrarlo en algunos alimentos (como por ejemplo carne o lácteos).

El colesterol LDL es de baja densidad; se le llama colesterol malo porque tener niveles altos del mismo lleva a una acumulación de colesterol en las paredes de las arterias. Esto lo que hace es dificultar que la sangre circule adecuadamente hacia el corazón. Es por esta razón que tener niveles altos de este tipo de colesterol aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, lo que hace que sea necesario llevar un control del mismo.

Lo ideal es que tengamos un nivel de colesterol LDL por debajo de los 100 mg/dL (un nivel superior a 160 mg/dL ya se consideraría demasiado alto). Por otro lado, también existe el llamado colesterol bueno. El colesterol bueno (colesterol HDL, de alta densidad) es aquel que transporta el colesterol de otras partes del cuerpo al hígado. A su vez, es el hígado el que elimina este colesterol del cuerpo.

Colesterol en arteria

Relación entre el estrés y el colesterol

La ciencia ha descubierto que el estrés y el colesterol se relacionan, pero… ¿de qué manera? Antes de nada, recordar aquí que tener niveles altos de colesterol puede comportar problemas para la salud. De la misma manera, padecer estrés intenso y continuado (el llamado estrés crónico) tampoco es nada beneficioso para nuestra salud, tanto a nivel físico como mental.

Según las investigacionesel hecho de padecer estrés podría aumentar los niveles de colesterol. Hablamos, en estos casos, del llamado colesterol malo (el que es perjudicial para nuestra salud). Dicho colesterol también recibe el nombre de colesterol LDL (Low Density Lipoprotein).

En una investigación realizada con una muestra de 90 000 personas, se encontró que las personas que afirmaban sufrir estrés en el trabajo, tenían una mayor probabilidad de tener un colesterol alto. Esto se podría relacionar con el hecho de que el cuerpo, cuando está estresado, libera cortisol (“la hormona del estrés”) y niveles altos de cortisol a largo plazo podrían aumentar, a su vez, el colesterol malo.

La influencia del estrés en el aumento del colesterol

¿Cómo influye el estrés en el aumento del colesterol? Primero de todo, vamos a especificar algunas aclaraciones previas y poco a poco iremos explicando la relación entre el estrés y el colesterol. Cuando nos estresamos, el cuerpo necesita mayor cantidad de energía, que obtiene a través de la glucosa y la grasa.

Por otro lado, en situaciones de estrés, el hígado se congestiona, lo que interfiere en el correcto metabolismo del mismo. Esto hace que se libere mayor lipoproteína de baja densidad, que es la que transporta el colesterol malo (colesterol LDL) al torrente sanguíneo.

Además, el estrés hace que aumente la producción de otras sustancias en el organismo, tales como: la interleuquina 6, la proteína C reactiva y el factor de necrosis tumoral. Dichas sustancias intervienen, de forma directa, en la producción de procesos inflamatorios y favorecen también la formación de ateromas (pequeñas lesiones) en las paredes arteriales.

Cuando estamos estresados, además, son el corazón, el cerebro y los pulmones los tres órganos que reciben un mayor flujo de sangre. De esta manera, el estrés aumentaría los niveles de colesterol en sangre, pero además produciría un aumento de lo siguiente:

  • Glucosa en sangre.
  • Coagulación.
  • Ritmo cardíaco.
  • Tensión arterial.
  • Ansiedad.
Mujer estresada en casa

Afectación de otros procesos

Los procesos anteriormente mencionados, además, también influyen en el sistema cardiovascular y en la calidad de vida de la persona. En realidad, estamos hablando de un sistema complejo, pero interconectado, en el que todo se retroalimenta, por lo que cuidar nuestra vida diaria evitando el estrés innecesario nos ayudará a mantener a raya los niveles de colesterol.

Todo esto, eso sí, combinándolo con mantener otros hábitos saludables, como la alimentación sana y equilibrada o práctica diaria de ejercicio. Por otro lado, evitar ciertos hábitos poco saludables, como fumar o beber alcohol, también contribuirán a que disfrutemos de un buen estado de salud, lo cual siempre será beneficioso para nuestro colesterol.


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  • Villa López, M. «Factores de riesgo cardiovascular. Lípidos plasmáticos y lipoproteínas. Colesterol. Trigliceridos». http://www. portalesmedicos.com/publicaciones/articles/707/1/Factoresde-Riesgo-Cardiovascular-Lipidos-plasmaticos-y-lipoproteinasColesterol-Trigliceridos.html.

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