El funcionamiento de la anestesia: un misterio no resuelto

Aún se ignora casi todo acerca del funcionamiento de la anestesia. Esto se debe en gran medida a que tampoco se ha logrado dilucidar cómo opera, e incluso qué es, la conciencia humana.
El funcionamiento de la anestesia: un misterio no resuelto
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 12 agosto, 2021

Aunque se ha utilizado desde hace mucho tiempo, y millones de personas se han beneficiado de ella, lo cierto es que la ciencia sabe muy poco acerca del funcionamiento de la anestesia.

La medicina es una ciencia pragmática: si algo funciona y no causa efectos importantes, sencillamente se adopta, incluso si se desconocen las razones por las que opera. Eso es lo que ha ocurrido con el funcionamiento de la anestesia. Desde hace casi dos siglos se ha utilizado con éxito, sin apenas conocer sus mecanismos.

El estado de shock es la anestesia que la naturaleza tiene, me había dicho. El dolor llega después”.

-Kate Mosse-

Se utiliza miles de veces cada día, en todo el mundo. Se sabe que es capaz de dejar a una persona inconsciente; que mientras mantiene su efecto una persona no siente dolor , es reversible y suprime la memoria consciente. Más allá de esto hay un territorio desconocido, aunque la ciencia ya tiene algunas pistas.

La historia de la anestesia

El funcionamiento de la anestesia es incierto desde sus orígenes

El descubrimiento de la anestesia marcó un hito en la medicina. Antes de que existiera, se practicaban intervenciones quirúrgicas, pero, como puede suponerse, esto era poco menos que una tortura para las personas. Incluso había quienes preferían morir antes que enfrentarse a una experiencia semejante.

Resulta sorprendente, pero la historia de la anestesia comenzó en un circo. Un dentista llamado Horace Wells quedó impresionado al ver un espectáculo. Un voluntario inhaló óxido nitroso, también conocido como el gas de la risa, y luego sufrió una herida accidental y profunda en una pierna. Aún así, seguía como si nada. El tema comenzó a comentarse.

El pionero en la materia no fue un médico, sino un profesor de música que también ejercía como dentista en sus ratos libres. El 30 de septiembre de 1846, William T.G. Morton utilizó éter etílico para hacer una extracción dental. El paciente no sintió nada y esto causó un gran revuelo.

El 16 de octubre siguiente, John Collins Warren se valió de este descubrimiento para extraer un tumor de cuello de uno de sus pacientes. El éter  se había convertido en el primer anestésico y pronto muchos otros médicos comenzaron a emplearlo. Esto marcó un antes y un después.

Los problemas con la anestesia

No saber cómo es el funcionamiento de la anestesia tiene diversas implicaciones. Siempre que se administra, ya sea de forma local o general, existen riesgos. Aunque en la mayoría de los casos, no se presenta ningún problema, sí que hay situaciones que se salen de control.

La más grave, y rara, de ellas son los casos en los que las personas sometidas a anestesia general se “despiertan” en medio de una cirugía. Hay varios reportes de casos en los que el paciente recupera la conciencia durante una intervención quirúrgica, pero no puede moverse, ni hablar. Sin embargo, sí experimentan dolor.

También hay casos en los que la anestesia local no opera, por ejemplo, durante la extracción de una pieza dental. Esto es menos dramático, ya que la persona puede comunicarlo, aunque a veces sea imposible detenerse tras haber iniciado el procedimiento. Así mismo, hay odontólogos que no les creen a sus pacientes.

Los anestesiólogos desarrollan una actividad de alto riesgo y su labor está a medio camino entre la ciencia y el arte. Deben calcular muy bien el tipo y las dosis del anestésico, y estar atentos a cualquier posible eventualidad, en todas las cirugías.

El funcionamiento de la anestesia

En el funcionamiento de la anestesia es importante la alteración del sistema nervioso

Frente al funcionamiento de la anestesia es más lo que se ignora que lo que se sabe. En el fondo, esto se debe en gran medida a que aún se sabe muy poco sobre la conciencia humana. Sin embargo, hay varias teorías al respecto.

En principio, se pensó que entre más capacidad tuviera un anestésico para disolverse en las grasas, mayor era su efecto. A esto se le conoció como la teoría lipídica. En los años ochenta se postuló que en realidad el funcionamiento de la anestesia se debía a la capacidad de algunas sustancias para adherirse a las membranas plasmáticas de las neuronas.

Recientemente se propuso una nueva explicación, según la cual el mecanismo involucra lípidos y proteínas. Su acción conjunta hace que se libere una enzima y esta, a su vez, hace que los iones de potasio salgan de las neuronas. El resultado de esto es que las neuronas sin potasio quedan inactivas.

Lo esencial sobre el funcionamiento de la anestesia no se ha resuelto. La pregunta es: ¿cómo se logra que toda esa secuencia lleve a la pérdida de conciencia, pero sin afectar otras funciones vitales del cerebro? Es posible que la respuesta a esa pregunta no solo aclare el tema de los anestésicos, sino que también aporte claves esenciales para entender el cerebro.


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  • Borrás, S. A. (2014). El enigma de la conciencia: Entre la razón, la intuición y el misterio. Editorial Liber Factory.

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