Control aversivo y control apetitivo, ¿cuál de ellos ejerces?
Los términos control aversivo y control apetitivo han sido introducidos por los expertos en las terapias de tercera generación, a veces conocidas también como terapias contextuales. Se trata de conceptos muy interesantes por estar relacionados directamente con nuestro comportamiento.
El control aversivo y control apetitivo están relacionados, principalmente, con la motivación. También hacen alusión a cómo se ejerce el poder, tanto desde el plano global en el Estado como en terrenos más particulares e íntimos.
Estas dos maneras de ejercer el control tienen efectos muy profundos sobre nuestra actitud ante la vida y nuestro estado de ánimo. Están presentes todo el tiempo y por eso se filtran en nuestra conducta, y en la conducta de otros, sin que apenas lo notemos. Veamos de qué se trata.
“Es irónico que una de las pocas cosas sobre las que tenemos control es sobre nuestras propias actitudes, y aún así la mayoría de nosotros vive la vida entera comportándose como si no tuviera ningún control”.
-Jim Rohn-
Control aversivo
Dentro del control aversivo se incluyen todos esos factores que condicionan nuestra conducta y nos llevan a actuar para evitar determinada respuesta del medio ambiente o de los demás. De este modo, la persona se comporta de tal manera que pueda eludir algo que considera desagradable o doloroso para ella.
Veamos algunos ejemplos de control aversivo:
- Una persona corre desesperadamente, porque piensa que le persigue alguien que quiere hacerle daño. En este caso el perseguidor condiciona la conducta del perseguido. Este último quiere eludir a su agresor.
- Una niña ha resbalado en la piscina y tragó una bocanada de agua. Ahora camina con mucho cuidado cuando está en un sitio similar y, de hecho, no quiere volver a entrar en la piscina. Su aversión al agua está condicionada por lo que le sucedió.
- Un estudiante no logró terminar su trabajo porque estuvo con sus amigos. Le dice a su maestro que estuvo enfermo y eso le impidió hacer su tarea. Miente para evitar las consecuencias de su irresponsabilidad.
- Un adulto evita hablar francamente con su jefe. Fue educado en un medio muy restrictivo, en el que se le prohibía expresarse. Si tiene que hablar con una figura de autoridad siente mucho miedo y por eso lo evita, así necesite hacerlo.
Lo común en estas actitudes es la evitación. Lo típico en el control aversivo es eludir, posponer, mentir , someterse, mostrarse agresivo, etc. Estas conductas tienen un efecto solo a corto plazo, ya que, finalmente, no eliminan o suprimen la fuente del temor o la aversión.
El control apetitivo
El control apetitivo sería una forma de condicionamiento regida por la voluntad y el deseo. En otras palabras, corresponde a esos comportamientos que están motivados por el deseo de obtener algo que se considera positivo.
Veamos algunos ejemplos de control apetitivo:
- Una persona corre porque está siguiendo un plan de entrenamiento y se ha propuesto como meta obtener determinada velocidad o nivel de resistencia. Su motivación es superarse a sí mismo.
- Un niño entra a la piscina y se divierte jugando con el agua. Cada vez que ve una piscina busca meterse allí, porque para él es sinónimo de juego. Hace esto porque le divierte.
- El estudiante no hizo su trabajo, pero le confiesa a su maestro las razones y se excusa. El maestro pone una mala calificación, pero incrementa su confianza con el chico. La calidad de la relación es más fuerte que el miedo a la sanción.
- El adulto habla con su jefe, y con otras figuras de autoridad, cada vez que necesita o desea expresar algo que considera relevante para el trabajo. Lo hace de manera franca y con respeto, pero sin temor.
Lo común en todas estas actitudes es el factor del deseo. La persona actúa de una determinada manera, porque desea hacerlo así y lo considera positivo. Tiene el control sobre sus actos y en cada uno de ellos se reafirma y reafirma su propio bienestar.
Control aversivo y control apetitivo
Los conceptos de control aversivo y control apetitivo también se aplican a los grandes hechos sociales. El poder del Estado, por ejemplo, diseña todo un cúmulo de sanciones para aquellos que no se ajusten al marco legal.
Muchos actúan frente a la sociedad y al Estado, tratando de evitar castigos o sanciones. La sociedad rara vez premia las buenas acciones, en cambio sí castiga las consideradas malas. De este modo, control aversivo y control apetitivo rara vez se conjugan en las grandes realidades. Predomina el control basado en la aversión.
En el plano macro y micro, el control aversivo funciona para generar temor, tristeza y sumisión. El control apetitivo, en cambio, daría lugar a sociedades y personas libres, felices y con coraje. Control aversivo y control apetitivo son motivaciones que no se excluyen, pues muchas veces aparecen combinados entre sí. ¿Cuál de esos tipos de control y dónde lo ejerces tú?