Fomentar la creatividad de los niños
La creatividad es una de las capacidades humanas más valiosas, nos permite expresarnos, soñar y transformar la realidad. Es esencial para hallar soluciones innovadoras y para evolucionar individual y colectivamente. Fomentar la creatividad en los niños es permitirles ser libres y desplegar sus habilidades sin miedo. Es ayudarles a descubrir su potencial, a desarrollarlo y a estar orgullosos del mismo.
Muchas veces tenemos una concepción limitada de la creatividad como algo inevitablemente vinculado con las artes, la música, el teatro o la escritura. No obstante, la creatividad es un modo de pensar y de ver el mundo, que puede expresarse en muchas otras áreas de la vida, como la ciencia, negocios o la cocina.
La creatividad no es un concepto categórico (lo tienes o no lo tienes). Por el contrario, es una habilidad que puede ser desarrollada y trae grandes beneficios a nivel psicológico. Las personas creativas son más flexibles, adaptables y capaces de mirar la realidad con una perspectiva más amplia. Por ello es importante fomentar esta cualidad en los más pequeños.
Cómo fomentar la creatividad en los niños
Da espacio a la creatividad
En primer lugar es esencial conocer el carácter y la personalidad del pequeño. Como antes comentábamos la creatividad puede expresarse de muy diversas maneras, y cada uno de nosotros tenemos un área diferente que nos apasiona o en la que destacamos. Por tanto ayuda a tu hijo a encontrar esa actividad que, de forma natural, despierta su curiosidad y su pasión, y anímale a llevarla a cabo de forma libre.
Para ello, dale tiempo. Cuando organizamos y estructuramos de forma excesiva el día a día de los niños les privamos de un tiempo para simplemente probar y explorar. El juego libre es su modo de conocer y descubrir, asegúrate de ofrecerle espacios para ello. Cuando no existen normas ni imposiciones, cuando actuamos por placer y por motivación intrínseca, la creatividad se dispara.
Del mismo modo, trata de no corregir sus acciones como primera opción y en su lugar indaga e interésate por sus ideas innovadoras. Si el pequeño dibuja un plátano de color morado o si, jugando con los bloques de construcción los coloca a la inversa, no le digas que eso es incorrecto. Permite que explore diversas opciones de hacer las cosas y de rienda suelta a su imaginación.
Muestra interés
Para un niño sus padres son los máximos referentes respecto a lo que es adecuado o indeseable. Por tanto, la actitud que mantengas hacia ellos y su conducta les guiará a modificarla o mantenerla. Si te muestras interesado en lo que hace, si le preguntas y escuchas sus explicaciones comprenderá que es una persona valiosa y su trabajo es interesante. Si alabas sus ideas innovadoras e inesperadas, aprenderá a formar una autoimagen positiva y a sentirse orgulloso de sus logros.
Igualmente, permanece a su lado y sírvele de apoyo ante los errores. El fallo es uno de los mejores momentos en los que desplegar la creatividad. En lugar de juzgarnos y criticarnos mentalmente, podemos revisar nuestros pasos y pensar de qué forma podemos hallar un resultado diferente al obtenido. Anímale a asumir el error como parte del proceso creativo y de aprendizaje y a utilizarlo como un impulso para hallar nuevas soluciones y modos de actuar.
Es también muy relevante mostrarnos disponibles e interesados ante las preguntas que los niños pueden realizarnos. No debemos olvidar que en cada una de ellas se esconde una semilla de curiosidad y creatividad y tenemos el poder de regalarla y verla crecer. Entonces, escuchemos con atención sus dudas y hagamos partícipe al pequeño en la búsqueda de la respuesta siempre que sea posible: animémosle a pensar y expresar su opinión al respecto y a acudir a fuentes fiables para encontrar la información.
Fomentar la creatividad en los niños a partir de la autoestima
Por último, trabaja en forjar en él una autoestima fuerte y sana. Aliéntale a confiar en sus ideas (a pesar de que se salgan de lo común) y a ponerlas en práctica con entusiasmo. Muéstrale el valor de la diversidad, de que cada persona tenga un pensamiento que pueda compartir y aportar. Y para llevar esto a la práctica trata de pedirle su opinión sobre asuntos cotidianos y tenlos en cuenta, así le estarás mostrando que es capaz de tener grandes ideas y que estas resultan interesantes y valiosas.
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