Hay personas que quieren que te vaya bien, pero no mejor que a ellas

La envidia puede llevar a ciertas personas a desanimarte y hacerte dudar de tus propósitos. Por ello es importante que te deshagas de la necesidad de aprobación.
Hay personas que quieren que te vaya bien, pero no mejor que a ellas
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 16 febrero, 2024

Ciertos individuos son excesivamente recelosos y suspicaces. Esperan siempre lo peor de los demás y dudan de sus intenciones. Por otro lado hay quienes pecan de excesiva inocencia y confían con los ojos cerrados en la bondad de los demás. La realidad es que hay personas que quieren que te vaya bien, pero no mejor que a ellas. 

Por mucho que pueda sorprenderte, se trata de un fenómeno frecuente. Algo que puede ocurrir en relaciones de toda índole: entre compañeros de trabajo, entre miembros de una misma familia, dentro del grupo de amigos o incluso en la pareja.

Puede resultar sorprendente, doloroso y decepcionante, pero es una verdad ante la que hemos de estar alerta. Si la ingenuidad nos vence podremos caer en un juego de manipulación que nos alejará de nuestras metas.

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Quiero que te vaya bien, pero no mejor que a mí

Aunque resulte duro de asimilar, son muchas las personas que pueden llegar a sentir esta afirmación como propia. Podemos esperarnos tales sentimientos mezquinos de alguien con quien mantenemos una rivalidad o competición, incluso de un desconocido, pero resulta desolador pensar que puedan ser nuestros allegados quienes lo sientan.

Es así. Personas que te aprecian, que realmente te quieren y se preocupan por ti pueden caer presas de este tipo de razonamiento. No te desean el mal, no quieren verte sufrir, incluso se alegrarán por tus logros y los celebrarán a tu lado. Siempre y cuando tus méritos no superen los suyos.

Seguramente, en algún momento habrás comprobado la falta de interés o entusiasmo de un ser querido ante una buena noticia que le has transmitido. Tal vez pensaste que no le resultó tan sorprendente tu logro o que simplemente fue poco expresivo. Pero, en realidad, muchas de las veces estas conductas ocultan una cierta envidia. No ensalzan tu éxito ni festejan contigo de un modo deliberado: simplemente no desean hacerlo.

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¿Por qué surge este pensamiento?

Puede que te preguntes cómo es esto posible. En realidad, no existe una única respuesta válida y universal que dé cuenta de todos los casos. En algunas situaciones puede tratarse de personas realmente mezquinas y crueles que verdaderamente deseen verte fracasar. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones la persona simplemente actúa movida por el miedo. 

Miedo a no estar a la altura, a ser insuficiente, inadecuado, a quedarse atrás, a no lograr sus metas. Miedo a quedar en ridículo, a parecer incompetente o fracasado.

Ten en cuenta que los seres humanos nos comparamos incesantemente y la vida de los demás constituye el baremo con el que medimos la nuestra propia. Si tus logros superan a los suyos, la comparación resultará desventajosa. Y el miedo ataca.

Por ello no es necesario, conveniente ni saludable juzgar. Pues pensar “quiero que te vaya bien, pero no mejor que a mi” no implica sistemáticamente ser una mala persona. Esta afirmación solo pone de manifiesto las carencias y limitaciones de esa persona. Su falta de autoestima, su poca confianza en sus capacidades, su pesimismo y su insatisfacción con sus circunstancias vitales.

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¿Cómo actuar al respecto?

Teniendo todo esto en cuenta lo mejor que podemos hacer es, en primer lugar, prestar atención. Es necesario que comprendamos que algunas personas pensarán así y es conveniente que seamos capaces de identificar cuando esto ocurra. Analiza las reacciones de quienes te rodean cuando compartes con ellos un logro o éxito personal. Si adviertes que tratan de menospreciarlo o ignorar la noticia, mantente alerta.

A continuación es muy necesario despojarse de la necesidad de aprobación, pues puede resultar muy dañina especialmente ante personas de esta índole. Es evidente que somos seres sociales y, en mayor o menor grado, todos deseamos agradar y ser reconocidos.

No obstante, comprende que no necesitas que nadie esté de acuerdo con tus decisiones. Con que tú estés de acuerdo es suficiente. Desarrolla una conexión clara y profunda contigo mismo para que puedas ser plenamente consciente de lo que deseas y vayas a por ello.

De este modo, cuando las voces externas quieran desanimarte y hacerte dudar, cuando te digan que tus ideas son locas, ridículas o están fuera de tu alcance, sus palabras no tendrán impacto. Siempre habrá alguien que no te apoyará, pero procura que esa persona no seas tú. 


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